Tepalcingo, Morelos Historia de vida

TEPALCINGO MORELOS 26 DE SEPTIEMBRE DE 2017 (AFN).- A unas horas de cumplirse una semana de ocurrido el Sismo en la ciudad de México, a los habitantes de Tepalcingo en el Estado de Morelos, les cuesta creer que su “terruño querido” se encuentre devastado entre ruinas y escombro, terremoto en el que muchas familias perdieron su patrimonio familiar.

En un recorrido de AGENCIA FRONTERIZA DE NOTICIAS por el lugar, el reportero entrevistó algunos residentes y recogió sus experiencias sobre el momento vivido; instantes en los que se vivió pánico, de acuerdo a lo que le fue narrado.

Uno de los residentes del lugar dijo: “Quería correr”, no podía pues comenzaron a caer piedras que se desprendían de todos lados, escuché las voces de auxilio de Mario Silvestre, quien corría buscando ponerse a salvo, tenía sangre en la cien y estaba cubierto de cal, pedí auxilio a un policía quien no pudo hacer nada; llegaron otras personas y logramos moverlo de esa área por encima de los escombros.

Mario buscando ponerse a salvo, en el momento que ocurrió la catástrofe, “se agarró de una vaca”, le cayó una piedra y un tabique y trozó sus dedos.

Había una enorme estela de polvo, continuó relatando, no se podía ver a medio metro, vi a otra señora  que traía una servilletas; en esos momentos “volaron por todos lados” y ella se hincó, como pidiendo protección al cielo.

Escuché la voz de  desesperación de mi hijo quien se regresó del trabajo, no lo podía ver pues ya se había levantado una enorme estela de polvo, solo lo escuchaba. Bendito Dios, todos están bien, mi casa no sufrió daños.

Otro residente platicó al reportero de AFN, no sabía para donde moverme, la tierra se “movía como gelatina” pensaba que se iba abrir, me hinqué y pedí a Dios, “me dije para mis adentros” si se abre la tierra, aquí lo espero; es lo único que recuerdo, fueron momentos realmente de pánico, instantes en los que uno solo piensa en Dios.

Una señora se acercó al reportero de AFN y consternada le señaló  los daños sufridos en la Iglesia Mayor del Santuario, donde está Jesús de Nazareno, el frente del templo se reduce a montañas de escombro; a punto de sollozos relató “que el terremoto es una experiencia fuerte” de la que aún ella y su familia no se reponen. Fueron a visitar a la familia, afortunadamente todos se encuentran bien.

Las personas de Telpancingo se encuentran tristes y dolidas ante tanto daño en este lugar de la república, sabedoras que miles de personas en varios estados perdieron su patrimonio familiar y aún con la ayuda humanitaria que han desplegado los mexicanos a todo lo largo de la república, tendrá que pasar mucho tiempo para construir edificios y casa habitación, y restaurar el corazón de las víctimas de los pasados sismos en México.