*.- 5. Los muertos de todos los días en México:????

Dr. Marco Antonio Samaniego López *

Este miércoles, el ataque de un hombre  a las afueras del parlamento inglés  tuvo un resultado trágico. Cinco personas fallecieron y alrededor de cuarenta resultaron heridas.  El atacante, de nombre Khalid Masood, de cincuenta y dos años de edad, es un practicante de la religión musulmana, nacido en Inglaterra. No es un inmigrante, es una persona que  consideró  sostener su fe  dentro del islamismo pero que en su interpretación de la misma, lo llevó a realizar dicho  acto.

No es diferente a lo que en otros momentos realizaron miembros de otras religiones.   Toda religión tiene momentos de violencia extrema: el Ku Klux Klan, por ejemplo, es una manera de cristianismo  que provocó miles de muertos en los Estados Unidos. El objetivo eran los estadounidenses de raza negra,  mismos que fueron segregados con argumentos religiosos – cristianos siempre – dado que no existía interés de que vivieran integrados a la sociedad. Las leyes de Jim Crow,  como se les conoce a los códigos negros, daban amplias posibilidades para dañar a  los afroamericanos. A fines del siglo XIX y buena parte del XX, alrededor de 2,000 negros fueron linchados cada año en el vecino país.

Un musulmán no es terrorista, sino formas de interpretación de dicha religión llevan a que se cometan actos de esa naturaleza.  Sin duda el acontecimiento es lamentable, triste. Las voces que se levantan en contra de tales actos son infinitas. Los medios internacionales han cubierto el caso ampliamente y las escenas que se han ubicado en los medios electrónicos nos permiten observar el absurdo de  la acción de ese hombre.

En estos mismos días, en México, se han encontrado fosas  con  cientos de cadáveres. El estado de Veracruz se destaca al localizarse numerosos restos y además porque el fiscal estatal, asegura que las pruebas de ADN realizadas en el sexenio anterior, fueron mal practicadas y no se pueden utilizar para identificar los cuerpos.  La semana anterior, otras fosas fueron localizadas, y la anterior, otra más, y el mes pasado, otros.

Y el resultado del trabajo forense debe de reiniciarse desde cero.  Es decir, una ausencia de Estado, de leyes, de gobierno.  La suma de desaparecidos no cesa. La investigación sobre los casos difícilmente tendrá  una solución que permita garantizar justicia para  los afectados. Las noticas de todos los días aumentan  las cifras y las respuestas son escasas. La prensa nacional da cuenta de ello y las críticas son sin duda abundantes. 

En la prensa internacional no aparece el tema, o si sucede es apenas un cintillo.  El tema de una de las fosas de Veracruz  lo pudo observar quien esto escribe, como una mención rápida. La pregunta es ¿Si pusieran atención, si trataran de entender, habría respuestas por parte de la autoridad? Lo dicho por el fiscal de Veracruz es patético: se tiene que volver a iniciar el proceso para reconocer más de 200  cuerpos.

En un día,  en  Londres se supo el nombre del atacante. Ingresaron a su lugar de residencia, se conoce su edad  y que ya había sido considerado peligroso en el 2003.  Aquí ya se encontraron los cadáveres, pero no hay forma de saber quiénes son. ¿Es necesario decir más?

El Jersey de Tom Brady fue encontrado en México. Los medios nacionales dijeron una y otra vez que como periodistas estaban llenos de vergüenza. Qué pena. Luego del gran regreso de Brady, el jersey tenía gran valor: 500,000 dólares o más.  El FBI agradeció a la autoridad mexicana su enorme colaboración.  Con pelos y señales aparece  la ruta del calculador periodista que con sagacidad, robó el jersey con el número doce. Miles de voces han dicho que es lamentable lo sucedió. Horas enteras de comentarios.

Las familias que han vivido la desgracia de que un familiar desaparezca no han tenido la suerte de que el FBI intervenga. Están a la espera de resultados de pruebas de ADN que no sirven. Deben llevar el peine, el cepillo de dientes, algún resto de la persona que aman  - a pesar del tiempo, de los viajes, de la nostalgia – para que después de años, se reinicie el reconocimiento. Por ello, cuando menos para quien esto escribe preguntamos ¿Cuándo vamos a llamar terrorismo a lo que sucede en México? ¿Cuántos muertos más se necesitan? Porque las fosas ya están ahí, por desgracia, sólo tenemos que esperar que los familiares las encuentren, aunque les digan que sea necesario llevar muestras.

Esta columna no refleja la opinión de Agencia Fronteriza de Noticias, sino que corresponde al punto de vista y libre expresión del autor.

* Marco Antonio Samaniego López.  Doctor en historia por el Colegio de México.