Por: Gilberto LAVENANT
Seguramente hay personas que no entendieron la razón por la cual el PRI no asignó a Doña Maria Elvia Amaya de Hank, la Fórmula Número Uno de las candidaturas al Senado, cuando que ella era garantía de triunfo con dicha postulación. Bueno, la verdad es que ni ella lo entendió, aunque lo presume, pero ha optado por disimularlo. Básicamente, hubo compromisos demasiado fuertes a nivel nacional, entre la CTM y el equipo del virtual candidato priísta a la Presidencia de la República.
Lo que sí quedó claro, es que al ofrecerle la Fórmula Número Dos, la correspondiente a Mexicali y su valle, y ella negarse a aceptarla, fue una forma cómoda, sencilla, de no involucrar al empresario Jorge Hank, en la contienda presidencial. Si doña Maria Elvia hubiese sido postulada como candidata por la Fórmula Número Uno, los hankistas, y sobre todo su esposo, hubiesen creado un PRI dentro del PRI y por lo tanto hubiesen relegado al resto de los candidatos, incluso a los de la Fórmula Número Dos.
Y no aceptó ser postulada por la Fórmula Dos, por la sencilla razón de que resultaba una broma de mal gusto. Ir al valle a hacer campaña, con toda y su popularidad, allá no tiene el arraigo y ascendencia que tiene en la zona costa. Además, resultaba extremadamente peligroso para su salud, tener que hacer campaña en climas extremos. Al final de cuentas, como lo dijo en la conferencia de prensa, el cargo ni falta le hace.
La estrategia sirvió para eso, definitivamente y es entendible. Lo que nadie entiende, es el por qué sacrificaron al priísmo de Baja Californi,a al asignar al dirigente cetemista Eligio Valencia Roque, precisamente la Fórmula Número Uno, que constituye la manzana de la discordia y que resulta ser la ideal para llegar al Senado, gane o pierda. El cetemista tiene seguro su arribo al Senado, aunque los priístas tienen segura la derrota electoral, al menos por las fórmulas para el Senado.
Hay tres formas para llegar a ocupar un escaño en el Senado. Este se integra por 128 Senadores, de los cuales 64 son por mayoría, o sea dos por cada entidad federativa, los que obtengan el mayor número de votos en cada fórmula, 32 de primera minoría, o sea uno por cada una de las 32 entidades, aquellos que queden en segundo lugar, luego de los triunfadores, y 32 plurinominales, esos que se conoce como de lista.
Valencia Roque ha sido diputado local y regidor en Tijuana, pero lo ha sido porque ha aprovechado las ventajas electorales de las posiciones de lista. En la contienda local del 2010, él y René Mendívil, dirigente estatal del PRI, se ubicaron en los primeros lugares de los diputados de lista, y tenían la seguridad de que la iban a lograr, gracias a la derrota del PRI, que ya tenían prevista. Por cosas de la mala suerte, para ellos, el PRI ganó y ellos no lograron sus propósitos de integrarse a la Legislatura Estatal, de nueva cuenta.
Ahora, Valencia Roque amarró la postulación por la Fórmula Número Uno, aquella que le permitirá ser Senador, siendo primera minoría, en caso de que los panistas Ernesto Ruffo Appel y Victor Hermosillo Celada, le ganen la contienda. La única forma en que se le escaparía de la mano la oportunidad de llegar al Senado, es que los candidatos de la izquierda lograran mayor número de votos que Valencia Roque y que el PRI quedara en tercer lugar en los resultados electorales de Julio próximo.
Para el PRI, al menos para los priístas bajacalifornianos, la negociación de la CTM con el equipo peñista, les resulta desventajosa, pues van a tener que cargar con el lastre de fórmulas perdedoras al Senado. Podría decirse que Eligio Valencia Roque, no tiene ninguna semejanza con el mexiquense Enrique Peña Nieto. Si se hiciera una encuesta, se observaría que el cetemista está en el último lugar en cuanto a preferencias electorales en la entidad.
Desde su posición como propietario de un periódico, ha aprovechado para dar de periodicazos a quienes no se han plegado a sus intereses. El alcalde de Tijuana, Carlos Bustamante Anchondo, estuvo a punto de sacar a la luz pública, con posibilidades de encauzarlo hacia la vía judicial, una turbia negociación entre Valencia Roque y el exalcalde Jorge Ramos. Presuntamente se pagó impresos oficiales, con terrenos subvaluados deliberadamente. Se dice que precisamente ese asunto fue lo que llevó a Valencia Roque a dar de periodicazos a Bustamante, sobre el tema de la reestructuración de la deuda.
También se dice que en los años recientes, quien ha venido manejando la línea editorial del periódico, ha sido “el junior”, Eligio Valencia, hijo, quien forma parte de un grupo de jóvenes empresarios, en su mayoría de filiación panista, al grado que los propios priístas consideran que el periódico del precandidato priísta al Senado, es más panista que los propios panistas.
Las condiciones actuales del priísmo bajacaliforniano, no son nada halagadoras. Con todo y la enorme ventaja de Peña Nieto a nivel nacional. Falta conocer los nombres de quienes serán inscritos como candidatos a diputados federales, el martes próximo, para tener una mejor idea al respecto. Esto es comentado con bastante preocupación por los propios priístas. No lo dicen abiertamente, porque abrigan la esperanza de que aunque electoralmente se pierda Baja California, los números finales favorezcan a Peña Nieto, que éste llegue a la Presidencia de la República y que mejoren las condiciones para los comicios locales del 2013, hacia la gubernatura estatal, la legislatura y los ayuntamientos. Por eso guardan silencio.
Ha trascendido que varios grupos priístas, están haciendo a un lado las preocupaciones por los comicios del 2012 y ya se están preparando para el 2013. Después de julio, con un gobierno federal priísta, con compañeros de partido ocupando las diversas delegaciones federales, con mayores posibilidades de encauzar recursos para la solución de problemas sociales regionales, las cosas serían distintas.
En Mexicali, aparece a la cabeza Eduardo Martínez Palomera, quien insiste en luchar por la candidatura a la gubernatura estatal en el 2013. Dice que ya es hora, que le toca a gente del valle. Por la zona costa, y en especial de Tijuana, aparecen como fuertes rivales Jorge Hank y Jorge Fernando Castro Trenti. Lamentablemente para ellos, para la gubernatura no hay “Fórmula Número Uno”, en la que puedan ganar, aunque pierdan los comicios.
[email protected]
