Dr. Marco Antonio Samaniego López *
TIJUANA BC 19 ENERO 2018.- No todo es negativo en la presidencia de Donald Trump. Cuando menos en un primer momento, amplios sectores consideran que el crecimiento de la economía es efecto de la presencia de dicho personaje. De igual manera, la modificación en el pago de impuestos, existen posturas que cuando menos en un primer momento, se consideran beneficiados por tal medida. Si en los primeros meses sobraron voces que no le daban un año en el cargo, Trump puede presumir que ya llegó y que en uno de los temas importantes, sí pudo llegar a un consenso con los republicanos, no con los demócratas.
Sin embargo, son numerosos los temas en que la controversia, el insulto, la majadería y el patán que siempre ha sido, dejan en mal a Estados Unidos. El liderazgo mundial se resquebraja cada vez que uno de sus comentarios insulta a personas de diferentes países, así como a los propios estadounidenses. Ha llevado al ejecutivo estadounidense a uno de los peores momentos de aprobación interna, pero también a una pésima presencia en el ámbito internacional.
Los miembros de su gabinete han vivido momentos difíciles, por no decir vergonzosos. Rex Tillerson, ha tenido que enfrentar negociaciones con un mundo que desconfía de las palabras del presidente. John F. Kelly, quien había puesto orden al interior de la casa blanca, hoy está siendo cuestionada su permanencia debido a sus comentarios totalmente contrarios a lo asentado por Trump con respecto a la posible construcción del muro. Kelly fue claro, México no pagará nada. No fue una brillante idea, simplemente dijo lo obvio, pero lo hizo ante una condición de un representante del ejecutivo que prefiere el escándalo y la pataleta a un proyecto de defensa efectivo y bien planteado.
Lo sucedido en corea deja mal parado a Trump. Un tema que ha sido motivo de conflicto constante, ahora se convierte en un triunfo pero no para el presidente estadounidense. Los coreanos van a participar en los juegos de invierno de manera conjunta. Un triunfo sin duda, esperemos que no momentáneo, que hace ver que los insultos y las amenazas generaron una idea que hasta hace poco era imposible imaginar.
Con ello la validez de su estrategia no encuentra respuesta. Mientras el amenaza e insulta a todo lo que se le ocurre, otros hacen política de altura. Con ello, la famosa base de Trump, que se siente traicionada, disminuye y no encuentra eco de sus aspiraciones de una Make American Great Again totalmente indefinida y sin proyecto real.
El peso de Estados Unidos en la diplomacia internacional es una realidad. No hay duda en la relevancia que tiene un mandatario de dicho país en las decisiones de orden mundial. El asunto es que las decisiones no van a pasar por un mandatario que bajo esas condiciones hace a un lado posibles propuestas de solución. Fuego y furia para cada caso. Fuego y furia para todos los países y todos lo que no sea noruegos. Pero los noruegos no se quieren y a vivir a Estados Unidos, donde en varias ciudades como Chicago o Detroit son centros de criminalidad relacionados directamente con el uso de drogas.
Un año en que las divisiones internas en Estados Unidos se han incrementado y por tanto, debilitan a un país que tiene arsenales de armas de todo tipo. Una de las afirmaciones del presidente estadounidense, es que lograría el respeto a su país. El resultado es el contrario. Menos respeto, menos congruencia y una constante amenaza de que cualquier cosa que se diga puede ser motivo de un tweet que demuestra los berriches de un ejecutivo que ha generado mayor incertidumbre en el mundo. Hawaii ya vivió momentos de tremenda tensión. Las alertas de la amenaza nuclear dejaron sin aliento a muchos durante más de media hora. Todo por sus tweets e insultos que dejan una estela de dudas y menos interesados en ser aliados de Estados Unidos. Sólo con la esperanza de que la reelección no llegue a darse.
La confrontación en varias localidades por las tensiones generadas por sus comentarios son claras. La duda de que escribirá genera tensiones que antes eran insospechadas. Incluso, el posible cierre del gobierno federal vinculado al tema de los beneficiados con el programa DACA dividen opiniones. Cualquier decisión que se tome, no le va a gustar a sectores numerosos. Y no tienen un presidente que convoque a la unidad, ni mucho menos que la logre. Se parece a otro país que yo conozco.
* Marco Antonio Samaniego López. Doctor en historia por el Colegio de México.
Esta columna no refleja la opinión de Agencia Fronteriza de Noticias, sino que corresponde al punto de vista y libre expresión del autor.