*.- Además de un lugar para tratar adicciones, afirma director del comedor Padre Chava

*.- Con ello disminuirían actos vandálicos: Óscar Torres Hernández

 

Tijuana BC 28 de agosto de 2014 (AFN).- El director del desayunador “Padre Chava”, Óscar Torres Hernández, afirmó este día que al primer cuadro de la ciudad le es necesaria la construcción de un Hospital Siquiátrico y un centro para tratar las adicciones, a fin de que disminuyan los actos vandálicos de los que comúnmente se inculpa a migrantes y deportados.

 

En ese tenor, el sacerdote salesiano manifestó que la complejidad del problema migratorio ha hecho que los ciudadanos y comerciantes que habitan el Centro Histórico de la ciudad, y que se quejan de forma habitual de la presencia de éstos, olvidan a su vez, que se mezclan con personas en situación de calle que ya existían desde antes en Tijuana, incluyendo a algunos que presentan trastornos mentales.

 

Dijo en ese matiz, que se combinan deportados, “adictos” originarios de la ciudad, los que se sumaron, los que van llegando; así como enfermos por causa natural, y los que quedaron así por el uso de drogas.

 

Enfatizó que es complicado distinguir entre unos y otros, pero lo que estaba claro era que todos estos grupos requieren de atención inmediata de algún tipo, a fin de contrarrestar este fenómeno de abandono y precariedad en el que viven y que promueven que cometan conductas antisociales.

  

Sobre los pronunciamientos en contra que han hecho comerciantes vecinos al desayunador, quienes refieren robos y vandalismo por parte de los que acuden a recibir alimentos ahí, Torres Hernández respondió que el lugar no tiene la infraestructura ni los recursos para proveer de seguridad la zona, pues se dedican a otorgar comida y algo de atención.

 

No obstante, manifestó que en la medida de lo posible han corregido “actitudes incorrectas” cuando las han visto de parte de sus visitantes frecuentes, a quienes sancionan retirándolos del lugar, castigándolos un día sin alimento o invitándolos a hacer conciencia y de ser posible, reparar el daño.

 

Por último, dijo que la problemática era inmensa y que requería de la intervención de los tres órdenes de gobierno, pues el tema de migración no era exclusivo de Tijuana, sino de Baja California y de México en su totalidad.