*.- Entregan constancias escolares a internos del Cereso
TIJUANA BC 7 DE ABRIL DE 2017 (AFN).- Para el señor Víctor Manuel Díaz Díaz, interno en el Centro de Reinserción Social (Cereso) Tijuana, quien lleva ya tantos años encerrado, pues asegura que "ya ni se acuerda de cuántos son", sin el apoyo de su familia y el amor de su mujer, los días de cárcel le serían eternos.
Durante su discurso, en la ceremonia de entrega de constancias a los 121 internos de dicho centro, quienes formaron parte del programa “Escuela para Padres” proporcionado por el DIF Estatal, agradeció el hecho de que le hayan dado la oportunidad de haber vivido esa experiencia.
Porque gracias eso, aprendió a saber lo que es ser un buen padre y un mejor esposo, lo cual le significó reconocer todo el amor tan grande que su mujer ha puesto en el camino, quien le aguantó todos los problemas que un día tuvo estando fuera de la cárcel y quien hasta el momento se ha mantenido firme incluso estando encerrado.
Han sido momentos difíciles, dijo, por todo lo que han tenido que sortear, sin embargo destacó y compartió la emoción que le representa que su hija más pequeña, con todas las carencias, lleve una trayectoria exitosa y con muy buenas notas en la Preparatoria Lázaro Cárdenas, y mucho mejor el hecho de que se enteró de que ya aplicó para la Universidad Autónoma de Baja California (UABC).
El discurso que conmovió hasta las lágrimas a gran parte de las internas e internos que ahí se encontraban, incluso a la misma presidenta del DIF Estatal, Brenda Ruacho de Vega, quien dijo sentirse conmovida de que estos programas realmente estén ayudando a la población, como en el caso de este señor.
Agregó que este es un claro ejemplo de lo que este programa de “escuela para Padres” pretende, que no es más que la capacitación a personas para entender que los hijos pertenecen a otra generación y que las técnicas que “nuestros padres emplearon con nosotros” no funcionan de la misma manera que los hijos.
Otro de los objetivos del mismo, destacó, es también para brindarles valores y buena comunicación a los hijos, sobre todo cuando están en la etapa de la adolescencia, que es cuando más se requiere de estar en contacto con ellos.
En el caso de los internos, dijo, es muy importante que lo hayan tomado el programa porque probablemente algo falló con sus papás a la hora de educarlos y lo que se pretende es que no repitan el mismo patrón con sus hijos y las siguientes generaciones de sus familias.