POLITEIA
Por: Javier Iván Maldonado Preciado
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TIJUANA BC 20 DE ENERO DE 2019.- Un prólogo triste hace introducción a la llegada de un proceso electoral completamente predecible y monótono, cuyo final es fácilmente intuido por quien dé lectura a los dos o tres capítulos iniciales de la tragicomedia electoral. Y es que para entender la novela titulada “2019”, solo hace falta leer la edición anterior “2018”, así entenderemos que la historia se repite.

Aunque suene extraño, en el año 2018 solamente el PAN tomó enserio el proceso electoral en Baja California. Conscientes de que eran poseedores de todos los diputados federales de mayoría y dos senadores por nuestra entidad, postularon a los mejores candidatos a la mano, para intentar frenar a MORENA. Por su parte, la alianza encabezada por el Movimiento de Regeneración Nacional postuló en algunos distritos a perfectos desconocidos, personas que a la fecha no recordamos que estuvieron en la boleta, pero que el “efecto AMLO” los arrastró hasta un contundente triunfo.

El PRI timó a sus candidatos, los estafó con profesionalismo. Anticipando el trágico escenario que se veía venir, postularon a su caballada más flaca, para que sean sus cuadros más inexperimentados los que recibieran el duro descalabro. Para algunos de ellos, este suicidio electoral asistido significó su debut y despedida, pues es difícil superar que fuiste un candidato de 10%.

2019 es más de lo mismo, pero los autores aprendieron a narrar la historieta con suspenso. El PAN intentará reelegir a la mayoría de sus diputados locales y alcaldes (incluyendo el de Tijuana, después de haber sido “bateados” por el Teniente Leyzaola), pues, en teoría, deben ser sus cuadros más competitivos, sin embargo, la legislatura local no se encuentra bien evaluada y los gobiernos municipales acumulan un alto grado de rechazo.

Para disputar la gubernatura, los panistas intentan contactar con Hernández Niebla, personaje de renombre y seriedad, sin escándalos de corrupción (o por lo menos ninguno público), pero cuyo principal obstáculo será el mismo que enfrentó José Antonio Meade en la campaña presidencial: debe aprender a ser político durante el proceso y si no lo logra con prontitud, puede verse rebasado a mitad de la elección.

Las otras dos opciones del PAN siguen siendo De Hoyos Walther y Jorge Ramos, aunque se encuentran “en la banca”, esperando poder relevar a Hernández Niebla, algo así como el alcalde de Tijuana con Julián Leyzaola. En otras palabras, son vistos como la caballada flaca.

En MORENA ya tienen candidatos, aunque solo al gobierno de la entidad. Jaime Bonilla será el candidato de unidad a la gubernatura, a la espera de ver si Jaime Martínez Veloz se “disciplina” y desiste de sus intenciones por registrarse como pre candidato de dicho instituto.

El comité ejecutivo nacional de MORENA se encuentra decidiendo los municipios donde contendrán mujeres. De antemano se anticipa que serán tres candidatas y dos candidatos a las distintas alcaldías del Estado.

Para esta elección, se repite como mantra que el “efecto AMLO” ya no beneficiará a los candidatos de su partido, pero lo cierto es que ahora es peor para los partidos tradicionales, ya que, al ser gobierno, tienen diversas herramientas e instrumentos a su alcance, mismos que antes no poseían y que benefician enormemente a los candidatos de MORENA, por ejemplo, se han implementado diversas políticas públicas en beneficio específico de la entidad, las cuales entraron en vigor este mismo año electoral. Además de que Andrés Manuel ha estado pendiente de visitar la entidad.

Lo que ha añadido sabor a esta tragicomedia es la conformación de la coalición entre el PES, el PRD y el PBC, cuyo principal atractivo es la candidatura del Teniente Coronel Julián Leyzaola a la alcaldía de Tijuana y el principal rival a vencer en la ciudad. Sin haber definido el resto de partidos a sus candidatos, el teniente coronel arranca liderando casi cualquier sondeo en redes sociales.

Sin embargo, al resto de los municipios, distritos y gubernatura, dicha coalición no ha anunciado pre candidaturas de la misma talla que el teniente, por lo que corren el riesgo de solamente ser competitivos en Tijuana.

Por último, el PRI se perfila para postular nuevamente a su caballada flaca a las alcaldías y distritos, pues -salvo el respetado empresario Bustamante Anchondo- parece que nuevamente sus candidatos serán jóvenes, a quienes les hacen creer que la idea de ser candidatos es suya, pero en realidad obedecen a otro tipo de intereses. Eso sí, es necesario que tomen enserio el proceso, ya que se encuentra en juego el registro como partido y las prerrogativas.  

Para finalizar, me gustaría hacer una reflexión desde mi trinchera como analista político. El escenario político-electoral actual en Baja California está por privarnos de vivir una elección de verdad, es decir, competitiva, que se decida hasta los últimos minutos del recuento de votos y con impugnaciones por márgenes estrechos de victoria.

No me mal entiendan, para que alguien gane las elecciones primero debe celebrarse la jornada electoral y hasta entonces todo puede suceder, sin embargo, la probabilidad de que ello suceda es muy reducida, pues los mejores candidatos de los partidos tradicionales no van a estar en la boleta. Tan no estarán en la boleta que tanto PRI como PAN han barajado personajes externos para intentar competir.

Por ejemplo, Fernando Castro Trenti, uno de los mexicanos con mejores relaciones públicas y privadas alrededor del mundo y que por muchos años ha sido protagonista de la vida pública de la entidad, no participará activamente en el proceso.

De no ser nominado como el candidato del PAN al gobierno del Estado, Jorge Ramos Hernández no apoyaría a ningún abanderado “Kikovegista”, e incluso se especula que podría apoyar la candidatura de Leyzaola, personaje muy cercano a él.

Es un hecho lamentable que Marco Antonio Blásquez esté por quedarse fuera de toda candidatura importante, pues el Partido del Trabajo confirmó su alianza con MORENA, que tendrá en sus manos la nominación de candidatos a alcaldes y gobernador. Junto a Fernando Castro Trenti, Jaime Bonilla y Jorge Hank Rhon, Marco Blásquez fue uno de los “cuatro gigantes” que en su momento parecían imbatibles en sus aspiraciones por lograr la alternancia en el Estado. Como sostuvimos antes en POLITEIA, su no aparición en la boleta abona a la unidad del voto progresista, pero una sola alternativa de izquierda disipa la obligación de que ésta se reinvente durante el proceso, con ideas modernas.

Como el caso del ex embajador de México en Suiza, el de Ramos o Blásquez, podemos detectar muchos más, pero mientras los partidos no se esfuercen por presentarse con sus facetas más fuertes, los ciudadanos seremos privados de vivir los procesos electorales con la máxima expresión de competitividad y democracia posible. 2019, es pues, una historia con final predecible.

Javier Iván Maldonado Preciado es egresado de la Licenciatura en Administración Pública y Ciencias Políticas por la Universidad Autónoma de Baja California, campeón nacional de investigación política y ex Presidente del Parlamento de la Juventud del Estado de Baja California.

Esta columna no refleja la opinión de Agencia Fronteriza de Noticias, sino que corresponde al punto de vista y libre expresión del autor.