Al filo de la navaja
Por: Raúl Ramírez Baena*
Jaime Rodríguez Calderón, el Bronco, llegó hasta donde está por la gracia del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), al interpretar la garantía constitucional del derecho de audiencia pasando por alto las ilegalidades que el candidato cometió en el acopio de firmas ciudadanas para apoyar su candidatura independiente. De hecho, en mi opinión, no debería estar en los debates ni en la boleta electoral. En fin, el hecho es que ahí está ya.
Lo que habrá que resaltar son las propuestas centrales del Bronco: cortar la mano a los corruptos y militarizar las escuelas preparatorias, lo que provocó de inmediato ser multicitado en los medios y en las redes sociales, sin faltar los inevitables e imaginativos memes.
Me parece que sus propuestas responden a una bien pensada estrategia electoral que intenta atraer el voto de algunos sectores del electorado:
Es muy probable que el Bronco haya copiado la estrategia electoral y el guion a Donald Trump, quien, contra todos los pronósticos, llegó a la Presidencia de los Estados Unidos con un discurso antisistema, antiinmigrante, antimexicano, punitivo, guerrerista, armamentista, atrevido y contrario a la universalidad de los derechos humanos.
Otro sector asegura, sin probar, que el Bronco está ahí puesto por decisión de Los Pinos y/o del sector empresarial duro, nacional y trasnacional, para hacer contrapeso y alimentar la guerra sucia contra AMLO. O bien, versiones tan atrevidas como la que dice que fue en la reciente fiesta de cumpleaños de Carlos Salinas de Gortari donde se tomó la decisión de darle la candidatura; que se negoció con el TEPJF para intentar frenar el avance del candidato de la Coalición “Juntos Haremos Historia” y otros rumores sin confirmar. Por lo pronto, el papel que jugó el Bronco en el primer debate alimentó las sospechas sobre estas aventuradas tesis.
Es seguro que al Bronco, a sus asesores y a sus promotores, les queda muy claro que no tiene la menor posibilidad de ganar la Presidencia de la República. Y en el casi improbable caso de llegar a la grande y se anime a presentar sendas iniciativas de ley al Congreso para reformar la Constitución, con el objeto de cortar la mano a los corruptos y militarizar la educación preparatoria, dichas iniciativas no tendrían la mínima posibilidad de prosperar, por ser inconstitucionales e inconvencionales (contrarias a los principios Constitucionales y a los tratados internacionales en materia de derechos humanos de los que México es Estado Parte), a pesar de que tuvieran gran apoyo popular.
Por todo lo anterior nos hacemos las preguntas: ¿Cuáles son entonces las verdaderas intenciones que se persiguen con esas atrevidas propuestas? ¿A quién o a quiénes beneficia el papel que juega el Bronco en este proceso electoral? ¿Qué hay, pues, detrás de la mano del Bronco?
* Director de la Comisión Ciudadana de Derechos Humanos del Noroeste
Esta columna no refleja la opinión de Agencia Fronteriza de Noticias, sino que corresponde al punto de vista y libre expresión del autor.