Palco de Prensa
Por : Gilberto LAVENANT
En política, cuando alguien ya la tiene segura, o sea cuando sabe de antemano que será beneficiado por una decisión futura, se dice que está “amarrado”. En esta ocasión, en la política bajacaliforniana, habrá variantes en cuanto al alcance de los “amarres” y finalidades de los mismos. Ahora, no se trata de uno o dos “amarrados”, sino de varios y ninguno de ellos está seguro de nada. Los “amarraron”, para asegurar que cuando surja la decisión, ninguno se rebelará, ninguno protestará, ninguno llorará.
Además, aunque no se dijo, se evidencia que el PRI, en Baja California, resolverá la postulación de candidatos a senadores y diputados federales, por la vieja fórmula de “El palomeo”. Como antaño, cuando eran muchos los pretensos o aspirantes, el candidato presidencial era el encargado de decidir quien si, y quien no. Así se hará ahora.
Nadie ha revelado quien fue el encargado de “amarrarlos”. Ni mucho menos cómo fue que lograron hacerlo. Lo único cierto es que el Secretario Regional del CEN del PRI, el exgobernador coahuilense, Enrique Martínez y Martínez, con cierto alarde, exhibió el escrito firmado por los “amarrados”, en el que se comprometen a aceptar y reconocer la decisión que se tome, en torno a la postulación de “candidatos de unidad”, sea cual sea.
Esto, ocurrió ayer en Tijuana, en conferencia de prensa ofrecida por el secretario regional del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, Lic. Enrique Martínez y Martínez, acompañado del presidente del Comité Directivo Estatal, René Mendívil Acosta, en donde dieron a conocer la firma del citado documento, tras una reunión sostenida con todos los firmantes el pasado miércoles. Lo dicho ahí, fue ratificado ayer más tarde, mediante boletín informativo, en el que se estableció que : “..bajo la premisa de privilegiar la unidad sobre intereses individuales o de grupo, aspirantes al Senado de la República por el Partido Revolucionario Institucional firmaron un acuerdo para apoyar e impulsar la fórmula única que resulte ganadora”.
El documento, dirigido al candidato del PRI a la Presidencia de la República, Enrique Peña Nieto y al presidente del CEN de ese instituto político, Pedro Joaquín Coldwell, fue suscrito por María Elvia Amaya de Hank, Nancy Guadalupe Sánchez Arredondo, Eligio Valencia Roque, Samuel Enrique Ramos Flores, Rommel Arvizu, Daniel Quintero Peña, David Saúl Guakil, Guillermo Aldrete Hass, Víctor M. A. Galicia Ávila, Humberto López Barraza, Enrique Acosta Fregoso, Antonio Estrada Meza, Eduardo Martínez Palomera, René Treviño Arredondo y René Mendívil Acosta. Bueno, trasacendió que Martínez Palomera se negó a firmar, aduciendo que en Baja California, no se requiere firma, que la palabra es suficiente. En ausencia, el diputado federal Humberto Lepe Lepe, se adhirió al pacto.
Entre otras cosas, en el escrito, se atribuye a los firmantes, manifestaciones y compromisos como los siguientes “ :
“En nuestra legítima aspiración estamos consientes –consiente implica que autorizan o aprueban, no precisamente que conocen y comprenden el alcance- que se debe privilegiar la unidad para ganar, gobernar y contribuir a la transformación del país, que no es tiempo de ambiciones ni simulaciones, sino que requerimos de los mejores candidatos para ganar la elección en el 2012 y gobernar con el mejor proyecto para México”.
“Por ello, al aspirar y luchar por dicha postulación y privilegiando la unidad de nuestro partido, los suscritos firmamos el presente compromiso, otorgando nuestra palabra en razón de que si la postulación no nos es favorable, aceptaremos y respaldaremos incondicionalmente la definición de nuestros militantes avalada por el Comité Ejecutivo Nacional respecto a la fórmula de Senadores que representará a nuestro Instituto Político por el Principio de Mayoría, asumo esta decisión con inteligencia y valentía alentado por el principio de Unidad para ganar”.
El pacto, se refiere solamente a una “fórmula de unidad” para candidatos al Senado de la República. Por el momento no se sabe si el mismo método se utilizará para definir las candidaturas a diputaciones federales.
Martínez y Martínez reconoció el compromiso de los firmantes, de continuar trabajando, sea quienes sean los integrantes de la fórmula al Senado de la República, con el mismo ánimo, lealtad y solidaridad con el tricolor e impulsar el proyecto principal en la figura del candidato presidencial, Enrique Peña Nieto.
Dijo, entre otras cosas, que si bien es cierto los bajacalifornianos son hombres y mujeres que respetan y privilegian la palabra, “…saben ir más allá de eso y en lo que corresponde a los aspirantes a las candidaturas al Senado de la República, la intención se formalizó a través de un documento escrito y firmado por todos ellos”.
Se dice fácil, pero sin duda alguna fue harto difícil “amarrarlos”, pues aunque todos son priístas, con todo y el contenido del pacto firmado, ninguno se somete a los deseos de otro. Ninguno está dispuesto a aplaudir decisiones que no le beneficien. Seguramente les advirtieron lo que implicaría un intento de rebelión a los “deseos superiores”. Además, se puso de manifiesto que los aspirantes al Senado, son muchos más de los que se mencionaban inicialmente. Que los “amarrados” de un principio, René Mendívil y Enrique Acosta Fregoso, ya no lo están del todo. Que además, aunque priístas, son de corrientes distintas y hasta rivales o contrarias.
Los firmantes, María Elvia Amaya de Hank, Nancy Guadalupe Sánchez Arredondo, Eligio Valencia Roque, Samuel Enrique Ramos Flores, Rommel Arvizu, Daniel Quintero Peña, David Saúl Guakil, Guillermo Aldrete Hass, Víctor M. A. Galicia Ávila, Humberto López Barraza, Enrique Acosta Fregoso, Antonio Estrada Meza, Eduardo Martínez Palomera, René Treviño Arredondo y René Mendívil Acosta, aceptaron ser “palomeados” y se comprometieron a aceptar, incluso hasta en contra de su voluntad, lo que “allá arriba”, decidan. Difícil garantizar los resultados, pero en principio cabe observar que quien logró “amarrarlos”, sin duda alguno es un viejo y experimentado político, que recuerda perfectamente los métodos priístas de antaño. Que sabe harto de estos “amarres”.
