Palco de Prensa
Por: Gilberto LAVENANT

Ayer jueves, a unas horas del inicio formal de la contienda electoral, podría decirse que en todos los partidos políticos y básicamente por los reacomodos obligados por las cuotas de género, en algunos, y en otros por la “bola” de coordinadores de campañas, de corrientes políticas contrarias o en pugna, el escenario, al menos en Baja California, casi era el caos.

En el PAN, en donde presumen de democracia, se sentía la molestia, el desconcierto, el enfado. Sus presuntos buenos “gallos”, Alejandro Monraz, en Tijuana, y Félix Ojeda, en Ensenada, eliminados de la contienda, sin derecho a nada. Sus suplentes, mujeres, hasta ayer no estaban del todo firmes, aunque el Consejo General del IFE ayer aprobó las listas de candidatos registrados.

El malestar se dió, en varios aspectos. Por una parte, por el retiro fulminante, por el despojo, podría decirse, aunque en el caso de Monraz, supuestamente fue voluntario. Félix Ojeda se aferró a la candidatura que había ganado en la contienda interna. Sus méritos, sus cualidades personales, su militancia partidista, no sirvieron de nada.

Otro aspecto de este pasaje político entre los panistas, fue la imposición de las sustitutas. Sin méritos suficientes, sin esfuerzo alguno, sin ser precisamente las mejores entre muchas aspirantes, al final nadie sabe la razón, motivo o causa por la que fueron beneficiadas.

Un tercer aspecto, es precisamente el motivo de la molestia, el coraje y decepción de las mujeres panistas, el que consideran tener mejores cualidades y méritos, para ocupar las vacantes. Seguramente varias de ellas no tendrán ánimos suficientes para realizar labores de proselitismo a favor de las impuestas.  

Debido a todo esto, ayer trascendió que Ernesto Ruffo Appel, e incluso Victor Hermosillo, el llamado “dúo dinámico”, los candidatos panistas al Senado, amenazaron con declinar sus candidaturas. El que tiene razón para ello es Ernest. Siendo de Ensenada, el “orgullo” del PAN a nivel nacional, le retiran al candidato ensenadense Félix Ojeda. Esto significa que en el CEN del PAN no le tienen ninguna consideración, ni respeto.

Ruffo es parte del comité de campaña de la candidata presidencial Josefina Vázquez Mota. Por él iba a iniciar su campaña en Ensenada. ¿Con qué cara va a ver a los panistas ensenadenses, si para el CEN del PAN es un “cero a la izquierda” ? Por ello, seguramente, la amenaza del retiro.

Pero no crean que en el PRI, las cosas están mejores. Por una parte los efectos de los despojos de candidaturas, la incertidumbre, la desinformación de parte de los dirigentes. Por la otra, los celos, el grupismo, el exceso de coordinadores que no se coordinan ni ellos mismos. Las dos fracciones priístas, prácticamente en pugna.

David Saúl Guakil, coordinador general de la campaña de Enrique Peña Nieto en Baja California, recargado en la fracción hankista. Sus cercanos, identificados abiertamente con el empresario de los casinos.

René Mendívil, coordinador de coordinadores, al haber sido designado por el CEN del PRI como delegado especial y encargado de la dirigencia estatal priísta. Las estructuras partidistas, responden a sus órdenes. El líder moral de esta fracción priísta, por llamarle de alguna forma, el Senador Fernando Castro Trenti.

Esto es algo así como “juntos, pero no revueltos”. Se percibe que no se entienden, que no se atienden, que cada quien jala por su lado. Hay priístas que no saben a quien hacerle caso. Esto, al inicio de la contienda formal, es terrible. Es casi el caos político.

Cabe observar que hay candidatos priístas que aunque se conocen o incluso son parte de una misma fórmula, no saben qué van a hacer, cuál es su programa a desarrollar en la campaña. Quizás suponen que como el candidato presidencial priísta, Enrique Peña Nieto, sigue apareciendo arribota en los sondeos de preferencias electorales, ni siquiera tienen necesidad de hacer campaña.  

No entienden, en el caso de los priístas, que si realmente quieren que su partido regrese a Los Pinos, en este 2012, deben realizar muchos esfuerzos, para convencer a los electores de que los candidatos tricolores son mejor opción que los de otros partidos.

Todavía hay muchos indecisos, aquellos que aún no definen sus preferencias electorales y aquellos que aún no están convencidos de acudir a las urnas a emitir su voto, si al final de cuentas va a ser más de lo mismo. El grado de abstencionismo en nuestro país es sumamente elevado.

Lo peor es que hay quienes están promoviendo en el país, el llamado voto blanco, o sea el no votar por ningún partido, como una forma de mostrar su desesperación, su inconformidad, su malestar por las condiciones prevalecientes en el país. Uno de los promotores de este movimiento, lo es el poeta Javier Sicilia, según lo anunció ayer en Cuernavaca. “Hay que ir a las urnas a poner el voto en blanco”, dijo, a la vez que indicó que esto será como una respuesta de la sociedad a la negativa del gobierno y de los partidos para construir una agenda de paz y justicia en México.

El poeta, asumiendo el papel de líder moral de los mexicanos, advirtió : “A México, le urgen, un cambio de políticas, una purificación de los partidos. Ya lo dijimos, no vamos a aceptar una elección más en estas condiciones”.

Y es que la verdad los políticos de todos los partidos, casi son iguales. Prometen mucho y cumplen poco. Hablan mucho y actúan poco. Entran pobres a la función pública y salen ricos. La corrupción, la impunidad, la negligencia o la ineptitud oficial, son males sumamente arraigados en las esferas políticas mexicanas. Una campaña no basta, para atender todos los reclamos sociales. Al menos no esta, en la que apenas al inicio, casi es el caos político.

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