Cuenta voces
Por: Armando Lares.
TIJUANA BC 11 DE OCTUBRE DE 2019.-Las movilizaciones estudiantiles, han sido el talón de Aquiles de políticos y gobernantes, muchas de ellas han impactado la trayectoria de algunos personajes y otras su trascendencia ha sido tanta, que han dejado una marca profunda a toda una administración.
Desde lo acontecido en 1929 con la huelga de estudiantes que finalmente logró la autonomía universitaria; el fatídico movimiento estudiantil de 1968, así como el movimiento conocido como #YoSoy132, o el caso de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos, cada uno, con sus particularidades, todos han surgido con la intención de hacer valer sus derechos, lamentablemente algunos de estos movimientos han terminado en tragedias. Estos acontecimientos, forman parte de la historia de conflictos entre estudiantes y autoridades.
Nuestra entidad se había mantenido ajena a estos movimientos, si bien es cierto se tiene el registro de algunos, ninguno había sido tan vigoroso. Hay quienes dicen que, por muchos años, el todavía partido oficial, controló los hilos que mueven la universidad, desde su junta de gobierno, patronato, rectores y hasta líderes estudiantiles, manteniendo una aparente calma, la cual llegó a su fin con los excesos del sexenio que en menos de un mes habrá de concluir.
Como si fuera necesario, esta administración se despide con un conflicto histórico con la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), derivado del adeudo de recursos etiquetados, no entregados, que, al inicio del mandato del actual rector, era de 906 millones de pesos, mismos que hoy se han acumulado en una cifra de 1597.4 millones de pesos.
Recursos que forman parte de los presupuestos anuales aprobados por el Congreso del Estado, pero que por alguna razón, el Gobierno del Estado no los ha transferido a las arcas de la universidad, poniendo en riesgo la admisión del 50% de alumnos de nuevo ingreso.
Lo que ha provocado que desde hace algunos meses haya habido amagues por parte de las autoridades universitarias, que públicamente empezaron a reclamar la falta de pago, obteniendo como respuesta del ejecutivo estatal, que el rezago era por la ausencia de recursos extraordinarios de las participaciones federales que se destinan a nuestra entidad.
Los dimes y diretes fueron escalando hasta llegar a este día histórico, donde miles de alumnos, catedráticos, administrativos y ciudadanos, abarrotaron la plaza donde se concentran los tres poderes del Estado. Desde temprana hora se empezaron a organizar estudiantes de las diferentes escuelas y facultades, para encaminarse hacia el Centro Cívico.
A su vez de manera casi simultanea una comitiva encabezada por el rector, Daniel Valdez Delgadillo, presentó ante el Congreso del Estado, una solicitud de juicio político contra el gobernador, Francisco Vega de Lamadrid, además de denunciarlo ante la Fiscalía General de la República (FGR) y ante la Procuraduría Estatal por la posible comisión de delitos tales como corrupción, abuso de autoridad, entre otros.
La marcha del orgullo cimarrón, con el lema; “La UABC no se detiene”, acaparó los reflectores a nivel local y nacional, nuevamente Baja California da destellos de que también somos una sociedad que levanta la voz, ya se había demostrado a inicios del 2017, con la marcha contra el gasolinazo y la Ley del Agua, hoy nuevamente quedo comprobado que cuando un gobierno pierde su rumbo, hay una sociedad dispuesta a encaminarlo.
Como era de esperarse, la marcha ha tenido muchos detractores, que argumentan que antes la universidad en complicidad entre rectores y autoridades, callaban ante situaciones similares, aunque probablemente tengan razón, en realidad eso viene siendo irrelevante, lo importante es que hoy con una movilización estudiantil nunca antes vista en la entidad, la universidad refrenda su autonomía.
Además de lograr que los 65,000 mil alumnos que conforman la matrícula, así como la mayoría de los 170,000 egresados, sintiéramos en la sangre, ver levantarse a una comunidad estudiantil en una lucha muy noble, que todos debemos respaldar.
Fueron cerca de 35 mil personas, las que salieron a exigir el cumplimiento de un derecho de todos los universitarios, pero también a poner el último capitulo del fin de un régimen, motivo adicional por el que los bajacalifornianos y particularmente los que tenemos a la UABC como nuestra alma máter, recordaremos el 10 de octubre del 2019, como el Día del Orgullo Cimarrón.
Lararium: Siendo el Patronato Universitario los responsables de administrar, gestionar y vigilar con calidad los recursos de la Universidad Autónoma de Baja California, resultó extraña la ausencia del patrono Presidente, Gustavo Adolfo de Hoyos Walther.
El autor es Licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de Baja California, abogado titular del despacho jurídico Orden Legal, además de desempeñarse como consultor en materia legislativa, en su trayectoria ha sido reconocido con el premio estatal de la juventud, fue campeón estatal de debate político juvenil y participa como asesor en Organismos de la Sociedad Civil y es orgullosamente cimarrón. Twitter: @ArmandoLares.
Esta columna no refleja la opinión de Agencia Fronteriza de Noticias, sino que corresponde al punto de vista y libre expresión del autor.
