*.- Testigos oculares ofrecen su visión sobre el accidente que le quitó la vida
*.- La familia exige justicia y los vecinos acusan a municipales de “saqueo, abuso, violaciones y robo” en Zona Norte
*.- También los policías son humanos y se equivocan: SSPM
Tijuana BC 21 de septiembre de 2014 (AFN).- A unos días del fatídico accidente donde perdió la vida la señora María Elena Pérez Cortez, de 65 años, entre sus familiares y amigos persisten dudas sobre la forma en que se dio el deceso, pues el policía que conducía la patrulla 4665 con la cual la arrolló, se encuentra en libertad provisional; mientras los 11 hijos, 30 nietos y 20 bisnietos exclaman a gritos justicia y revelan más detalles del suceso.
Doña “Elena”, como le decían de cariño vecinos y conocidos, se dedicaba a vender ropa de segunda mano y nueva en mercados sobrerruedas de las calles de la Zona Norte; y la mañana de su muerte se dirigía a desayunar sus acostumbrados tacos de birria en un puesto que se encuentra ubicado exactamente en la esquina de las calles General F. Martínez y Michoacán.
Previamente visitó a una de sus nietas, de nombre Soledad Hernández Pérez, quien vive también en la vecindad donde casi toda su familia renta, y que se encuentra en la calle Mutualismo, a media cuadra de El Bordo; la intención de verla era entregarle un espejo que recién compró, quizá para ponerlo en el baño o en el tocador.
A decir de los vecinos, Doña Elena era muy vivaz y tenía un sentido muy agudo para las ventas, pero siempre mantenía su actitud amable; comúnmente iba acompañada de algunos de sus nietos o bisnietos, “a veces traía más de dos o tres”; aunque el miércoles 17 de septiembre por la mañana, a las 10:00 horas, iba sola, rumbo al sitio donde usualmente acudía a comer.
“Todo sucedió demasiado rápido, no tuvo tiempo de pensar o reaccionar, cuando menos lo esperó sintió el impacto de la patrulla que yendo de reversa, sin luces y sin sirena, la empujó hacia el concreto”; relata “Hilda”, uno de los testigos oculares, quien dijo haber visto "perfectamente todo".
Al momento le pareció increíble que ante sus ojos, Doña Elena, su vecina y amiga de más de 20 años, se desangrara a borbotones por la nariz y los oídos; muchas cosas le pasaron por su cabeza y sintió que se iba a desmayar de la impresión, pero a la vez también sintió la adrenalina de hacer algo inmediatamente.
El percance, según testigos
Actualmente, se encuentra en proceso de investigación la forma en que acontecieron los hechos, y el subprocurador de Zona Tijuana Gilberto Cota Alanís, declaró apenas el viernes pasado que se encuentra a la espera de que concluyan las averiguaciones en materia de hechos de tránsito, exámenes periciales y también toxicológicos al oficial Héctor Herrera Hernández, quien no ha sido declarado culpable como causante del accidente.
Desde la perspectiva del oficial, como se ha mencionado en comunicados de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM), fue un accidente "lamentable", y explican que el servidor público iba con otro agente en cumplimiento de su deber, en busca de un par de personas que cometían un robo en la zona.
No obstante, al maniobrar de reversa, arrolló y provocó la muerte de la mujer.
A decir de los vecinos, el policía no se había dado cuenta que al hacer la maniobra “yendo a gran velocidad”, habría arrollado a la mujer; incluso, en su desconocimiento, bajó de la patrulla porque al momento del golpe creyó que se le había ponchado alguna llanta trasera, también dicen que al percatarse del cuerpo de Doña Elena, que yacía en el piso, entró en shock, no supo que hacer y quiso moverse y huir, pero luego decidió quedarse y dar parte a otras unidades de apoyo.
Según la versión de “Francisco”, otro testigo ocular, pasaron cerca de 20 minutos para que otras patrullas llegaran, lo cual le pareció “extraño e ilógico” porque la comandancia está a dos cuadras y la estación de bomberos a tres cuadras.
"Aparte de la patrulla que la atropelló, que por cierto nos tuvimos que poner enfrente para que no se fuera, la primera en llegar fue la camioneta del supervisor de bomberos, pero nada más llegó a notificar que la señora ya había fallecido, fue todo lo que hicieron”, comentó Francisco.
Exigen justicia
Por los sentimientos de impotencia, tristeza y tribulación que vivieron, hijas y nietas de Doña Elena comenzaron a gritar consignas en contra de los policías, exigiendo justicia para que su muerte no quedara impune, y también afirmaron que levantarían cargos en contra del agente para que le dictaran formal prisión.
"Margarita” y “Tania”, dos de sus hijas, en entrevista reciente con Agencia Fronteriza de Noticias (AFN) revelaron que, posterior a su muerte, hubo quienes se acercaron a brindar ayuda para el funeral, y que también habían escuchado y leído que el alcalde, Jorge Astiazarán Orcí, declaró que los ayudarían.
No obstante, el viernes pasado, todavía se encontraban tratando de ver esa situación porque el apoyo ofrecido no llegaba.
Al momento del accidente, una nieta de Doña Elena, de nombre Soledad, dijo que presentarían cargos y buscarían acción penal en contra del oficial, no obstante, Margarita y Tania dijeron después que no querían hablar de eso, pues por el momento querían vivir su duelo en paz y terminar con esa pesadilla pronto, aunque coincidieron en decir que no quedará impune.
Por el momento, en el lugar del fatídico suceso fue colocada una ofrenda floral en su memoria.
Denuncian vecinos a policías
Los mismos vecinos que se manifestaron y exigían que a Doña Elena se le hiciera justicia ese día, también claman por justicia para ellos mismos, y se les ayudé a librarse de una gran cantidad de abusos que dicen sufrir a diario a manos de las autoridades municipales.
Surgieron voces y pronunciamientos, el mismo miércoles 17 de septiembre, que revelaron más problemas de la Zona Norte, conocido como sitio de venta de droga, pobreza e ilegalidad.
El propio Francisco, además de un grupo numeroso de vecinos y una mujer de edad mayor, que no quiso revelar su nombre por seguridad, coincidieron en afirmar que “los policías no van a esa zona a trabajar sino a robar, a cometer abusos, extorsionar y a violar a quien se pueda”.
“Aquí los policías andan muy recio, nomás vienen y nos roban, hacen lo que quieren, si quieren te bajan, te tumban el dinero y te llevan”, comentó Francisco.
Por su parte, la mujer reveló: “se meten a las casas aunque haya niños, con pistolas apuntando, y a ellos les vale, y nada más aunque no hallen nada se andan robando hasta los perfumes, las pilas de los celulares, y yo les digo ¡no oye, ya basta!”.
"Se metieron a mi casa hace tres días, nos robaron hasta lo que teníamos para la escuela de los niños, nos robaron todo y no nos encontraron nada, nomás porque dicen que aquí se vende droga, y la golpiza es gratis… me dicen ¡saca lo que tienes!, ¿pues qué tengo oficial?, no tengo nada, y ellos quieren que ‘a huevo’ saquemos algo, y si no sacamos nada pues nos roban”, expuso Francisco.
Policías son humanos y se equivocan
En otro momento –y entrevistado otro día-, el secretario de Seguridad Pública Municipal (SSPM), Alejandro Lares Valladares, desmintió que la balanza se esté cargando a favor del policía que en “una mala maniobra” dio muerte a Doña Elena y que no le correspondía a él señalarlo o sentenciarlo, sino que corresponde a otras instancias de impartición de justicia arrojar el resultado final.
Comentó que también es importante reflexionar acerca del riesgo que corren los oficiales cuando van tras de los delincuentes, y que siempre se tiende a estigmatizar la labor de la Policía Municipal orientándola hacia un lado negativo, sin entender todavía que también se trata de humanos que se equivocan.
Agregó que ha habido oficiales que en el cumplimiento de su deber han perdido la vida, otros que han estado a punto de perderla, como el caso reciente del policía al que un conductor intentó arrollar para evitar una multa, y que le provocó al servidor público un traumatismo craneoencefálico severo, por el cual se encuentra actualmente en una cama de hospital.
Asimismo destacó, que en el caso de Doña Elena la SSPM no responsabiliza a la mujer por “haber cruzado de manera equivocada la calle”, y tampoco sabe a ciencia cierta cómo sucedieron exactamente las cosas, pues estos aspectos los determinarán los peritos, los testimonios y la evaluación de todas las pruebas existentes.
Por parte del subprocurador de Zona, Gilberto Cota Alanís, recientemente anunció que la investigación sigue pero están a poca distancia de dar un veredicto.
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