Tecate BC 12 de julio de 2015 (AFN).- Los menores son el sector más vulnerable a sufrir intoxicaciones en el hogar, “que debiera representar el lugar más seguro para la familia”; esto se debe a que en mucha ocasiones, los adultos realizan un inadecuado almacenamiento de sustancias químicas o medicamentos.

El doctor Gilberto Paz Padilla, coordinador de hospitales del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Baja California y San Luis Río Colorado, Sonora, explicó que los lugares donde más ocurren los percances son cocina, baño y recámaras.

La curiosidad es la primera causa de estos accidentes, ya que los niños siempre están en  búsqueda de cosas nuevas ya sea manipulándolo o llevándoselo a la boca; mientras que el descuido de los adultos a almacenar en recipientes sin tapadera de seguridad o a la vista, también los hace responsables de estos accidentes.

Este problema atañe igual a la población adolescente, ya que este grupo de edad ingiere solventes, drogas y lo pueden hacer de manera intencional o por accidente.

Es en la temporada vacacional cuando las unidades médicas de la región reciben en promedio dos casos por semana; de acuerdo a estadísticas, el mayor número de accidentes por intoxicaciones suceden en el hogar, señaló el funcionario.

La intoxicación por sustancias cáusticas es una de las más comunes en el hogar, éstas ocasionan daños muy severos que ponen en riesgo la vida de los pacientes, dejan secuelas permanentes e incluso, pueden provocar la muerte.

Estos compuestos químicos corrosivos al ser ingeridos, provocan  lesiones de los tejidos en el tubo digestivo, los más comunes son la sosa, detergentes, baterías de auto, quitamanchas y destapa caños, entre otros. Sus repercusiones son: quemaduras en cara, labios, boca, esófago, estómago e intestinos. 

Los síntomas son dificultad para deglutir, salivación, vómito, dolor en el pecho y abdomen, apuntó.

El titular del IMSS recomendó almacenar las sustancias peligrosas en gavetas con candado, no depositar productos peligrosos en envases de agua o refresco, evitar guardar los tóxicos que no serán utilizados en corto tiempo, así como a enseñar a los niños a no tomar medicamentos, sin la supervisión de una persona adulta.