*.- No funciona correctamente el acelerador lineal para radiaciones
*.- Tampoco surten los medicamentos recetados

TIJUANA BC 19 DE OCTUBRE DE 2021 (AFN).-Enfermar de cáncer de mama en Baja California se ha vuelto un arduo camino para las mujeres que son diagnosticadas con esta enfermedad. No sólo tienen que enfrentarse a la incertidumbre de cómo avanzará su diagnóstico, a la pérdida de empleo y a veces de pareja, sino que deben soportar el deficiente sistema de salud que hay en la entidad. 

En algunos casos, para las pacientes que son atendidas en hospitales de la Secretaría de Salud, no hay medicamentos para continuar con sus tratamientos de quimioterapia, en los peores escenarios, la máquina (acelerador lineal) para recibir radiaciones en Mexicali no funciona, lo que ha ocasionado que el cáncer regrese en algunas pacientes. 

Elizabeth Bautista, es una mujer de 44 años, paciente con cáncer de mama con metástasis en corazón, pulmón y hueso desde 2019, contó que desde junio de este año, su médico en el Hospital General de Tijuana, le informó que necesitaba iniciar sesiones de radioterapia por lo que tendría que trasladarse a Mexicali, debido a que en Tijuana no existe el aparato para realizar las radioterapias. Además, en julio le recetaron unas pastillas que son parte de su proceso de quimioterapia de las que no hay en existencia en el nosocomio. 

Cuando le informaron que necesitaría radiaciones, ella inició el papeleo correspondiente y le indicaron que tendría cita para el 29 de junio, sin embargo, cuando llegó a Mexicali, le dijeron que no podría recibir las radiaciones porque había una larga lista de espera, y que la máquina no estaba funcionando normalmente, que se seguía descomponiendo. 

“El señor Pérez Rico se comprometió con nosotros a resolver la situación, y en una entrevista, él había comentado que esa máquina sólo estaba fuera de funciones por tres semanas, entonces, eso pasó desde marzo, entonces él dice que sólo fueron tres semanas, lo cual no es verdad porque no se ha podido restablecer el servicio”, relató indignada. 

Explicó que cuando acudió a Mexicali iba por cinco sesiones -una diaria-, pero sólo le dieron una porque se descompuso la máquina, así que tuvo que esperar en la capital toda la semana hasta que volviera a funcionar la máquina. 

La señora Bautista recordó que en octubre de 2020 la enviaron a radiación en uno de sus senos, y en ese entonces le tuvieron que hacer un estudio para que le dieran sesiones completas tanto en el seno como en el hueso, pero no lo hicieron. 

La importancia de la radiación en su caso es porque la quimioterapia no llega al hueso, y el médico quería que no sufriera alguna fractura en el futuro, por ello la envió a hacerse radiaciones de manera urgente el año pasado.  

Detalló que si no recibe su tratamiento en tiempo y forma, todo el proceso que han llevado desde 2019 podría revertirse, por eso tiene preocupación de que existieran este tipo de retrasos, además que actualmente le han informado que no tienen medicamentos para que continúe con su quimioterapia. 

El problema inició en marzo de este año, porque en octubre de 2020 sólo le hicieron radiación en el seno, a pesar de que iba la instrucción de que se le practicara un estudio en los huesos, pero al no hacérselo, no tuvo acceso a la radiación en los huesos, hasta la fecha. 

Destacó que durante su estancia en Mexicali no tenía ni radiación, ni quimioterapia y tampoco tenían medicamentos para controlar el dolor. 

“Estoy en la lucha de que me den mi tratamiento como debe de ser. En julio que fui con mi médico me recetó una quimioterapia, pero no me la pueden comprar en Hospital General porque tiene un costo de 60 mil pesos”.

“Quiero vivir y quiero ser un caso de éxito como me dice mi médico, pero si no me dan el tratamiento como me lo deben de dar, esta no es una enfermedad de espérate poquito. A veces nos dicen que somos muy desesperadas, pero haciendo cuentas desde marzo que no funciona la máquina y hay papeles donde dice que la máquina no funcionó durante tres meses aunque ellos mientan. Son tres meses que si nos ponemos a pensar, en todo Baja California, las personas no tuvieron radiaciones”, sentenció. 

Rebeca Aguirre (quien será llamada así por temor a represalias), tiene 54 años y padece cáncer de mama. Fue diagnosticada hace dos años, actualmente acaba de pasar el proceso de radioterapia, luego de una cirugía y un tratamiento de quimioterapia. 

En agosto del presente año, le tocaban 16 sesiones, pero la máquina trabajaba uno o dos días a la semana, por lo que tardó más de cuatro semanas para recibir las sesiones completas, cuando tendrían que haber recibido las sesiones de lunes a viernes, y aunque hubo una semana que sí le dieron sus sesiones completas, durante dos semanas no le dieron sesiones y en una le dieron sólo tres.

Esta situación provocó que permaneciera en Mexicali por más tiempo del pensado, además que por parte del Hospital nunca les mandaron llamar cuando el acelerador lineal estaba funcionando, ella tuvo que ir a preguntar si ya estaban dando sesiones de radioterapia. 

La señora Aguirre vive en Playas de Rosarito, y durante las semanas adicionales que se tuvo que quedar en Mexicali, su esposo que es quien la acompañó y la cuidó, tuvo que pedir más tiempo en su trabajo. 

Una de las preocupaciones de la señora Rebeca es que dada la demora que vivió en agosto, el tratamiento no surta efecto y sea contraproducente. 

Contó que además de pérdida de tiempo, es pérdida de dinero, porque en el caso de ella cada semana gastaba cerca de dos mil pesos de gasolina al trasladarse de Playas de Rosarito a Mexicali, por lo que se vio en la necesidad de pedir préstamos en tiendas departamentales, mismos que le generaron intereses. 

De igual manera, mencionó que durante el proceso para tratar su enfermedad, ha tenido que esperar semanas para que les surtan medicamentos que son refuerzo a las quimioterapia, ya que no era posible comprarlos por fuera; duró hasta un mes y medio sin recibir el tratamiento que debería tomar cada 21 días. 

“Si saben que la máquina se les descompone cada dos semanas porque no tiene refaccionen extra, si saben que se va a batallar, para que no nos tengan esperando ni nos tengan estancados en Mexicali a los que no somos de aquí”, compartió en entrevista sobre su experiencia al recibir radioterapias. 

Daniela González (quien también pidió sustituir su verdadero nombre), tiene 38 años. Fue diagnosticada con cáncer en el pecho izquierdo, en agosto de 2020. Luego de una cirugía, llevó tratamiento de quimioterapia, y después de estar seis meses en lista de espera para recibir radioterapia, le volvió a aparecer un tumor maligno que le fue extirpado a principios de septiembre de este año. 

Describió que le hicieron una primera operación en el mes de septiembre de 2020; luego tuvo 8 sesiones de quimioterapia y posteriormente la pasaron a radioterapia, pero estuvo en espera por seis meses, ya que la máquina se descomponía y la mandaban a lista de espera, y a penas en este año le mandaron llamar, pero ya era muy tarde porque ya le había crecido otro tumor. 

“Me marcaron en julio y cuando me marcaron, a la siguiente cita cuando me iban a comenzar a dar las radiaciones, que supuestamente me iban a dar cita, me detecté el tumor nuevamente”.

“Una noche antes, ya estando en Mexicali, me detecté una bolita y le comenté al doctor y me dijo que no había problema pero que lo viera con mi doctor de cabecera; yo ya iba a comenzar con las radiaciones pero la máquina se trabó y me dijeron que en lo que me volvían a dar cita, regresara a Tijuana a hablar con mi médico, y en las siguientes dos semanas mi tumor creció bastante y me dijeron que ya no me iban a mandar a radiación, me mandaron a hacer otra vez biopsia y el tumor salió maligno”, indicó la señora González, quien fue operada a inicios de septiembre y ahora debe pasar nuevamente por una quimioterapia y radioterapia. 

Al igual que los otros testimonios, coincidió que la situación que se vive es porque les dicen que sí hay radiaciones, y que la máquina sirve, pero al llegar a Mexicali la realidad es muy diferente.

Asimismo, denunció que por parte de la Secretaría de Salud no se tenga empatía ante la situación que viven y lo complicado que resulta en muchas ocasiones, conseguir los recursos para hacer el viaje hacia Mexicali para que al final no les hagan ningún procedimiento. 

“Es triste porque una hace todo al pie del cañón como te dicen, el sufrimiento que te quita mucha movilidad en los brazos, muchas cosas que una estaba acostumbrada a hacer te lo quita, para que nos deje a medias con nuestro tratamiento no me parece justo, yo siento que están jugando con nuestra salud. Tengo dos niñas pequeñas que todavía me necesitan, entonces qué chiste tienen que yo vaya cada vez que me dicen, si ellos me van a parar el tratamiento así sin más”, manifestó la señora González. 

Los testimonios contrastan con las declaraciones hechas en junio de este año por parte del secretario de Salud en Baja California, Alonso Pérez Rico, quien aseguró durante una transmisión en vivo, que ya se había hecho una actualización al software del acelerador lineal, por lo que se podrían reiniciar las sesiones de radioterapia sin ningún inconveniente.

En cuanto a las cifras de mujeres que son atendidas por cáncer de mama y cervicouterino, la Jurisdicción Sanitaria número 2, indicó que tan sólo en Tijuana en lo que va del 2021 hay 70 mujeres en tratamiento, acerca de las defunciones no proporcionaron información. 

Sin embargo, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), con motivo del Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama, informó que en Baja California que hasta el 2020 se registraron 260 muertes a causa de cáncer de mama, lo cual fue un incremento del 59.5% en los últimos 10 años. Del total de muertes, el 2.7% no recibió atención médica antes de su fallecimiento.