TIJUANA BC 2 DE ABRIL 2018 (COLEF María Eugenia González).- Describiré una experiencia tipo vía crucis (reflexión y sufrimiento vivido), con los Servicios Municipales de Monterrey al solicitarle dos árboles para sembrar en un área verde. La historia inicia cuando llamé al teléfono de atención a ciudadanos de Monterrey, para preguntar dónde podría solicitar 2 árboles para sembrar en el parque de mi colonia. Después de 3 llamadas no exitosas, a la cuarta -¡por fin!-contestaron para darme 10 extensiones diferentes y probar en cuál de ellas le corresponde este tema. Opté por la primera extensión para preguntar dónde podría hacer una solicitud de árboles para reforestar un área verde, indicándome uno de los empleados (después de preguntarle a otros tantos), a quién le tocaba este tema. Lo anterior me llevó a la extensión de la Subsecretaría de Educación Ambiental-quienes me indicaron que este tema es competencia de la Subsecretaría de Ecología-. Si bien fueron amables, me indicaron que para la donación de 2 árboles debería:
1. Dirigir una carta al licenciado solicitando la donación de 2 árboles, que habría que incluir la dirección, entre calles, ubicación con GPS, etcétera. Además de anexar fotografías de los pozos o agujeros donde plantaría los árboles. Dicho documento, lo debo llevar en horario de oficina al edificio Acero, porque no hay correo donde reciban y den respuesta a mi solicitud. Posteriormente, me darían una respuesta que en caso de ser positiva, tendría que ir por los árboles del tamaño y especie que indica el Reglamento de Protección Ambiental e Imagen Urbana de Monterrey.
2. Obtenidos los árboles, debo responsabilizarme del cuidado y riego de éstos, hasta que siga viviendo en esa zona.
Sin embargo, al hacer el análisis costo-beneficio, me resulta más barato comprar dos árboles, plantarlos y cuidarlos, que solicitarlo al Municipio, siendo que resultó tortuoso el proceso administrativo a seguir casi tipo vía crucis. Y siendo práctica, si yo compro unos arbolitos de especies locales, disminuye el tiempo, dinero por traslados e incluso la desilusión por la confusa y excesiva burocracia a la que uno se encuentra en el Gobierno Municipal.
Cabe señalar, que acorde a la página de internet de Servicios Municipales de Monterrey ( http://portal.monterrey.gob.mx/gobierno/servicios_publicos/funciones.html ), las funciones de la Secretaría de Servicio de Servicios Públicos de Monterrey son:
II. De Imagen Urbana
A) A) Inducir las acciones necesarias que permitan la participación de la población del Municipio en el embellecimiento de Monterrey;
B) B) Arborizar las áreas municipales utilizando árboles y plantas nativas de la región que requieran el menor mantenimiento.
Lo anterior me llevó a reflexionar, si mi intención es ser ambientalista, sembrar o plantar dos árboles sobre todo en parques porque capturan CO2, regulan la temperatura, proveen de agua en calidad y cantidad, generan oxígeno, amortiguan el impacto de los fenómenos naturales, protegen y recuperan suelos (estabilización de taludes), funcionan como barrera contra ruidos (disminuye el ruido hasta por 10 a 12 decibeles), y en general incrementar la biodiversidad y mejorar el paisaje, entre otros aspectos en las ciudades, ¿por qué si al Municipio le corresponde esta función, le hace tan complicado a los ciudadanos participar?
Con la participación ciudadana existe la ventaja, al menos económica para el municipio, que si son los vecinos los que riegan los árboles, éste se desliga del gasto correspondiente. Usted querido lector, ¿qué experiencia ha tenido al respecto? Y ¿cuáles serían las razones por las que plantaría un árbol en Monterrey?
Dra. María Eugenia González
Profesora-investigadora de El Colegio de la Frontera Norte, sede Monterrey.