• “Tijuana tiene una pobreza que duele”: Peñuñuri
TIJUANA BC 31 DE AGOSTO DE 2017(AFN).- No obstante ser el tercer estado con menos pobreza del país, una cuarta parte de la población de Baja California vive en la pobreza, y esa es una realidad que no se puede ignorar y que requiere atención mediante programas sociales como los que ejecuta la Secretaria de Desarrollo Social, aseguró Guillermo Peñuñuri Yépiz, delegado federal de esa dependencia en la entidad.
“No podemos decir que las cosas están bien”, dijo el funcionario luego de compartir el dato de que aproximadamente 950 mil personas viven en pobreza, y unas 95 mil viven en pobreza extrema, lo que representa aproximadamente el 25% de la población total.
Mucha de esa pobreza, explicó, quizá no es visible y no se conoce mucho porque se trata de personas que no tienen ni lo esencial para comer ni transportarse al centro de la ciudad.
Peñuñuri se dijo conmovido por la gran cantidad de casos que existen en Baja California: “Hay una pobreza que no la vemos porque no tiene ni los 10 pesos para tomar el transporte y salir al centro, hay una pobreza aquí en Tijuana realmente que duele, hay lugares que la autoridad realmente ni entra”.
El funcionario aceptó que el asistencialismo no es deseable, pero que los programas de orden social como los que aplica el gobierno federal en Baja California mediante una inversión millonaria, no pueden ser eliminados en tanto no se resuelva la problemática existente.
“La gente no come y se nos muere, hay gente que se despierta y si no le llevamos la comida a la boca no come y se muere, hay mucha gente arriba de 95 y 100 años y muchas que no oyen ni caminan”, y que dependen del apoyo de los programas sociales como los comedores comunitarios, y el extraordinario apoyo de cientos de voluntarios cuyo espíritu de servicio hace posible su atención.
Peñuñuri aceptó que la pobreza no se va a acabar con los programas gubernamentales, y lo que se necesita es crear empleos con buenos salarios, pero “si tenemos que guardar el equilibrio, no se puede eliminar una realidad social que nosotros mismos hemos provocado”.
