*.- No más cacicazgos, no más las mismas formas
"Plaza Cívica"
Fernando Núñez de la Garza Evia
www.plaza-civica.com @FernandoNGE
CIUDAD DE MÉXICO 14 DE JUNIO DE 2017.- Las elecciones del pasado domingo tienen varias lecciones, especialmente la del Estado de México. Muchas de ellas ya han sido repetidas por los líderes de opinión del país. Sin embargo, hay dos importantes enseñanzas que parece ser no han sido expresadas, una en el área de gobernabilidad y otra en aquella de campañas políticas. Tenerlas presentes resulta importante para tener un mejor país y unas elecciones más competidas en 2018.
El gran politólogo norteamericano Francis Fukuyama, en su obra “Orden y decadencia de la política: desde la Revolución Industrial hasta la Globalización de la Democracia”, habla de dos puntos específicos que han causado el estancamiento de sociedades subdesarrolladas, y el retroceso de aquéllas desarrolladas: selección de parentesco y altruismo recíproco. Vale la pena citarlo extensamente: “…la selección de parentesco y el altruismo recíproco son los dos modos naturales de la sociabilidad humana. No son comportamientos aprendidos sino que se codifican genéticamente en nuestros cerebros y emociones. Un ser humano en cualquier cultura que reciba un regalo de otro miembro de la comunidad sentirá la obligación moral de corresponder (altruismo recíproco). Los primeros estados eran llamados patrimoniales porque eran considerados como la propiedad personal del gobernante, quien usaba su familia y amigos... los estados modernos crean reglas e incentivos estrictos para superar la tendencia a favorecer a familiares y amigos. Estos incluyen exámenes del servicio civil, calificaciones de mérito, reglas de conflicto de intereses, leyes anti-soborno y en materia de corrupción. Pero la fuerza de la sociabilidad natural es tan fuerte que sigue regresando...”. La historia del Estado de México es precisamente esa, y en una medida importante representa un microcosmos del país. Sin embargo, la mayor consciencia ciudadana de ese lastre se ha manifestado como nunca en las alternancias históricas locales, y ha quedado igualmente de manifiesto en las elecciones mexiquenses ante los negativos del priismo y el bajísimo voto obtenido.
La lección de gobernabilidad es, simplemente, que con cacicazgos es imposible avanzar. El PRI y el Presidente pudieron escoger a una figura conocida y competitiva en Ana Lilia Herrara Anzaldo, pero el Presidente no resistió el llamado familiar y lo puso encima de su partido, estado y país. Alfredo del Mazo Maza es primo del Presidente y descendiente de un linaje político que incluye a su abuelo y padre como gobernadores, en un estado que ha sido largamente gobernado por las mismas familias y que, oh sorpresa, ocupa el primer lugar en corrupción (INEGI, 2015) y en donde aumentó la pobreza extrema 81% entre 2008 y 2014 (CONEVAL). Probablemente no exista en la historia humana un solo caso donde los cacicazgos hayan sido modelos de éxito social. Existen “dinastías políticas” como los Kennedy en EUA y los Abe en Japón, pero nacen en sociedades igualitarias y con contrapesos políticos; los cacicazgos nacen en sociedades desiguales y autoritarias… como el Estado de México.
La lección en materia de campañas políticas es que si los partidos se ensañan en postular a candidatos parecidos en sus maneras al presidente Enrique Peña Nieto y que sean percibidos por la población como parte de los “políticos de siempre” (estoy pensando en, claro, Margarita Zavala), simplemente no serán competencia para el discurso antisistema de López Obrador. Ante el hartazgo, las propuestas de política pública no serán suficientes; las formas importarán como nunca en 2018.
La victoria pírrica del PRI en el Estado de México -y en Coahuila con otro cacicazgo en el apellido Moreira- habla finalmente de un electorado más maduro y más dispuesto a usar el voto como medio de rendición de cuentas. Sin embargo, aún falta más consciencia ciudadana, y más responsabilidad de parte de los partidos políticos. Lo que sí es seguro es que con cacicazgos nunca, y con las mismas formas el precipicio.
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