DESDE MI SOFÁ
Por: Obed Silva (Militante del PRI)
TIJUANA BC 9 DE MARZO DE 2019.- Dicen que lo que mejor sabe hacer es hacerse el chistoso. Dicen que con ello se ganó el beneplácito de “su jefe político”.
Nada más que, como mal cómico, sus chistosadas no hacen gracia a los tijuanenses.
Cuando lo vi caminar como pingüino en medio de un restaurante haciéndose el chistoso, me di cuenta de lo dramática que sería su administración pero nunca imaginé que llegaría a lo patético.
El diccionario de la Real Academia Española define como patético a “algo que puede conmover el espíritu con vehemencia generando sensaciones como desconsuelo, congoja o nostalgia”.
A los pocos días de su mandato, el chistoso personaje provocó una vehemente desilusión no sólo entre quienes pensaron en que “él sí tenía experiencia” sino también entre sus más fervientes seguidores.
La ciudad pronto pasó al desconsuelo viendo la rapiña con la que el chistorete personaje empezó a medrar con el erario municipal para beneficiar a sus amigos.
A los tijuanenses pronto nos llegó la congoja al comprobar que poco o nada haría el chistoso personaje frente a la ola de asesinatos y crímenes que le fue heredada y que azota a la ciudad desde hace casi seis años.
Finalmente la nostalgia se convirtió en la esperanza de volver a un pasado inmediato que, con mano de hierro, venga a poner un orden militar. Lo anterior, sin considerar la funesta coincidencia entre el payaso y el militar quienes están convencidos que “los derechos humanos son solo para los humanos derechos” o lo que es lo mismo; “primero disparo luego averiguo”.
Pero todo esto promete ponerse bueno, ya que entre las chistosadas del payaso y las bravuconadas del militar se oye el galope de la Guardia Nacional que, como en la películas de vaqueros, llegará tocando su clarín para librarnos de los salvajes criminales.
Mientras tanto el chistoso sigue acumulado impopularidad con un promedio anual en 2018 del 86% de ineficacia de acuerdo a la encuesta nacional de seguridad pública urbana del Inegi.
Por otro lado el militar, quien es asesorado por los resquicios del magallonismo panista, deshoja una margarita y se debate entre convertirse en el Cuauhtémoc bajacaliforniano del PES o postrarse a los pies del Sol azteca para que le permita usar el registro que le propicie ser candidato.
En tanto acontece lo descrito, Tijuana seguirá debatiéndose entre miles de asesinatos, el crecimiento urbano desmedido, un tráfico vehicular infernal, servicios públicos caros e ineficientes, la descarnada corrupción de un panismo en decadencia y la desesperanza de un futuro poco promisorio en el ámbito de su gobierno municipal.
NOMAS POR JODER:
Al no funcionarle el photoshop ni el saco, regresó a la chamarra militar. Ahora se autoproclama como “el genuino actor del cambio verdadero”. Bien dicen que hay quien le prende a su casa con tal de ver arder la ajena.
La pregunta obligada es; ¿de donde saca dinero para su combustible este veloz pirómano?
Esta columna no refleja la opinión de Agencia Fronteriza de Noticias, sino que corresponde al punto de vista y libre expresión del autor.
