Por: Dr. Marco Antonio Samaniego López

El tráfico de seres humanos en la frontera México-Estados Unidos muestra una vez más  las paradojas de relación. La tragedia aparece como una condición que se repite a lo largo de los años para demostrar que muchas políticas públicas no han cumplido con las metas que en los cuadros de compromisos cumplidos, son sólo números que no necesariamente reflejan la cruda realidad. 

Hace  casi tres  décadas, el escritor de teatro Hugo Salcedo, con  la obra El  Viaje de los Cantores (1989) obtuvo el premio Tirso de Molina. La obra,  relata la tragedia, sustentada en acontecimientos de poco tiempo atrás (1987) de 18 mexicanos que murieron por asfixia en la travesía a Estados Unidos.  La puesta en escena fue desgarradora  y  la posibilidad de cómo aquellos mexicanos  sufrieron,  conmueve a cualquiera. La tragedia, narrada hace veinte ocho años, se ha constituido en un referente sobre el tema de la migración. 

Casi tres décadas después, las imágenes de numerosos mexicanos que salen de la caja de un  tráiler con evidencias claras del sufrimiento, ubican que muchas políticas públicas han fracasado. Demuestran una vasta red de implicados que obliga a una investigación a fondo. Una relación que sólo puede ser explicada por un conjunto de vínculos criminales en ambos lados de la frontera, en la que sólo mediante el establecimiento de redes  puede explicar que tantas personas estuvieran en ese lugar, abandonadas en las peores circunstancias, buscando un poco de aire para sobrevivir. 

Los costos de traslado que han indicado los sobrevivientes, 6,500 dólares por persona, llevan  a una posibilidad: autoridades de ambos países están en relación directa. Algo salió muy mal en la organización criminal y el asunto de volvió una tragedia que llegó a los medios de comunicación. 

Las preguntas que las autoridades deben responder son de diversa índole. Una caja de tráiler no pasa la frontera sin que existan un conjunto de requisitos. Circular en dichas unidades requiere de inversiones significativas y de coordinación. ¿Cómo tal cantidad de personas fueron ubicadas de la manera comentada, para ser trasladados en territorio de Estados Unidos? Las duras autoridades de la patrulla fronteriza tendrán algo que decir al respecto y ojala la información se vuelva pública.   Pero un tema aparece cuando menos como duda: ¿son incorruptibles, como pretenden mostrarse? Y si no, que error. 

La tragedia está enmarcada en un conjunto de temas que tienen más de un siglo de repetirse, pero que en las últimas décadas son un tema que ubica a nuestro país en el contexto internacional. Los migrantes que intentan ingresar de manera ilegal a Estados Unidos, restan credibilidad al sistema político de nuestro país.  Son individuos – algunos niños – que arriesgan su vida para cruzar el límite fronterizo. En este caso, la tragedia se volvió pública. 

En la larga duración, varios miles han vivido experiencias semejantes. Durante más de un siglo la historia se ha repetido con matices, con ascensos y descensos en un proceso que genera indignación. La práctica, cuestiona los procesos políticos y económicos de nuestro país y se convierte en una constante que no debe ser nota de unos cuantos días.  

El estacionamiento de  un Walmart, de San Antonio, Texas, se vuelve una paradoja: la frase de remember the Alamo se quedó en el lenguaje estadounidense para indicar que algo no debía repetirse. Si bien, lo que ellos dicen sobre el tema está lleno  imprecisiones,  la frase se ubicó en su imaginario nacional.  No creo que remember Walmart se vuelva parte de nuestro lenguaje, no le veo futuro. Pero ojala se recuerde, para que no vuelva suceder. 

* Marco Antonio Samaniego López.  Doctor en historia por el Colegio de México.

Esta columna no refleja la opinión de Agencia Fronteriza de Noticias, sino que corresponde al punto de vista y libre expresión del autor.