Dr. Marco Antonio Samaniego López *

TIJUANA BC 26 ENERO 2018.- Sin agendas construidas, el pasadero para aquí y para allá está de moda. Nombres de unos y otros que deciden cambiar de  candidato para mantenerse en la vida política y de ser posible una candidatura. Si es plurinominal mejor, porque no es necesario hacer campaña. Eso de   ubicar la representación con el pueblo, es un problema de ubicación, la representación está en el presupuesto del que disponen los partidos y es ahí donde las decisiones se toman.

Al escuchar lo sucedido en Chiapas y los argumentos que ofrecen los involucrados, sobre no aceptar las imposiciones que llegan de la ciudad de México,  sonarían coherentes y lógicas si los miembros del Partido Verde, hubieran rechazado la  gran imposición mediante uno de los dedazos más obvios: José Antonio Meade.

Sin embargo la campaña (pre campaña, para cumplir con las hipocresías del sistema) inició precisamente en Chiapas y a los eternos aliados del verde ni en cuenta los tomaron. Eso nos explica una lógica de estos partidos, los principios aparecen cuando no nos dejan ni las migajas. Se hace política con los recursos del pueblo, pero sólo cuando no se cumplen las expectativas de futuro, se recurre al lenguaje del pueblo para indicar que es por ellos, por todos los chiapanecos en este caso. ¿Porque ante la imposición  del candidato (pre) no surgió este principio que hoy de defiende?  

Aquí hemos dicho que no es nada nuevo ni sorprendente que esto suceda. No se trata de buscar lógica en los personajes que lo hacen, sino de plantear que ante la falta de proyectos en los partidos, cualquier individuo puede pasarse de un lado a otro sin  argumentar la congruencia con los proyectos.  El dinero está ahí, fondeando los ires y venires,  con el placer del presupuesto partidista que los recibe con los brazos abiertos.

Debido a que los candidatos (pre, de nuevo) realizan sus actos para las notas de Facebook, instagram, Tweeter  y  programas noticieros de todo tipo, el tema de quien se pasa de un lado a otro se vuelve noticia. Es una andanada que tiene que ver con condiciones regionales o locales, pero que en el fondo, busca describir  a quienes los reciben. Los argumentos de los que se pasan son sencillos: en aquel partido que estaba, ya no porque  tal persona no representa los principios y valores.  No sorprende lo que se dice, la nota es que se van y se van, pero de un lado a otro.

Esto plantea un problema: quienes permanecieron en el partido, no son nota. Los que trabajaron durante años en la construcción de las candidaturas no salen en la foto. Nadie habla de ellos. Los que se pasan, por unos días son parte de las noticias y los comentarios. Pero los que estuvieron ahí, no aparecen. Y lo peor, las candidaturas pueden será para los que llegan de otro lado, como está sucediendo. Dicho de manera simple, me voy para allá porque ahí si me dan lo que quiero. Y si otros ven que les entregan las candidaturas, pues  vámonos y con ello, el ir y venir que en estos días se cumple   y que nos anuncia una vida política pobre y limitada.

Nada nuevo, hemos apuntado y sostenemos. El problema es que llegan a un cobijo presupuestal que no crea compromisos reales, donde las agendas están perdidas y se impone la inmediatez,  representado en la torta y la soda para quienes acuden a eventos que políticos que son un maquillaje  de  la pesadez de la vida política en que nos encontramos. Una democracia que se sostiene con alfileres y bajo los tweets de un  bebe-presidente como Donald Trump.

La lucha electoral en cualquier país tiene matices, sorpresas y condiciones específicas que se construyen desde los grupos que buscan el poder. La pobre identificación que existe con las agendas de relevancia, permite estos cruces de partidos que además son premiados con cargos al interior de las organizaciones. Mientras  exista este maridaje de partidos de estado, esto se mantendrá. Por desgracia, la opción de los independientes, no pinta.

* Marco Antonio Samaniego López.  Doctor en historia por el Colegio de México.

Esta columna no refleja la opinión de Agencia Fronteriza de Noticias, sino que corresponde al punto de vista y libre expresión del autor.