PAN Y CIRCO.- Por Francisco Ruiz, “RuHe”.

12 de Febrero de 2012
Cartas sobre la mesa

Como es del dominio público, Josefina Vázquez Mota logró salir victoriosa en la contienda interna del PAN, y con esto al fin tenemos la terna completa de los virtuales candidatos. Lo que más me agrada, es que finalmente tenemos tres opciones reales, y no falacias derrochadoras; bueno nos falta el candidat@ de la “maestra” Gordillo.

Los preceptos de nuestra Carta Magna y leyes electorales nos permiten a los ciudadanos organizarnos y formar alternativas de voto distintas a las actuales, sin embargo, a lo largo de la Historia de nuestro país se ha reducido a dos vertientes: liberales y conservadores.

No es necesario citar pasajes o personajes de la Historia para identificar estas dos corrientes, y si bien es cierto, debe existir la pluralidad y participación ciudadana, pero una participación real, consciente e inteligente, no una improvisada en periodo de elecciones, reuniendo cierta cantidad de firmas, ideas espontáneas, inexperiencia y un logotipo llamativo que cree a un partido sin identidad, estructura ni proyecto verdadero, mucho menos fructífero.

Don Vicente

Ahora que don Vicente anunció su despedida de los escenarios, y desafortunadamente no hablo de Fox, sino de Fernández Gómez; que dicho sea de paso, sin duda alguna ganaríamos mucho más si fuera el de Guanajuato el que nos hiciera el favor de retirarse de la vida pública, en fin, que ganamos con imaginar lo imposible, mejor le decimos a don Chente que lo vamos a extrañar.

Bueno, con motivo de dicho anuncio y de mi gusto por la música vernácula del “Charro de Huentitán”, viene a mi memoria aquella canción titulada “motivos”, y aprovecho el espacio para saludar a uno de mi más cercanos amigos y maestros, que sin mencionar su nombre, para no herir susceptibilidades, estoy seguro que recibirá con gusto, como siempre mi admiración y agradecimiento.

Motivos, si, los motivos por los cuales podría ganar cada uno de los tres candidatos; motivos por los cuales deberíamos reflexionar bien sobre nuestro voto; motivos por los cuales debemos tomar acción, informarnos y participar.

Y, ¿si ganara Peña Nieto?

Muchos apuestan a una victoria aplastante de don Enrique, y nótese que no utilizo el “don” por respeto, sino por el notado “aire” de aristócrata que él considera merecer.

Peña tiene muchos motivos para ganar: publicidad, dinero, relaciones públicas y políticas, carteras vencidas de sus deudores, padrinazgos; entre muchas otras cosas, claro sin dejar de mencionar a su “Gaviota”.

Yo me atrevo a enumerar tres causas por las que podría ganar Enrique, más allá de las conocidas. Primero, el mexiquense ganaría porque “vale más malo por conocido que bueno por conocer”, México ha sufrido tanto con las administraciones panistas que prefieren volver a un gobierno retrograda, “prinosaurico”, populista y mañoso, a cambio de vivir con tranquilidad. Sin mencionar, que temen en exceso a una opción transformadora y radical.

En segundo término, soy un convencido de que el tricolor quiere volver, como lo hizo don Porfirio luego de “prestarle” la silla a su compadre Manuel González; el PRI tomó un respiro y volverá para quedarse, pero para ello debe dar resultados rápidos, notables y benéficos para la gente, por lo menos para legitimarse; tal y como paso en el ´70 con Echeverría o en el ´88 con don Carlos Salinas. Así trabajan, la mejor muestra es que hoy conservamos al “nieto” de la “Solidaridad” salinista, solo que lo bautizaron con el nombre de “Vivir Mejor”, durante el calderonismo. Bien dijo un día Jaime Serra Puche: “el salinismo vivirá hasta el 2012”, solo que nunca dijo que lo harían a través de otro partido.

Para ello habrá que cabildear (por no utilizar la palabra “pactar”), con diferentes fuerzas, incluidas las “no oficiales”, mejor conocidas como “organizadas”; como se hizo en Sonora no hace mucho. Me queda claro que recurrirán a su “as” bajo la manga, a un hombre con experiencia, capacidad de negociación, liderazgo y cuyo nombre no quiero mencionar pero comienza con Manlio y termina con Rivera; pronto podríamos verlo pactando, digo cabildeando, desde en antiguo Palacio de Cobián.

Definitivamente, Peña Nieto no es un hombre brillante, ni reúne las cualidades que un buen gobernante debe tener, sin embargo, hasta el peor cantante se escucha afinado acompañado por un buen mariachi; recordemos al Dr. Zedillo, quien con un gabinete de primera, nos heredó un sistema financiero fuerte; el cual, por cierto, hoy se auto-atribuye el hombre de peso, mejor conocido como Agustín Carstens.

Mientras a don Enrique le den “cuadro”, firme autógrafos y le aplaudan, como Antonio López de Santa Anna, le endosará el gobierno al primero de abordo y al resto de la tripulación, mientras se dedica a salir bien en la foto. Por lo tanto, su falta de cultura, desorden familiar, conducta inmoral y demás metidas de pata que cometa, no importan. Además, el verdadero reto es lograr que la ciudadanía vote conscientemente, algo muy difícil de lograr, pues aun el fanatismo, tradición y conveniencia se imponen. Es este el tercer motivo por el que el ex gobernador podría convertirse en el nuevo inquilino de Los Pinos, tan sólo: PAN Y CIRCO.

Una vez escuché una frase que me sacudió, por qué pocas pero profundas palabras me transmitieron demasiado, estoy seguro que el día en que los mexicanos decidamos practicarlo, entonces y sólo entonces, la vida democrática en el país comenzará a masticarse:

“Los humanos nos hemos concentrado tanto en hacer lo popular, que hemos olvidado vivir haciendo lo correcto”, una vez más, se las dejo de tarea.

(PRIMERA PARTE)

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*** Francisco Jesús Ruiz Hernández (“RuHe”), es licenciado en Comercio Exterior y Aduanas por el Tecnológico de Baja California, campus Tijuana; ex catedrático universitario y ha impartido diversas conferencias orientadas a la participación ciudadana en la agenda pública. Actualmente radica en el estado de Texas, dentro de los Estados Unidos.

Nota Importante: las opiniones expresadas en esta columna son responsabilidad del autor.