Claves para entender a Trump
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Claves para entender a Trump

MÉXICO DF - lunes 25 de julio de 2016 - La Silla Rota.
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Columnista: La Silla Rota
Por: Federico Ling Sanz Cerrada

MÉXICO DF 25 DE JULIO DE 2016 (La Silla Rota).- Después de un par de meses de tomar una pausa en estas colaboraciones semanales, retomo mi columna “Desde Washington” para tratar de dar una idea más precisa sobre lo que está ocurriendo en el “vecino del norte” para México. Apenas el jueves pasado, Donald Trump aceptó la nominación del Partido Republicano para contender por la Presidencia de Estados Unidos, junto con el Gobernador de Indiana, Mike Pence. ¡Vaya fórmula! Pence no deja de ser un cristiano, conservador y republicano (en ese orden, según dijo en su discurso durante la convención). El discurso de aceptación de Trump no fue muy diferente de lo que se esperaba: posiciones radicales, segregación, supremacía de Estados Unidos antes que cualquier otra cosa, etc. Pero vayamos por partes y tratemos de entender un poco más lo que está sucediendo. ¿Cuáles son las claves para entender a Trump, entonces?
 
1.- Enojo. La primer clave para saber por qué Trump ha sido tan popular, en realidad está en el enojo de la gente y de los votantes de Estados Unidos. ¿Y por qué razón están enojados? Por la falta de resultados concretos desde el gobierno y el sistema político. Tiene que ver en buena parte con la economía y con los empleos. Las grandes empresas y los grandes corporativos llevan a cabo prácticas casi monopólicas y dejan indefenso al consumidor y al ciudadano. No existe manera de defenderse cuando estos conglomerados hacen de las suyas. Yo mismo he sido víctima de ellos. O bien, cuando el gobierno quiere sobre-regular toda la vida de las personas. En algunas ocasiones yo mismo he deseado que el gobierno regule un poco menos y que haya más libertad para los ciudadanos de a pie (incluidos los migrantes). Y cuando esta situación se lleva a todos los espacios de interacción del votante con las empresas, con el gobierno, con las instituciones públicas, pues termina por darle al traste. El sistema de salud es de “tercer mundo” (lo digo por experiencia propia) y ni qué decir del servicio de seguros médicos. Después de sufrir la consecuencia y tener que pagar una cantidad de dinero absurda, cualquiera se enojaría. Trump le ha dado voz y ha canalizado este enojo, encontrando enemigos externos y radicalizando el discurso. Pero entendamos que subyace una situación que origina el enojo que alimenta la campaña del odio de este pseudo-dictador.
 
2.- Mala educación. En segundo lugar, la clase media de Estados Unidos no tiene acceso a una educación de calidad. Las escuelas son centros de “bullying” y las universidades (o la educación superior de calidad) es extraordinariamente cara y costosa. Esto hace que la gran mayoría de la población – en realidad – no tenga elementos en su haber educativo que le haga entender las cosas de otro modo. Y es un círculo vicioso, porque esto también les asegura que jamás conseguirán un mejor trabajo donde les paguen mejor, y por ende, seguirán inmersos en este ciclo. La educación ha jugado (o ha dejado de jugar) un papel central en la formación del individuo y de la sociedad. Sin una educación de calidad, nadie puede prosperar, ni siquiera Estados Unidos. Y sin educación, la gente termina aplaudiendo a las soluciones fáciles como Trump.
 
3.- Incapacidad e intolerancia a la frustración. Estados Unidos es un país que no sabe lidiar con la frustración. Es una nación cuya sociedad tiene muchas exigencias, pero en términos personales no sabe muy bien qué hacer cuando las cosas no salen. Un ejemplo de ello es la constante presencia de demandas civiles por todo: porque el café estaba muy caliente, porque se sintió discriminado en una tienda, porque lo evaluaron mal en su trabajo, porque se resbaló al entrar a un edificio, etc. La sociedad estadunidense quiere soluciones exógenas, pero no está dispuesta a poner un poco de su parte para tolerar mejor la frustración y seguir adelante. Y cuando las cosas no salen como uno espera, es mejor culpar al otro. Por eso el discurso de Trump está tan enraizado.
 
¿Qué hacer entonces? Hablaremos de eso la próxima semana. Por lo pronto, para encontrar soluciones, primero hay que entender dónde está el problema. Adelanto solamente que la clave de ello estará en el segundo punto: en la educación. Es obvio, pero no es nada sencillo.
 
@fedeling 
@OpinionLSR


Esta columna no refleja la opinión de Agencia Fronteriza de Noticias, sino que corresponde al punto de vista y libre expresión del autor.

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