*.- Sin embargo reconoce que le interesa continuar con su proyecto
*.- De hecho, el alcalde electo ya conoce ese programa de seguridad
*.- Si no lo ratifican como Secretario, su futuro es “irme de la ciudad” porque “no quiero que me maten”

TIJUANA, BC 22 JULIO DE 2010 (AFN).- Sin rodeos, como ha sido su costumbre, el Secretario de Seguridad Pública de la ciudad, Julián Leyzaola Pérez, responde a la pregunta sobre su permanencia en esa posición: “No estoy yo para pedir trabajo… no vengo a pedir trabajo y no vivo del cargo que tengo”, sin embargo reconoce que le gustaría concluir el proyecto que ha venido aplicando en Tijuana.

En entrevista con Agencia Fronteriza de Noticias de Tijuana, el encargado de la seguridad en esta frontera comentó sobre su futuro en caso de no continuar al frente de esa oficina; sobre lo que pediría al nuevo alcalde si se trata de proseguir en su función; sobre lo que consta su proyecto de seis años y sobre las metas que hasta ahora se han cumplido.

Hizo comentarios sobre la lucha que se ha librado, la forma como se ha hecho: sobre los medios de difusión y la labor de las diversas autoridades, incluida la local.

En la visita que hizo el Secretario a las oficinas de AFN, también habló sobre quiénes están generando la violencia que se ha resentido en los últimos días en la ciudad, cuál es el futuro de éstos y hasta sobre lo que piensa en torno al grupo de “Los Tucanes de Tijuana” de los que insistió que “no se les debe permitir volver a actuar en esta ciudad”. Estos últimos temas los presentaremos en una segunda “entrega periodística” mañana jueves 22 de julio.

Con respecto a la posibilidad de mantenerse en la titularidad de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal de Tijuana, el Teniente Coronel Leyzaola Pérez, fue reiterativo al decir que esa es una responsabilidad, que efectivamente debe asumir “única y exclusivamente” el nuevo alcalde electo de la ciudad, sin embargo afirmó que en caso de que se llegara a dar una invitación, también de su parte habrían algunas condiciones para continuar con esta tarea.

Fue preciso al advertir que no está encaprichado en “mantener una chamba” ni en ser Secretario de Seguridad “aunque se escucha muy rimbombante” tan sólo por serlo, sino que lo que le interesa es concluir el proyecto de seis años que presentó al llegar a esta administración, a fin de devolverle la seguridad a la ciudad.

No obstante eso, comentó que tendría que contar con el apoyo del presidente municipal, porque éste tendría que respaldarlo y no cambiar decisiones por vaivenes políticos: “No por conservar un puesto voy a ceder en otras cosas en las que yo creo. Si desea platicar y se hace la invitación tendremos que decidir cuáles son las condiciones, ya que se ha hecho tanto y se ha sacrificado tanto, como para que yo mismo sea quien destruya eso por conservar un puesto… tengo ética y tengo honor y prefiero mil veces retirarme si no se cumple con lo que se ofrece”.

Luego reconoció que la decisión de Carlos Bustamante Anchondo, futuro presidente municipal de Tijuana, puede ser en contrario y no favorecerle. “Lo más que me pasaría en lo personal es sentirme frustrado y defraudado”, pero además se iría, sin ninguna duda de Tijuana, porque entiende que “pisó callos” y afectó intereses de personas que estarían dispuestas a atacarlo.

“Por eso digo que es una decisión muy difícil la del próximo presidente y yo no quisiera estar en sus zapatos porque tiene que tomar decisiones y las decisiones traen consecuencias a futuro”.

Además, confesó, yo no puedo estar en esas condiciones en Tijuana porque he atacado directamente una estructura criminal y no soy santo de la devoción de esos individuos. Una negativa representa de inmediato, dijo, mi salida de Tijuana, porque sabiendo que no hay protección, no hay combate al delincuente, que se van a dejar crecer las estructuras criminales, no me voy a convertir en mártir… no quiero que me maten. Tengo familia y la tengo que proteger.

Sobre alguna otra posición dentro del gobierno del estado negó que exista una oferta o posibilidad, porque su intención inicial, precisó, es Tijuana, porque esta ciudad es “el detonador de lo bueno y lo malo del estado”.

Descartó igualmente la política, dentro de su futuro porque “no es mi intención, nunca ha sido” y explicó el por qué: “Depende de quien la opere… la política condiciona mucho. Cuando se lanza uno como candidato, en una estructura política de cualquier partido, tiene que someter sus convicciones a la de esa estructura.

Hay compromisos que se deben pagar cuando le toca gobernar, abunda, y yo no estaría dispuesto a hacerlo… Te dicen: vas a ser el candidato pero vas a poner en Seguridad Pública a tal persona y yo no estaría dispuesto a ceder, no seria honesto de mi parte. No gracias, realmente no me interesa…”

Ante la insistencia sobre su futuro próximo y su proyecto, advirtió que es institucional y que no ha venido a trabajar para un partido, sino para la institución, pero esto se debe hacer respetando los principios de cada quien.

Dijo que Carlos Bustamante, aunque no ha hablado con él ni le ha hecho la invitación, ya conoce su proyecto de seguridad porque se lo planteó en una reunión con empresarios, cuando todavía no se hablaba de la posibilidad de que el industrial fuera candidato a la presidencia municipal.

Lo conoce en lo general y solamente le falta enterarse a detalle de las estrategias que deberán aplicarse, pero dijo que será el nuevo alcalde el que determine si desea acercarse a platicar, porque se le debe “dejar pensar bien las cosas y va a tomar la mejor decisión”.

Confió que más que nada le interesa concluir el proyecto y no le importa si es como Secretario, como asesor o como comandante: “inclusive lo inicie cuando era comandante y antes fui sub-comandante.

¿El proyecto para que funcione debe contar con Leyzaola? le preguntó AFN y el Teniente Coronel respondió: “No necesariamente… se necesita a alguien que conozca de la materia y se comprometa”.

Lo que si le queda claro a Leyzaola, según hizo notar, es que lo que no puede hacer el nuevo presidente municipal: “es desechar algo que ya ha producido un resultado sólo por ego o protagonismo personal, porque entonces Tijuana no dejará de ser el niño que no pasa de tres años… que no llega a su juventud ni a su etapa adulta porque nace cada tres años, ya que llega otro gobierno y no quiere saber nada de lo que quedó atrás y hasta le cambia de color a las cosas”.

Por lo tanto, dijo, es necesario madurar como sociedad y como ciudad… dejar atrás los egos y protagonismos muy arraigados, dejar de ver solo lo inmediato sin ver nunca a futuro y sin ver el color, la persona o proyecto, realizar programas estratégicos para que la ciudad rebase esos tres años”.


El programa de seis años


En síntesis, el Secretario de Seguridad Pública refirió que en estos tres primeros

*.- Primero fue recuperar la policía
*.- Después fue recuperar la confianza de la ciudadanía y empezar el combate al crimen
*.- Y ahora, en 2010 recuperar espacios e iniciar un programa integral de la sociedad.

Lo que falta, según su programa, es proseguir con la recuperación de espacios a través de la sectorización de la policía, que no implica solamente el nombramiento de mandos militares en las delegaciones de Tijuana, sino continuar con el equipamiento, evaluación de policías y echar a andar el programa integral de prevención del delito, unificando, bajo la dirección del alcalde, todos los programas que al respecto tienen las diferentes dependencias y que se llevan a cabo según sus tiempos y metas.

Sobre la recuperación de la policía, explicó que ese esfuerzo les llevó todo el primer año, desde el primer día de diciembre de 2007 hasta diciembre de 2008: “Era difícil confiar en la policía… de hecho no teníamos policía. Estábamos infiltrados y no existía confianza ni entre ellos mismos”, por los becados, como llama a quienes entraron con una consigna del crimen organizado.

Un momento crucial de esta etapa, fue, según recuerda: “cuando se fueron los primeros policías consignados por delincuencia organizada: dos subdirectores, comandantes y el jefe de enlace internacional quien trabajaba para el “ingeniero”.

Todos los infiltrados, señaló, hasta alardeaban… adentro lo decían y sentían que tenían estatus o que eran los iluminados, por gozar de la gracia de esos mugrosos”.
El policía que quería actuar bien se topaba con estos elementos y no había opción para ellos porque el negarse representaba la muerte, afirmó.

Si alguien tiene mérito, son los medios

También, de manera sorpresiva, el Teniente Coronel hizo un reconocimiento a los medios de comunicación de Tijuana, por el éxito en la desintegración de la “estructura criminal” de los delincuentes que tenían secuestrada a la ciudad.

Dijo que si alguien tuvo un mérito en ese resultado que ha hecho que Tijuana ahora sea reconocida como una ciudad que pudo vencer a la estructura criminal, son “los medios de comunicación”, aquellos que se prestaron para difundir y divulgar, la verdadera personalidad de estos delincuentes, a los que en algún momento “ellos mismos entronizaron”.

No obstante reconoció que si estos individuos lograron un “estatus” que se divulgó por esos medios de difusión, fue por la inacción de las autoridades “que ni se atrevían a mencionarlos por sus nombres ni mucho menos a mostrarlos tal cuál eran”.
Explicó que su decisión de llamarlos “mugrosos, delincuentes, cucarachas, de asquerosa gordura (El Teo), fue con la intención de que la sociedad se diera cuenta de quiénes eran en realidad aquellos a los que algunos sectores de la sociedad estaban idealizando y poniendo como ídolos o modelos a seguir.

Esto fue parte del combate que se dio contra esos grupos: No era sólo perseguirlos y enfrentarlos, dijo, sino que se les debía golpear de manera incesante, constante, en sus estructuras operativa, financiera y “mediáticamente”.

Habló directamente con intérpretes de narco-corridos

Lo que sigue ahora, insistió, es recuperar los espacios y quitar la sub-cultura del narcotráfico que se arraigó dentro de la sociedad. “Ya no escucho narco-corridos en las calles y cuando vienen (los cantantes) a Las Pulgas, los siento a un lado de mí y les advierto: Aquí no puedes cantar nada que promueva narco-corridos.

Reveló que gracias a los dueños de ese Centro de espectá&^%!@#$% que le han permitido platicar con los artistas, es que ha podido hablar directamente con ellos para transmitirles esta determinación. De esta forma, se entrevistó entre otros con El Komander y El Halcón de la Sierra “para establecer las condiciones de operación”.

Dijo que le han respondido “muy educados y han sido muy comprensivos”. Es más, le han agradecido esta decisión porque aseguraron que de esa forma trabajan “a gusto” porque ya no se sienten presionados y amenazados para cantarle un corrido “a alguien porque si no me va a matar al terminar el show”.

Al “sentarlos a dialogar” les hizo saber que si cantaban “una sola estrofa” de un narco-corrido los iba a detener y a correr de Tijuana y los artistas insistieron en que no lo hacen por decisión propia, ya que cuando van a sus presentaciones les llegan mensajes con consignas de apoyar a un grupo o hablar de “un jefe” bajo la amenaza de asesinarlos de no hacerlo.

Uno de esos artistas, en su presentación en Tijuana, en una canción donde se hablaba de 500 balazos “lo cambió por 500 flores”, confió el militar.

¿De los Tucanes? Esa es otra historia. Este jueves, comentaremos lo que piensa de este grupo musical y del resurgimiento de la violencia en la ciudad.

Sin embargo, advierte que en general se ha logrado cumplir las metas de este programa de seguridad, gracias también a la actuación del general Sergio Aponte Polito, que motivó la confianza ciudadana; al compromiso del gobernador que ha respaldado en materia de seguridad; al liderazgo del General Alfonso Duarte Múgica, del que dijo que ha apoyado a la policía municipal en todas sus acciones, lo mismo que ha hecho con las otras policías.

También por su atinada conducción del Grupo Coordinación de Baja California, desde donde se ha hecho un combate fuerte a la delincuencia organizada y sobre todo, al respaldo del actual alcalde Jorge Ramos, que pese a que “se que ha recibido fuertes presiones” se ha sostenido en su apoyo irrestricto a este programa.

Luego divertido responde la siguiente pregunta: “No necesariamente hago lo que quiero. Me subordino con el alcalde. Cada decisión que se toma y se ha tomado ha sido consultada con el presidente municipal. Le llevo argumentos y si lo convenzo se hace y… se ha sostenido.

Por eso su determinación: si recibe una invitación del futuro alcalde, espera que las decisiones que se adopten se respeten y sean tomadas de acuerdo a lo que necesita la ciudad.