La diplomática, quien tiene apenas tres meses en el cargo, explicó que en ese misma lógica, el Consulado norteamericano en esta ciudad se siente parte de la comunidad, y desde su llegada se han tendido lazos de cooperación y relación con diferentes grupos de la ciudad para sumarse a los esfuerzos que se hacen en esta región.
Saarnio reveló que desde 2014 en que hizo viaje para participar en un evento de Tijuana Innovadora, le gustó la energía y creatividad de esta frontera y pidió la oportunidad de trabajar en la zona, y desde el primer día se ha reunido con grupos de ambos lados de la frontera, y en los próximos días lo hará con la comunidad de estadunidenses que viven en la costa bajacaliforniana.
La diplomática se dijo impresionada por el clima de cooperación y entendimiento binacional que se da en la frontera, y el nivel de interacción que han logrado ambas comunidades, aun en momentos y condiciones difíciles como lo ocurrido después del atentado a las Torres Gemelas, donde las medidas de seguridad en el ingreso a Estados Unidos se endurecieron.
Cuestionada sobre los efectos de la construcción del muro en la frontera con Tijuana, la Cónsul aseguró que la decisión sobre el presupuesto para el proyecto está en manos de Washington. “No puedo predecir lo que va a pasar, nuestro trabajo aquí depende de lo que pasa en Washington, pero ustedes tienen que explicarme a mí, yo siento que en Tijuana por lo menos ya conocen donde está la frontera, ustedes me dicen que va a pasar. ¿Va a cambiar las relaciones o que piensan ustedes?”