TIJUANA BC A 9 DE SEPTIEMBRE DEL 2018 (AFN).- Desde hace ya varios años los comerciantes de la zona Centro y el área turística, han padecido un problema que pareciera ir en aumento y que las autoridades no han podido controlar, se trata de las personas en situación de calle que deambulan por los comercios y vialidades principales.
Julián Palombo Saucedo, presidente de la Asociación de Comerciantes de la Avenida Revolución, entrevistado por el tema, señaló a Agencia Fronteriza de Noticias, que para los indigentes la zona turística representaba un "paraíso", debido a que sin necesidad de "batallar" tienen todo a su alcance.
Desde monedas o billetes que obtienen a base de pedir alguna cooperación, hasta calzado, ropa y comida que algunos grupos civiles y/o religiosos les entregan cada cierto tiempo, ya sea sobre la calle Primera o espacios ya ubicados por asociaciones como desayunadores o áreas de apoyo para personas en situación de calle.
Palombo Saucedo, destacó que es notorio el aumento de los indigentes y adictos, ya que basta, dijo, con circular sobre la avenida Internacional para detectar a un gran número de personas limpiando vehículos, vendiendo chicles o mendigando a los automovilistas que esperan en el tráfico que se genera a cierto horario del día.
Declaró que ya se han acercado a las autoridades municipales, pero no es mucho lo que se puede hacer ya que las personas en dicha situación no causan delitos graves, por lo que son enviados a las celdas por unas horas o simplemente son advertidos por los elementos turísticos.
Julián Palombo apuntó a que las organizaciones de Derechos Humanos deberían de intervenir, no sólo con recomendaciones, sino también con acciones en las que las personas en situación de calle se reintegren a la sociedad y dejen de generar un conflicto, ya que muchos de ellos padecen de sus facultades mentales.
Como comerciantes, dijo, no pueden hacer más que denunciar o reportar a toda persona en situación de calle que deambula por las calles principales del Centro o la avenida Revolución, debido a que algunos "asustan" al turista, quien lejos de llevarse una buena imagen de Tijuana, se lleva de recuerdo una persona que le solicita una monea o billete.