*.- Por un mil 300 mdp

MEXICALI BC 30 DE NOVIEMBRE DE 2015 (Lindero Norte).- Irma Sandoval Vizcarra es originaria de Tijuana en donde estudió docencia y comenzó a laborar en la escuela primaria Ignacio Allende. Los tres primeros años tuvo que trabajar bajo el concepto de “maestra meritoria” para asegurar una plaza en el Sistema Educativo, pero percibía sueldo bajo (casi la tercera parte de lo que ganaban los demás profesores) y no tenía prestaciones médicas ni de seguridad social, por lo cual no cotizaba en Issstecali.

A pesar que en 2006 cumplió 37 años de servicio, por cuestiones burocráticas fue hasta el 2013 que las autoridades reconocieron que estaba en posibilidad de jubilarse y le aceptaron  su documentación no sin antes advertirle que había un rezago importante de profesores que aún no podían jubilarse.

Sandoval Vizcarra relata que “han sido años de mucho batallar para que el gobierno les cumpla siquiera con el fondo de retiro… Batallamos mucho para entrar y estamos sufriendo lo mismo para salir”.

La maestra que ocupó el puesto de Apoyo Técnico Pedagógico en la primaria Angel Bustamante de la colonia Juárez y que también daba clases en sexto grado en el plantel vespertino Nezahualcoyotl, señala que su último día de labores fue el 28 de junio de este año pero permaneció hasta el fin de ciclo escolar ya que temía que sus alumnos se quedarían sin maestro en exámenes finales.

“En agosto ya no fui y cambio mi rutina de trabajo en el aula a defender mis derechos”, comenta al tiempo de indicar que cada año que pasa se reduce la esperanza  de jubilarse

Incumplimiento, barril de pólvora

El gobierno de Baja California adeuda más de mil 300 millones de pesos a 2 mil 800 trabajadores de la educación que solicitaron su jubilación al cumplir 30 años de servicio.

Aunque dejaron de asistir a sus centros de trabajo, los maestros y personal de apoyo a la educación esperan el pago de su finiquito y que proceda su trámite en el Issstecali, una dependencia paraestatal que se encuentra desfondada por el incumplimiento de pago de cuatro de los cinco ayuntamientos de la entidad y del gobierno estatal que se estima en 5 mil millones de pesos.

Durante estos años de servicio, los integrantes del magisterio estatal cotizaron al ISSSTECALI, quincena tras quincena, para el Fondo de Pensiones y Jubilaciones, a través de la clave B4, según sus recibos personales de pago.

Es un derecho del trabajador y una obligación del gobierno, pues no se trata de una prestación ni está sujeto a negociación, señaló la secretaria general de la sección 37 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), María Luisa Gutiérrez Santoyo, quien advirtió que para este diciembre estarán en condiciones de solicitar su jubilación alrededor de 2 mil 800 integrantes del magisterio estatal.

“Hoy por hoy, el problema es del Gobierno del Estado, porque nosotros entendemos que el Instituto es el que jubila pero se llevó a cabo una reforma porque confiamos los maestros que al aceptarla, de una forma u otra, se resolvería este rezago histórico”, dijo la dirigente magisterial al tiempo de agregar que esperan que se cumpla con la palabra empeñada.

Estamos concientes que es cuestión de recursos, que no es poco, acotó, pero esperamos que el gobernador Francisco Vega pueda tramitar ese recurso en la Ciudad de México con el gobierno federal y que le sirva de apoyo la reforma a la ley para ayudar a ello.

Gutiérrez Santoyo se refirió a la reforma estructural que se realizó en febrero de 2015 donde se modificaron las leyes de Educación y del ISSSTECALI, lo cual impactó a la jubilación dinámica del magisterio estatal y se autorizó al gobierno estatal a contraer deuda pública para cancelar su deuda con la institución de seguridad social y obtener fondos que permitieran el acceso a pensiones y jubilaciones de maestros y personal de apoyo a la educación.

En la actualidad, a la profesora Lorena le descuentan mil 954 pesos cada 15 días, lo que representa una aportación mensual de 3 mil 908 pesos y de 46 mil 896 pesos anuales para este fondo. Ella tiene 27 años de servicio frente a grupo en un centro escolar de educación básica, por lo que habría aportado más de un millón de pesos en este tiempo para jubilarse una vez que cumpla el tiempo que fija la ley.

En el magisterio estatal, uno de los dos sistemas que integran la oferta educativa en la entidad en los niveles básico y normal, hay un total de 22 mil trabajadores, de los cuales 17 mil están activos y 5 mil son jubilados.

Un cálculo conservador estima que cada mes los trabajadores de la educación aportan para el Fondo de Pensiones y Jubilaciones alrededor de 70 millones de pesos, lo que representa anualmente 840 millones de pesos que se van directo a las arcas del ISSSTECALI.

“A diciembre serán 2 mil 800 que legalmente ya se encuentran en posibilidad de jubilarse porque mes por mes han aportado al Fondo de Pensiones y Jubilaciones, aunque es preciso señalar que cuando se realiza el estudio de omisiones y si les falta una quincena de aportación pues no procede el trámite de jubilación”, expresó en entrevista a La Jornada Baja California.

Los maestros han cumplido con la ley en lo que se refiere a sus cuotas, a entregarlas, algunos por 30 años, aunque en esta lista hay algunos que tienen 40 o 50 años de servicio que pero que no habían solicitado su jubilación.

“Yo quisiera que el gobierno fuera sensible a esta situación. Hay muchos maestros que tienen muy mermado su estado de salud y no pueden esperar más tiempo, inclusive algunos quieren sus finiquitos para solucionar algunos tratamientos alternativos que no se los proporciona el ISSSTECALI y otros que ya están sumamente cansados pero era su deseo seguir trabajando”

Una vez que se aprueba la jubilación o la pensión, tras realizar un trámite ante el ISSSTECALI, los trabajadores tienen derecho a un finiquito que corresponde al pago de 15 días por años de servicio y una vez liberados se integran a la nómina del instituto de seguridad social. En tanto se autoriza el trámite y la viabilidad económica, los prejubilados dejan el centro de trabajo y se mantienen en el sistema de pagos de la Secretaría de Educación y Bienestar Social.

“El maestro espera trabajar 30 años para recibir juntos 200 o 300 mil pesos de finiquito y el que en la actualidad no pueda tener acceso a esas cantidades es un asunto que quita el sueño porque con eso puede resolver necesidades en su vida, en su salud o la de sus hijos.