La no intervención como principio
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La no intervención como principio

Tijuana BC - jueves 21 de febrero de 2019 - Marco Antonio Samaniego López.
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Dr. Marco Antonio Samaniego López 

TIJUANA BC 21 DE FEBRERO DE 2019 .-La actual situación de Venezuela ha generado una postura del gobierno mexicano en base al principio de no intervención. Para algunos, la lectura es que se trata de un apoyo al gobierno de Nicolás Maduro, para otros, una condición que es tradicional en el gobierno de México, sobre todo durante los años del gobierno del PRI, en referencia directa al reconocimiento de Cuba en la década de 1960.

Algunos autores le han dado el nombre de ¨Doctrina Carranza¨, otros se lo otorgan a Genaro Estrada, quien a principios de la década de 1930 le dio sentido a varios puntos de la agenda internacional de nuestro país. Por otra parte, en un ámbito más amplio, connotados internacionalistas indican que fue el presidente de Estados Unidos, Woodrow Wilson, quien, terminada la Primera Guerra Mundial, en uno de los catorce puntos, manifestó el tema de la no intervención. Sin duda, que lo realizara Woodrow Wilson, uno de los presidentes que no dudó en intervenir en Haití, México y República Dominicana, tiene un alto grado de ironía. Si comparamos sus intervenciones con las de sus antecesores, Roosevelt y Taft, Wilson no se quedó atrás. Además de mantener la intervención directa en Cuba y Colombia. Por cierto,
Wilson, - como mera coincidencia – fue connotado miembro del Ku Kux Klan convencido de la supremacía blanca.

Sin embargo, fue en la intervención en Filipinas, a fines del siglo XIX cuando, luego de la ¨ayuda¨ en la lucha en contra de España, los filipinos demandaron la no intervención en sus asuntos. Emilio Aguinaldo, entre otros, se resistieron a que se mantuviera la ¨ayuda¨, y surgieron los movimientos de liberación nacional y la no intervención como banderas. En el sur de California, las organizaciones de trabajadores, los socialistas y algunos populistas, apoyaron el tema de la no intervención. Algunos formaron la liga anti-interferencia, con la clara intención de no apoyar las propuestas anexionistas que surgían en la misma zona tanto en referencia a la Baja California como a México en general.

En ese contexto, uno de los mayores antiintervencionistas fue John Kenneth Turner, quien se volvió famoso en 1910 por sus artículos identificados bajo el título de México Bárbaro, mismos que después formaron un libro con ese nombre. Kenneth Turner, apoyó el movimiento armado en Baja California, aunque no tuvo las posturas anarquistas de varios de los miembros del Partido Liberal Mexicano. Turner, en varias ocasiones fue detenido por dar órdenes desde Calexico a los hombres que ocuparon Mexicali en enero de 1911. Compró armas de desecho en San Diego y poco después, decidió apoyar a Francisco I. Madero. Sus ligas con el PLM se rompieron y como los socialistas en general, fue criticado por los anarquistas del PLM.

Años después, luego de ser un vocero de Carranza, escribió el libro Hands Off México, frase que en la actualidad utiliza Nicolás Maduro para indicarle a Trump que abandone sus ideas de intervenir en el país que gobierna a duras penas. Un autoritario le dice a otro autoritario qué hacer.

La no intervención es intervención, pero el principio es importante sostenerlo.

Mencionar el caso de John Kenneth Turner lleva la idea de observar como el que llamaba a no hacerlo lo hacía porque una dictadura justifica las acciones en su contra, y Díaz, como Maduro, son dictadores que perdieron legitimidad por las formas en que justificaron sus acciones para mantener en el poder.

Pero aunque se intervenga al no intervenir y llamar a no hacerlo, es una postura que es importante sostener porque detiene a personajes como Trump, o cuando menos condiciona su actuar. Wilson lo pudo hacer porque las debilidades de las naciones se lo permitieron en una  época marcada por el intervencionismo, pero en estos años, caiga o no Maduro, es desde nuestra perspectiva más importante sostener el principio. Es decirle a personajes patéticos como Trump que se contenga en su idea de decirle a otros cómo deben de vivir. Pero ¿es apoyar a Maduro? Yo creo que una lectura se puede afirmar que sí, pero somos de la idea de que el principio es más importante sostenerlo, sin que sea un apoyo a Maduro. Dicho de otra manera, Maduros puede haber muchos, personajes como Trump también, pero tratar de poner límites es más importante. Llevar adelante el principio no es fácil, pero en este caso, es para nosotros relevante para abrir el camino a la negociación.

* Marco Antonio Samaniego López.  Doctor en historia por el Colegio de México.

Esta columna no refleja la opinión de Agencia Fronteriza de Noticias, sino que corresponde al punto de vista y libre expresión del autor.

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