¡Mienten! dice abogado de Deck 22
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¡Mienten! dice abogado de Deck 22

TIJUANA BC - domingo 28 de agosto de 2016 - AFN.
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*.- Insiste en que han pretendido extorsionarlos
*.- Modificaron el documento y los presionaron, dijo 

TIJUANA BC 28 DE AGOSTO DE 2016 (AFN).- Julio César Tapia, representante legal del bar Deck 22, cuyo propietario presentó una denuncia penal en contra de funcionarios de Inspección y Verificación del ayuntamiento de Tijuana, aseguró en entrevista que mienten las autoridades, además de que las acusó de haber cambiado el documento que ellos presentaron, por otro que se les hizo firmar el viernes como condición para reabrirles el establecimiento.

Por otra parte reiteró la acusación que hizo Abraham Audelo García (propietario) en el sentido de que los funcionarios mencionados han pretendido extorsionarlos, y como no han aceptado, los han presionado con recurrentes visita de inspección, sanciones, y ahora la clausura.

Según el abogado Julio César Tapia, quien buscó una entrevista con Agencia Fronteriza de Noticias, en dos ocasiones anteriores les clausuraron el negocio, y le pidieron al dueño $1500 dólares, por lo que se acercó con un conocido suyo para solicitar ayuda y saber qué hacer, por lo cual le entregó el efectivo a una persona -a la cual el abogado dijo desconocer- y después de esto, los de Inspección y Verificación quitaron los sellos del lugar, justificando que los habían puesto “porque estaba trabajando fuera de horario”.

Tapia señaló que transcurrido un mes, llegaron otra vez los de reglamentos, argumentando que tenían menores en el bar, pero que esto no era cierto, y aunque no siguieron el protocolo que se tiene que cumplir, le clausuraron, pidiendo en esta ocasión otros $1500 dólares: “ahí el trato fue directamente con Gerardo Olivos, ya que le pidieron a Audelo García, que se dirigiera con él, en una taquería ubicada en la colonia Libertad, y ahí se los entregó.

Por el mes de julio, el mismo Olivos le llamó –asegura- para decirle que ya casi cerraba el mes, y por lo tanto le pidió otra cantidad igual, pero su cliente le dijo que no los tenía, además de que él cumplía con todos los permisos, sin contar con que su negocio no le deja tanto dinero como para estar regalando mensualmente esa cantidad, lo cual enojó al funcionario, quien le advirtió “que si no se los daba, lo iban a chingar”, afirmó el abogado.

Mostró parte de una conversación que sostuvo con motivod de esos hechos, del subdirector de Inspección y Verificación, Gerardo Olivo Valenzuela, por un chat, desde su teléfono, el cual tiene registrado y la conversación grabada, como una de las pruebas incriminatorias de lo que está señalando.

A partir de esto, el propietario del establecimiento se acercó a Julio César para que le ayudara en este caso, y éste confirmó que contaba con todos los permisos en regla “aunque el cartoncillo de alcoholes todavía no se lo liberan, no obstante que la pasada sesión de Cabildo si les entregaron a otros”. Pese a esto, cuenta con un documento en el que se le informa que puede vender alcohol, mientras se resuelve el tema.

“La situación fue, que el pasado 6 de agosto, narró el abogado, faltando unos minutos para que fueran las 2 de la mañana; Abraham el propietario le habló para decirle que le había caído Reglamentos: “yo le pregunté si había cerrado como le dije y me contestó que sí, pero que aun así le querían clausurar, entonces me fui al bar y adentro, con el lugar ya totalmente vacío, ya estaban los inspectores, además que ya se había hecho el corte y demás”.

Aseguró que quiso hablar con los de Reglamentos  pero que éstos  “estaban tercos en que ¡no! Y que cerrarían”, además le dijeron: “es orden desde arriba que viniéramos a clausurar”. Él les preguntó que quién los había mandado y no le supieron decir, entonces llamó a la Policía Municipal y no hicieron nada; al contrario, llegaron más patrullas y los oficiales le dijeron –según su narración- que si seguía haciendo más escándalo se lo llevarían a él, pero después de una discusión con ellos le dijo a Abraham que dejara que le clausuraran, pues ellos (en el negocio) tenían todo en forma, además que era necesario para hacer las cosas bien, sin tener que estar pagando ese dinero.

Para el siguiente lunes, resaltó, fue con toda la documentación ante la autoridad pero no le dejaron la copia del acta de la multa, dijo que ellos (Inspección) argumentaron que quedó encima de la mesa de la entrada del bar pero ahí no estaba cuando llegaron este sábado a reabrir. Entonces pidió una cita con la licenciada Blanca Araujo, que es la encargada del Jurídico de Inspección y Verificación y le dijeron que sí, que le atendería, pero tres días estuvo así, esperando, hasta el miércoles siguiente, como a las 4 de la tarde, que le informaron que podía pasar.

“Adentro estaban el director y otra persona que desconozco, pero que dijo que también está en Inspección. El director, lo primero que hizo fue decirme ‘oye, cuándo te pedí mil dólares’, pero con un tono muy fuerte, y yo le contesté de la misma manera para pedirle que no me gritara, puesto que traía mis documentos y solamente quería que me calificara la multa, porque estaba todo en regla y dentro del reglamento”, detalló.

El director le siguió insistiendo y reclamando que por qué le había echado la policía a sus inspectores y esas cosas, pero le dijo que tenían que respetar su trabajo así como ellos respetaban el suyo y Julio César, el abogado, le insistió en que le calificara la multa y que le permitiera abrir uno de los sellos para sacar la copia de la misma que según habían dejado dentro del bar, pero no quiso y le insistió en que quería saber a quién le habían dado esos mil 500 dólares.

El abogado le respondió que si quería saber eso, le llevaría al dueño del lugar para que le comentara y lo señalara directamente, y dijo que sí, y le iba a marcar a Abraham pero se excusó con que no, porque tenía que salir; quedaron que al día siguiente iría con Abraham a la misma hora para revisar eso pero no fue así y desde ese día no le volvieron a atender.  Entonces, afirmó, tuvo que ir con los regidores y uno de ellos, de quien prefirió omitir su nombre, sí lo atendió muy bien y hasta la fecha le sigue hablando a la licenciada Blanca para pedirle la copia de la multa y no le contesta.

“No pude solucionar nada con Regidores y me fui a la Secretaría Municipal; directamente me atendió muy amable el licenciado Esteban Ortiz, él pidió informes y al checar vio que según esto, éramos reincidentes, pero yo le dije que no, que además lo único que queríamos era que nos calificaran la multa, pues no pretendíamos que nos la quitaran, sólo queríamos pagarla”, detalló.

No se pudo hacer nada nada ahí, aseguró por lo que dijo que se fue con el alcalde, y presentó una carta en la presidencia; muy atentos le marcaron por teléfono al día siguiente para que fuera, y ahí le atendió el coordinador de agenda del alcalde, el licenciado Eduardo Plascencia Martín, quien le recibió documentos  “pero hasta esta semana nadie le podía resolver y todavía el pasado jueves fueron a Sindicatura y ahí presentaron las pruebas de que le estaban pidiendo dinero al muchacho y ahí que todavía sigue en la investigación 118-16”.

Finalmente hizo saber que tuvo que ir el miércoles pasado a la sesión de Cabildo con el alcalde, para comentarle del problema pero el munícipe le reclamó también eso de que supuestamente son reincidentes, pero Julio César solamente le manifestó que quería que le calificaran la multa: él andaba con el secretario municipal y le pidió que se encargara directamente del caso, entonces lo citó para que fuera al día siguiente a las 12 del día “pero no me atendió, sino que me mandó nuevamente con Esteban Ortiz, quien sacó de nuevo lo de reincidentes y le dije que no había nada en el expediente, pero me respondió que él no podía decirles nada a los de Inspección; no llegamos a un acuerdo y nos fuimos de ahí”.

Después de todo esto fue entonces que decidieron ir al Ministerio Público para presentar la demanda, porque ya habían agotado varias instancias de gobierno y no podían esperar más, puesto que ya se cumplía un mes de estar clausurado y eso les estaba afectando tanto al propietario como a sus trabajadores.


 
Mienten con el documento
 
Sobre el documento que fue mostrado a Agencia Fronteriza de Noticias, en el sentido de que un día antes de presentar su denuncia, el propietario del bar solicitó una reconsideración en la multa recibida, el abogado insistió en que las autoridades están mintiendo, además de que manipularon el escrito y los hechos ocurridos.

Además aseguró que es falso el hecho de que desde ayer se les reabrió el negocio, sino que dijo que eso ocurrió este sábado, según pudieron constatar reporteros de AFN al momento de acudir para hacer la entrevista. Ahí se encontraban al menos cuatro inspectores municipales.

Dijo que precisamente este viernes sostuvieron un encuentro con las autoridades, y pagaron una cantidad de $21,000 pesos -de 36,000 que les exigían- y les hicieron firmar este documento que ellos les presentaron, lo cual aceptaron porque era condición para poderles reabrir. El otro que ellos llevaban se los quitaron, sin embargo la copia la tienen también sindicatura, presidencia y en la Secretaría general, reveló.

Insistió en que firmaron el documento que en Reglamentos les entregaron, ya que se les estaba imponiendo la multa de $36,000 pesos, que es la sanción máxima que aplican, por haber operado fuera de horario “lo cual no es una falta grave”, dijo. Afirmó que el que ellos elaboraron es un escrito totalmente diferente al que presentaron a este medio, y aseguró tener los “acuses de recibo” de las otras dependencias donde también dejaron el documento.

Julio César Tapia reveló que el entregado dice textualmente: “Por medio del presente escrito vengo a presentar copia del acuse de la solicitud a Inspección y Verificación de la reconsideración de la multa la cual fue expedida a mi negocio denominado Deck 22, mismo que le solicito de la manera más atenta su apoyo para que se realice la solicitada reconsideración”, y ya después se cita lo que dicen los artículos 18 y 19, con sus respectivas fracciones del Reglamento Municipal.

El Artículo 18, destacó, les da el trato del giro “restaurante-bar”, lo cual  les permite operar hasta las dos de la mañana con la venta de alcohol, pero el artículo 19 dice que tienen que cerrar a las dos de la mañana, aunque tienen hasta las 3 para sacar a la gente, hacer la contabilidad, limpiar y demás, no obstante, dijo, la licenciada Blanca Araujo, les advirtió que a las dos con un minuto, si estaba abierto el lugar, les iban a clausurar.

En la denuncia formal se incluye además a Gerardo Olivos, Subdirector de Verificación e Inspección, por el caso de extorsión.

Refirió que como la nota de la denuncia “salió en medios”, la licenciada Blanca Araujo le llamó a Abraham, el propietario, para reclamarle, y exigir que la quitara de inmediato, como condición para poder abrir su bar, sin embargo el abogado le dijo que no lo hiciera, y que continuaran con el proceso para que le retiraran los sellos al bar.

Nota relacionada: 

http://www.afntijuana.info/informacion_general/61143_pide_reconsideracion_y_luego_los_denuncia

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