Monterrey, Nuevo León (La Silla Rota).- Mediante un amparo que obtuvo, Diego Santoy Riveroll, el llamado "asesino de Cumbres", se reabrirá el juicio para una nueva sentencia en lugar de la de 138 años que recibió por el crimen de dos niños e intento de asesinato de su ex novia.

El proceso será reabierto luego de 14 años que Santoy purga la sentencia, pero la resolución de un Tribunal Colegiado en Materia Penal no lo libera a Santoy, de 34 años, pero ordena repetir este mes siete careos con él.

Hoy de 34 años, Diego Santoy fue sentenciado por los homicidios el 2 de marzo de 2006, de María Fernanda, de 3 años, y Érik Azur, de 7; intento de asesinato contra Érika su ex novia; el secuestro de la empleada doméstica Catalina Bautista, y el robo de un auto de la familia.

De acuerdo a la información obtenida los magistrados ordenaron a un juez local que dicte una nueva sentencia porque no consta en el juicio que durante los careos hubiera estado presente la defensa de Santoy.

Destaca que entre los careos están los de su ex novia y hermana de las víctimas, Érika, y la madre de los niños, la ex conductora de TV y astróloga Tere Coss.

La defensa logró que los nuevos careos se programaran para el viernes 28 de febrero a partir de las 9:00 horas, y quien no se presente será multado con 2 mil 606 pesos.

Otros careos a reponer son con Catalina Bautista; Azura Peña Coss, hermana de las víctimas; Humberto Leal, amigo de Santoy; Linda Marentes, secretaria de Coss, y los policías Juan Humberto Olguín y Diana Patricia Rivera.

En agosto de 2009 fue ejecutada en un mercado llamado Pulga Rio, la abogada Raquenel Villanueva que llevaba la defensa de Santoy, pero su despacho siguió con el caso hasta la sentencia emitida en octubre del 2010.

La sentencia que reciba Santoy no será mayor a 40 años porque esa era la pena máxima existente cuando los hechos y la detención.

cuando fue detenido.

De ser así, podría recuperar su libertad a los 61 años de edad. Actualmente está detenido en el penal de Cadereyta, mientras la familia Peña Coss hizo su vida fuera de Monterrey.

(Karla Alva)