ENSENADA BC 1 DE ABRIL DE 2018 (AFN).- Baja California enfrenta una severa crisis de agua y las ciudades más afectadas son San Quintín, Ensenada, Tijuana y Rosarito. San Quintín, el caso más dramático, está a punto de crear un distrito de riego con agua de mar desalada, porque los acuíferos del lugar tienen altos niveles de salinidad.
Leopoldo Mendoza Espinosa, integrante del cuerpo académico en Agua y Ambiente, del Instituto de Investigaciones Oceanológicas (IIO) de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), indicó que de acuerdo con la Comisión Estatal del Agua (Conagua), el pronóstico para el año 2035 es que el abasto de agua potable disminuirá en 21 por ciento, del cual, 14 por ciento serán atribuidos al cambio climático.
Detalló que también disminuirá en un 23 por ciento el caudal del Río Colorado, que fluye del suroeste de los Estados Unidos y noroeste de México en dirección al suroeste y sur por los estados de Colorado, Utah, Arizona, Nevada, California, en Estados Unidos; y por Baja California y Sonora, en México, desembocando en el golfo de California o Mar de Cortés del Océano Pacífico.
“Del agua que fluye del Río Colorado depende en gran medida el norte de Baja California. En la entidad hay un problema de distribución de agua y va a haber un problema de escasez del vital recurso, debido a que la población y la actividad industrial irán en aumento, mientras que la cantidad de agua seguirá siendo la misma, o inclusive disminuirá”, precisó.
Mendoza Espinosa expuso que ante esta situación es necesario modernizar la agricultura, pues “lamentablemente en la parte del Valle de Mexicali, en donde hay más agua, no se cuida muy bien, hay mucho desperdicio y hay mucha evaporación del agua”.
Sostuvo que por el contrario, en la zona de la costa donde están Tijuana y Ensenada, la escasez de agua es mayor por lo que los agricultores tienen riego por goteo y el campo está altamente tecnificado, con la intención de poder sacar lo más posible de esa agua.
El investigador resaltó que en San Quintín, debido a su vocación agrícola, se creará el distrito de riego con agua de mar desalada, o sino por lo menos de los propios pozos salados seguir sacando, pero tratarla, desalarla y luego usarla para riego.
Añadió que en Ensenada hay un déficit de aproximadamente 20 por ciento de agua desde hace varios años, además de que se ha tardado mucho en ser instalada la desaladora, que ayudará a disminuir el problema de desabasto, así como lo han hecho otros lugares con problemas de escasez de agua.
Indicó que en Tijuana y Rosarito tendrán agua del Río Colorado por otros cinco u ocho años más, y para atender la demanda futura, el Gobierno estatal debe buscar opciones, entre ellas instalar desaladoras.
Pero alertó: “hay que tener mucho cuidado con eso, porque a veces con la finalidad de defender la desalación nos dicen que la pueden producir barata y nos dicen que en Israel la producen a un dólar el metro cúbico o a 70 centavos de dólar el metro cúbico. En realidad tenemos que estar pensando como en 1.3 o en 1.5 dólares el metro cúbico del agua, y todo lo que sea menor a eso como que levanta sospecha”.
Mendoza Espinosa destacó que en materia de reuso del agua, se tiene planeado, para el año 2035, incrementar de 172 millones de metros cúbicos a 259 millones de metros cúbicos el agua de reuso; de esos 259 millones de metros cúbicos reusados, para Ensenada serían unos 35 millones.
Enfatizó que aunque en Ensenada ya se recurre al agua de reuso para irrigar algunos campos, no se hace para regar plantas comestibles. “Mexicali reusa a nivel industrial agua, pero lo que es Tijuana y Rosarito todavía no se reusa el agua”, aseveró.
Precisó que es necesario un manejo integral del agua, en el que se tome en cuenta a todos los usuarios y a todas las posibles fuentes para prevenir desabastos futuros.
