TIJUANA BC 27 DE MARZO DE 2017 (AFN).- Gerardo Cruz González, investigador en el Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristiana (Imdosoc), señaló está tarde que en el caso del flujo migratorio de haitianos y africanos por Tijuana, se debe entender que para solventar el caso no se trata solamente de una proporcionar ayuda asistencialista, en donde se ejerza toda la solidaridad, sino también con base a otro principio que es lo subsidiarismo.
Es decir, ayudar a las personas pero en un momento dado promover para que ellos mismos se empiecen a desarrollar, y que esto se haga de modo inclusivo, que haga entender que la sociedad es plural y que no solamente "somos diversos, sino que también podemos interactuar desde esa diversidad".
Tras la presentación del informe "Frontera cerrada: crisis migratoria de haitianos y africanos varados en la frontera con Estados Unidos", el investigador señaló que precisamente el objetivo de este trabajo es para dar cuenta de la situación de los migrantes afrodescendientes en Tijuana, con referencias a Mexicali, para visibilizar desde una perspectiva de los derechos humanos, las omisiones que tiene el estado y la sociedad civil en esta materia.
Detalló que en esta investigación encontraron algunos perfiles de estas personas migrantes como que hay más varones con edad productiva entre 18 y 29 años, que los pocos niños que viajan vienen acompañados por sus madres o familias completas, que la mayoría ya están comenzando a integrarse económicamente en la ciudad.
Además que se ha reconocido que la ayuda que ha proporcionado hasta ahora el gobierno federal, estatal y municipal solamente ha sido asistencialista y que la gran carga de asistencia humanitaria la han tenido organizaciones de la sociedad civil, especialmente grupos religiosos, tanto católicos como otras iglesias cristianas y evangélicas.
En ese sentido, dijo, Tijuana así ha crecido, pero esta nueva migración de haitianos y africanos representa "un reto" para lograr esto y "no quedarnos en el asistencialismo porque es una práctica que no conduce realmente al desarrollo de las personas ni a la integración social".
Sobre la nula participación que han tenido hasta el momento las organizaciones sociales internacionales, en comparación con otros países donde también se tiene el contexto migratoria, Cruz González resaltó que a veces estos organismos no tienen toda la visibilidad que quisiéramos y por ende no tienen toda la fuerza para tener una interpretación de la realidad más concreta, dura y de frente.
Lo cual quiere decir que ha veces se requiere de conocer la realidad y esa se conoce andando no un día o dos, sino internándose en los albergues, en los lugares donde están comenzando a trabajar y demás, para poder entender de un modo más consistente este fenómeno.
Una vez que las organizaciones hagan eso, dijo, podrán promover la ayuda humanitaria, en caso de que se necesitara, o promover políticas públicas desde organismos internacionales, para así poder generar un cambio de perspectiva pero también de actuación ante este flujo migratorio.
