Tijuana BC 25 de abril de 2014 (AFN).- El tijuanense Javier Bátiz habla de manera cordial y sencilla con Agencia Fronteriza de Noticias de Tijuana. Reconoce que el 30 de marzo pasado sí hubo un enfrentamiento entre su esposa Claudia y una joven, sin embargo insistió en no acusar específicamente a nadie.

 

“Si me preguntan que si hubo ese enfrentamiento, no voy a decir lo contrario, pero no puedo acusar a nadie. Además, nada ganamos poniendo problemas a los gobernantes. Las cosas deben cambiar por sí solas”, comentó.

 

En diversos momentos de la entrevista realizada esta mañana vía telefónica, Bátiz manifiesta su preocupación de que “al seguir vivo” el tema, esto le pudiera afectar y echar por tierra un año bueno que viene para él, como el que ha estado esperando durante mucho tiempo, dijo, ya que no sólo están programadas las presentaciones del 4 de julio y del 9 de octubre en otras plazas del país, sino en varias fechas durante el mes de octubre en el Centro Cultural Tijuana.

 

AFN entrevistó a Javier Bátiz sobre las versiones recogidas por esta agencia en el sentido de que Zarema Vega Labastida, hija del gobernador del Estado se enfrentó a su esposa Claudia y propició que su papá solicitara un veto en contra del artista por parte del CECUT en esta ciudad.

 

A las preguntas de AFN -a las que contestó amplia y amablemente- el guitarrista que fue maestro de Santana, dijo que él no estuvo presente en el momento del zipizape pero comentó que sí intervino después de que le fue notificado que se estaba registrando un problema con su esposa Claudia.

 

“Un hombre la llevaba detenida y fue ahí cuando le reclame”. Dijo que se trataba de un individuo  de aproximadamente 35 años, del que dijo “traía una bonita camisa que hasta le hubiera querido comprar” sin embargo -ante las circunstancias que se vivían- con palabras altisonantes que él acepta haber proferido por la situación, le exigió que dejara en paz a su esposa.

 

Aseguró -como lo narró AFN- que acababan de regresar a la ciudad de una gira y que llegó directamente a presentar su programa, en tanto que su esposa e integrantes de su grupo se dirigieron a la carpa que fue instalada para atención de los artistas participantes.

 

Señaló que estaba platicando con Benjamín Rendón quien es un hombre al que conoce de toda la vida “y que es el que nos contrata”, el cual le preguntó que si no le habían dado nada de comer o beber y que él respondió que no, por lo que le entregó una copa de vino.

 

Mientras tanto, dijo que su esposa y su equipo estaban en la carpa preparándose para su participación y que una jovencita de apenas 16 años de edad se estaba cambiando cuando “un muchacho” que aparentemente iba con el grupo que ingresó a ese sitio, movió la cortina, encontrando a la chica sin ropa. Eso molestó al equipo, sobre todo a su esposa que afirmó que es la encargada del equipo y que obviamente tenía que proteger a la niña.

 

Refirió que su esposa le comentó que efectivamente se hicieron de palabras- los que irrumpieron en la carpa y ella- y cuando se le preguntó si ésta le dio una cachetada a la joven que se presume es la hija del gobernador del Estado, Bátiz respondió no saberlo pero sí aceptó que le dijo su esposa que casi “se van a las manos”.

 

“Y si dice que casi se van a las manos es porque hubo algún intercambio” responde el músico tijuanense, quien da la impresión de que trata de no mentir pero tampoco -como lo dicen repetidas ocasiones- meterse en problemas.

 

Explicó que cuando le avisan del enfrentamiento con su esposa, es cuando él se dirige hacia donde estaban y en ese momento observa “que un hombre la lleva detenida”.

 

Agencia Fronteriza de Noticias le pregunta que ¿con qué autoridad ese individuo la llevaba detenida y bajo qué cargos? Y Bátiz responde: “es lo que yo quisiera saber” y a otra pregunta expresa también reconoce que le lanzó el contenido de su copa (vino) al señalado.

 

Asegura que cuando esto sucedía alguien exclamó “¡es Bátiz! Y en ese momento, afirma, el hombre la suelta de inmediato y todos “desaparecen” como por arte de magia. Si lamentó el hecho de que tanto el joven como la señorita involucrados le hayan faltado el respeto a su equipo y a su mujer: Claudita es una abuelita… los dos somos abuelos, pero insistió en que es mejor “dejar atrás todo lo pasado y seguir adelante”.

 

Javier Bátiz prefirió no entrar en detalles sobre la posible identidad de la mujer que se vio involucrada en este hecho y señaló que él no supo de quién se trataba, lo cual coincide con las versiones que originalmente se dieron a AFN, en el sentido de que transcurridos los hechos, los testigos presenciales les advirtieron que “¡no saben con quien se metieron!” indicando que se trataba de la hija del gobernador”.

 

Esto preocupó el artista quien según dijeron sus cercanos no quería que esto trascendiera, por temor a posibles represalias. Ahora le interesa seguir adelante con sus presentaciones y que el CECUT no le retire el apoyo.

 

El día de ayer el gobernador del Estado Francisco Vega de Lamadrid respondió a reporteros que no estaba enterado de estos hechos publicados por AFN y que por lo tanto no podía responder sobre algo que no sabía. Sin embargo aseguró tajante que no había hecho ninguna llamada telefónica, en respuesta al supuesto veto en contra del artista.

 

Posteriormente el Director de Comunicación Social Roberto Karlo López Páez dijo a AFN que sí se dio un incidente en ese lugar y que también asistió al evento Zarema Vega, pero aseguró que con base a sus investigaciones ni la hija del gobernador ni ninguno de sus escoltas se habían involucrado los hechos.

 

Más tarde el director del Centro Cultural Tijuana (CECUT), Pedro Ochoa palacios dijo a reporteros que esa instancia no tiene vetado al músico y que tampoco recibió ninguna llamada del gobernador de la entidad en ese sentido, en tanto que el propio Bátiz refirió que ayer recibió una llamada de Palacios, quien le garantizó que tiene el respaldo del CECUT y que seguirá teniendo presentaciones en ese lugar.

 

Las fuentes que hicieron esta revelación a AFN, fueron diversas y se trata de testigos presenciales de los hechos que mostraron su indignación por el incidente ocurrido y por el “veto” que se había decretado en contra del músico, lo cual -en sus palabras- resultaba injusto por el hecho de que se hubiese dado a petición de Vega Labastida, aprovechando su relación familiar con el gobernante.