Así lo pidió y ahí estuvimos
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Así lo pidió y ahí estuvimos

TIJUANA BC - jueves 10 de octubre de 2019 - Marco Antonio Samaniego.
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Por: Marco Antonio Samaniego

TIJUANA BC 10 DE SEPTIEMBRE DE 2019.- Alrededor de 35,000 habitantes de Baja California, en su mayoría estudiantes de la UABC, estuvimos presentes cuando se anunció uno de los actos de singular importancia política para la entidad: solicitar de manera formal el juicio político a un gobernador que no cumple con la ley. Aunado a ello, ante la Fiscalía General de la Republica y la Procuraduría General de Justicia del Estado, se acusó penalmente a Francisco Vega por los delitos de peculado, corrupción y abuso de autoridad.   

El mensaje de la manifestación es claro: no se va a ir el gobernador, que no ha cumplido con las obligaciones que le corresponden, a descansar a su casa, como si los delitos cometidos no tuvieran efectos. No cumplir con la ley debe tener consecuencias para quien ocupa una representación con obligaciones sustentadas en el estado de derecho. 

No puede irse con el anunció de ya terminé, ya me voy y arréglense como puedan.  No doy explicaciones de por qué, pero no cumplí con la norma y me voy con mi pensión  y mis negocios, inmobiliarios según se maneja en la prensa, para disfrutar de mi familia, como si el daño hecho no tuviera consecuencias de orden social. 

En el México de hace algunas décadas eso sucedió con frecuencia. En los últimos años, con altas y bajas, se ha encarcelado a exgobernadores y se han ofrecido los espectáculos  públicos  - insuficientes - de quien  abusa de su poder y comete peculado. Para este caso, las pruebas son claras, dado que, quien admite no haber cumplido con la ley, es el propio representante del poder ejecutivo. Él mismo lo ha dicho públicamente, aunque se refugia en que la federación no ha cumplido, sin explicar porque no tuvo previsión alguna y quien de su equipo no supo o no quiso realizar la tarea  por la cual se le paga un salario. En cualquier caso, no se cumple con una responsabilidad ante los gobernados, todos ellos ciudadanos y responsables de sus acciones. 

Y desde esa condición de responsabilidad y madurez – sin pintas, sin destrozos, sin basura – 35, 000 bajacalifornianos  dieron una clara muestra del  agravio que se vive ante una condición  de simplemente levantar los hombros y decir, no pago. Ese no es honrar  un cargo de representación, mismo que está sustentado en la legitimidad de representar a los gobernados. No se puede decir, no hice la tarea, me voy  y  a ver quién arregla el desastre que hice. 

No es posible determinar qué sucederá en los próximos meses con respecto a quien muy pronto dejará de ser ejecutivo estatal. Si el procedimiento legal tiene éxito, lo que se espera desde quien esto escribe, Francisco Vega será tema durante mucho tiempo, para vergüenza de sus compañeros de partido, que tendrán que cargar con un pesado lastre para constituirse en algún momento en una oposición seria. En el caso de que los procesos no sigan adelante, la recuperación política del mencionado, se ve imposible. En la memoria colectiva de  los 35,000 participantes, quedará una protesta  que marcará la intención de voto contraria al organismo ya indicado. Dicho de manera sencilla, esto no quedó en un día, es de consecuencias en el largo plazo.  

En cualquier caso, en los libros que se escriban,  en las conferencias que se den, será inevitable que uno de las primeras páginas se mencione, Francisco Vega, ¿por qué se le inició una demanda de juicio político?¿Por qué la universidad pública estatal, que resolvía  infinidad de problemas de orden social y político, se vio obligada  tomar un paso de tal relevancia? En cualquier análisis, incluso en los más benévolos, se mencionará que no cumplió con sus obligaciones. El Partido Acción Nacional tendrá que dar argumentos para justificar nuevos llamados al voto. Para Francisco Vega   será una marca con la que vivirá, ya sea en la cárcel, o ya sea en el eterno juicio de la memoria colectiva, como alguien que atentó directamente contra la educación superior. Eso, en cualquier caso, marcará su nombre en para la historia de Baja California. No será de otro modo. 

Así, pues, el pueblo de Baja California demandó acciones para que se cumpliera la ley. A pesar del tiempo, de las solicitudes, del reconocimiento del enorme adeudo, nada hizo el gobernador. Eso, lo confronta con sus propias palabras y manifestaciones, por ello, si paga las consecuencias de sus actos, será una larga página de vergüenza para la entidad y su partido. En el caso de que no tenga repercusiones penales, quedará en el basurero de la historia, como una muestra más de impunidad y desvergüenza, como referencia directa de que en este país, no cumplir con la ley, es posible.  Y en ese sentido, las páginas de la historia que aborden este periodo, siempre han de mencionar, inevitablemente, que no supo cumplir con su mandato. Así lo pidió y ahí estuvimos como parte de la protesta y para observar que la demanda del pueblo era legitima, congruente y  con sustento. Francisco Vega lo ha dicho, y tuvo y tendrá lo que pidió al no hacer cumplir la ley. 

* Marco Antonio Samaniego López.  Doctor en historia por el Colegio de México.

Esta columna no refleja la opinión de Agencia Fronteriza de Noticias, sino que corresponde al punto de vista y libre expresión del autor

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