Por: Dr. Marco Antonio Samaniego López*

TIJUANA BC 14 DE MARZO DE 2019.- La noticia de ser la ciudad más violenta del mundo ha generado numerosas opiniones en los últimos dos días. En repetidas ocasiones, es estas páginas, indicamos hace dos años que estábamos en el quinto lugar a nivel mundial y que era necesario tomar medidas de otro tipo para no ascender en tan lamentable estadística. 

Hoy estamos en el primer lugar mundial. Poco honor, pero sobre todo poca estrategia. Es probablemente el indicador más deleznable  sobre una sociedad, dado que refleja una condijo n de inseguridad con múltiples aristas.  Las razones están vinculadas a procesos nacionales dado que los grupos que  operan en el tráfico de drogas, por ejemplo, son amplias redes que no se pueden circunscribir a un  sólo espacio.  Es toda una complejidad que habla del país, de la condición de frontera y de la incompetencia para afrontar una realidad. 

Los argumentos de las autoridades son demasiado simples. El presidente municipal en funciones, mismo que pronto iniciaría la primera campaña de reelección en la historia de la ciudad, Juan Manuel  Gastélum asegura que el error  se encuentra en que se han sumado los asesinatos en los municipios aledaños, es de suponerse que se trata de Playas de Rosarito y Tecate. La pregunta es ¿por qué hace dos años, no se indicó que el quinto lugar no era el indicado por la razón apuntada?  De ser cierta la afirmación, ¿cuántos son los asesinatos en Tijuana y cuál es el índice de impunidad, es decir, cuantos no son atrapados los culpables? ¿Quién o quiénes son los responsables de  registrar las cifras para esta ciudad y por qué no nos informan en qué consiste tamaño error que lleva  a dicha condición a nuestra ciudad? 

La respuesta es demasiado simple y electorera en el camino fácil. Es un ataque a  su campaña próxima a comenzar.  Es colocarse en el papel de víctima y no en el de informar a la ciudadanía con datos oficiales y sustentados de que tal error se efectúa. De antemano  las instancias que llevan a cabo las estadísticas se sumarían a la cadena de impunidad por dar información errónea ante  organismos internacionales.  Si todo es con dolo, ataque personal y mera propaganda, las pruebas que sustenten tal afirmación deben hacerse públicas. 

Sin duda, para  iniciar una campaña,  la información que ofrezca puede darle esperanzas de contender en la primera ocasión que se presenta la posibilidad de reelección. Sino, cada día de campaña será un pesado fardo difícil de cargar. Además, el tipo de crímenes no son responsabilidad sólo del alcalde. El  Dantesco dato de ser la ciudad más violenta, incide de manera directa en  las instancias del orden federal y estatal.  Con su declaración hizo del tema un asunto sólo del alcalde, cuando en realidad es un tema de coordinación entre diferentes instancias. Una declaración que nos hable de coordinación, responsabilidad, planes en  marcha, proyectos sobre el mejoramiento del tejido social, hubiera sido más afortunada que culpar al momento electoral  mientras el  semefo es rebasado por la cantidad de cuerpos que llegan todos los días desde hace varios años. 

Diferente, pero  con ciertos rasgos de semejanza en la declaración de la presidenta de Morena, Yeidckol Polevnsky Gurwitz. Nos informa lo que ya sabíamos, que en el partido se ¨infiltraron muchas sabandijas¨,  para citar sus palabras.  Advierte a los militantes de Morena, cerrar filas, porque se ha colado muchos que  al  considerar la posibilidad de acceder al poder, desean y/o venden candidaturas. 

Es decir, la encargada de un instituto  político, nos dice que el órgano que dirige, tiene tantas fisuras  que no logra detectar a los numerosos interesados que llama a los militantes a hacer lo que ella no realiza. ¿Y con quien se van a cerrar filas? ¿Entre quienes? ¿Cómo se van a detectar las ¨sabandijas¨  y que organismos institucionales existen para realizar la labor de sabandijo-detectores? 

Si se tratara de un partido que se sostiene solo con el  dinero de los miembros, el problema sería menor, pero la encargada de un partido político sostenido con los impuestos de todos los mexicanos, no puede dejar una frase tan ligera y  pedir que otros, quien sabe quién ( los detecta-sabandijeros) le hagan su trabajo. 

Las preguntas que cuando menos surgen para quien esto escribe es ¿cómo se puede jugar con la  democracia  y con la representación de esta manera? Es tirar la piedra   y salir corriendo sin ver. Es dejarle a quien sabe quién bajo mecanismos de quien sabe cómo,  la decisión de cargos de responsabilidad que implica decisiones de millones de mexicanos.  Sin duda, Morena tiene  que vivir una depuración significativa, pero la falta de institucionalización  hacia su interior es una medida que se impone en pronta fecha. Sino, se van a quedar las ¨sabandijas¨ con el partido y de nada sirvió hacer historia juntos. Se volverá  más del PRI o del mismo PAN, es decir, aquellos que con su fracaso, llevaron al poder a Morena y quienes con su indolencia, nos dicen que Tijuana es una ciudad segura porque los que hablamos estamos vivos. Pero eso es sobrevivir, nada más, no atacar el problema. 

Marco Antonio Samaniego López.  Doctor en historia por el Colegio de México.

Esta columna no refleja la opinión de Agencia Fronteriza de Noticias, sino que corresponde al punto de vista y libre expresión del autor.