Por: Marco Antonio Samaniego

TIJUANA BC 19 DE SEPTIEMBRE DE 2019.-Hace algunos días publicamos de nuestra falta de objetividad al ver la escandalosa cantidad que el gobierno del estado debe a la Universidad Autónoma de Baja California. Por ser egresado de la misma  en dos licenciaturas, por trabajar desde hace ya tres décadas en la misma, por haber sido investigador, profesor, director, becario,   consejero de comisiones, por todo el apoyo para realizar el posgrado y una larga lista que llenaría esta columna, es claro que nos  resulta imposible ser objetivos. 

Hace varios meses, Raúl Reynoso Nuño, director de comunicación social del gobierno del estado, envió un documento a la editora de AFN noticias, mismo que transcribo en la forma que lo recibí: 

17 horas · Felicito a MARCO ANTONIO SAMANIEGO y a AGENCIA FRONTERIZA DE NOTICIAS por hacer un análisis serio y profesional sobre el tema del AGUA EN BAJA CALIFORNIA. No cabe duda que es fácil ser un columnista populista; de los que escriben a contentillo de alguien, sin pruebas ni rigor periodístico, de los que golpean solo para ganar un respaldo falaz. Muy difícil ser objetivo y realista como lo es SAMANIEGO. Les recomiendo leer su artículo. 

La reconocida periodista Dora Elena Cortés me lo hizo llegar por vía electrónica y nunca pensé que lo utilizaría para algo.  Pero en esta ocasión, creo que es pertinente en función de la gravedad de la situación.  El texto al que se hace referencia, es  la columna que en AFN me publican desde hace tres años.  En el escrito  indico que un sector de los grupos que protestaban en contra del gobernador por el tema de la minuta 323, lo hacían en el lugar incorrecto, dado que dicho asunto  era la Comisión Internacional de Límites y Aguas, organismo que es  el responsable de las decisiones de orden binacional en relación a los ríos internacionales entre México y Estados Unidos.  El gobernador no tiene injerencia en ello, aunque sí es el responsable del organismo operador para el servicio de agua.  

Así, quien esto escribe, y agradeciendo el comentario del director de comunicación social del gobierno del estado, se declara poco objetivo por el tema de la enorme deuda a la UABC de 1, 541.9 millones de pesos, al 13 de septiembre de este año.  Mi vida está profundamente vinculada a la Universidad, por tanto, me resulta difícil lograr lo que el director de comunicación social indica, ser objetivo. Es decir, pensar en los efectos por la falta de recursos que investigadores, profesores, estudiantes, becarios, programas de posgrado, no tienen en este momento, es difícil de medir. No tengo la menor idea de cómo podremos  calcular los efectos de esta condición de inseguridad por la falta de cumplimiento de la ley.

También, por las escasos sino que es nulos argumentos de  porque la educación superior no es importante para el representante del poder ejecutivo, mismo que, por cierto, juró respetar y hacer respetar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como la del Estado de Baja California. 

Lo único que puedo decir es que si otros gobernadores hubieran fallado, habría sido imposible realizar la investigación que ha permitido conocer a fondo aspectos como, por ejemplo, el agua en Baja California, ese tema que se indicó, era visto con objetividad por parte de quien esto escribe.   Imagino a otros profesores- investigadores universitarios, sobre todo los jóvenes, que ven imposibilitados en  realizar sus proyectos porque no se cumple con lo establecido en la ley. Es decir, no pueden realizar  sus avances porque no hay forma de obtener recursos.  Así, tesis doctorales, análisis de materiales,  sistemas de computación, elaboración e implementación  de metodologías  y  numerosos temas, deberán esperar para ver si se cumple con lo establecido en la norma. 

No se puede ser objetivo cuando peligra la admisión de estudiantes, el mantenimiento de equipos o materiales de diverso orden. Los miles de temas que  se abordan en la universidad, requieren, en efecto, de objetividad, seriedad y pertinencia. Pero algunos tendrán que esperar, o como ha sucedido, ya hay actividades que no se pudieron realizar y el tiempo no permitirá retomarlos.  Dicho de manera sencilla, lo que está en veremos es el futuro de la entidad. Y sí, soy subjetivo; un numero indica que es complicado serlo: 1, 541.9 millones de pesos. 

* Marco Antonio Samaniego López.  Doctor en historia por el Colegio de México.

Esta columna no refleja la opinión de Agencia Fronteriza de Noticias, sino que corresponde al punto de vista y libre expresión del autor