Carpa Política
Por: Andrés Tapia

Como sabemos, en próximas fechas se habrá de definir el futuro de los próximos años en nuestro País, las elecciones presidenciales que se enmarcan en nuestra Constitución y Código Electoral, tienen lugar cada 6 años, al igual que ocurre en todas las entidades federativas para elegir a la fórmula de quienes integraran el Senado de la República.

El grosor de las encuestas arroja una clara ventaja para uno de los candidatos a la Presidencia de la República, pero poco se sabe sobre las encuestas que señalan las condiciones de la elección sobre partidos políticos y sus candidatos, principalmente a senadores.

Como ciudadanos responsables, deberíamos cuidar a detalle la forma en la que elegimos a nuestros legisladores, ya que la oportunidad de escoger a un Senador es idéntica a la de Presidente de la República, es decir, solamente emitimos el voto por única ocasión cada seis años y el encargo de quienes forman parte del contrapeso del Ejecutivo Federal, en términos de los poderes de la Unión, abona o resta a la vida política del País.

A lo largo de la historia de las sociedades mundiales, el Senado ha sido el representante popular por excelencia, en la antigua Roma, el Senado fungía como la balanza que sostenía la relación entre el imperio y la sociedad romana, en el Senado se depositaban los intereses del pueblo, así como la voz de quienes dictaban el rumbo propuesto para el emperador en turno.

Actualmente la figura del Senado en nuestro País obedece a intereses de partido, en dónde la Cámara Alta se integra gracias al voto dirigido y completamente influenciado por el voto para Presidente de la República, olvidándose por completo del espíritu y la función del mismo.

En estricto sentido, los dos poderes de la Unión electos por voto directo deberían tener diferentes métodos de elección, empezando por diferenciar las fechas en las que se elige al Ejecutivo Federal y a los senadores, empatándose la misma con la elección correspondiente para renovar la Cámara de Diputados, tal como se hace en las denominadas elecciones intermedias, desde dónde se parte con clara diferencia el voto que se emitirá para diputados cuyo encargo dura sólo la mitad que en el caso de senadores.

Usualmente, los mexicanos solemos decir que estamos ante un estado de indefensión cuando nuestro rumbo no va bien y nos arrepentimos por la forma en la que votamos, sin embargo, aún no hemos terminado de hacer conciencia que el Congreso Mexicano es decisivo en dicho rumbo y las decisiones del País, así como en el equilibrio de poderes.

Las pasadas modificaciones a la reforma política quedaron muy cortas a las grandes necesidades que tenemos en el sistema político mexicano, de poco valieron los más de 12 años que duró en funciones una comisión especial en la Cámara de Diputados, para analizar la reforma política y todo el presupuesto que en ella se ejerció, ya que el partido con mayoría en el Congreso (PRI) decidió hacer uso de esa mayoría conjugada con el Partido Verde Ecologista, para aprobar una reforma política que les permita tener unas elecciones a la medida en este próximo año 2012.

Sin importar el presupuesto ejercido por ellos mismos, las necesidades de un país cada vez más politizado y las carencias de nuestro sistema latentes desde los escritos del gran Roderic Ai Camp, quien ha dado cuenta de los grandes problemas ocasionados por la forma de conducirse del PRI.

Como siempre, les agradezco su tiempo de lectura y espero sus comentarios al correo electrónico [email protected]. ¡Saludos!!

(Andrés Tapia, es analista político y asesor legislativo en el Congreso de la Unión)