Columna 
Dr. Marco Antonio Samaniego López *

TIJUANA BC 01 DE JULIO DE 2016.- No deja de sorprender la pobreza ideológica y el bajo nivel de las propuestas de Donald Trump. Ante   las nuevas encuestas de opinión, que no favorecen la candidatura del supuestamente republicano, el cada vez menos mediático personaje plantea  aparentes soluciones que  permiten afirmar que Hilary Clinton va a ganar la presidencia de Estados Unidos. 

Sin mayores argumentos, ofrece a los estadounidenses que va a renegociar el Tratado de Libre Comercio. Se limita a citar  uno de los puntos del tratado, pero sin pensar en el cumulo de efectos que puede tener  la propuesta de renegociación. En su verborrea, supone que canadienses y mexicanos van a seguir sus pautas, cono si un tratado fuera sólo a conveniencia de una de las partes. 

Los análisis de los beneficios o  perjuicios del TLC han llenado páginas de numerosos trabajos. En algunas áreas de la producción, es posible hablar de resultados positivos. Para zonas como la frontera,  quien esto escribe, considera que existen procesos previos que con o sin TLC se hubieran dado, en relación directa a las condiciones geográficas y los procesos de modificación en los sistemas de transporte.  Es decir, para las zonas fronterizas entre México y Estados Unidos, con o sin TLC  existían  procesos de cooperación  que encontraron una posibilidad de formalizarse con el tratado. Por supuesto, en temas como la migración, el documento se quedó muy corto en torno a las posibilidades de la protección de los derechos humanos de quienes deciden  trasladarse y permanecer en el  vecino país. 

Sin embargo, temas como el medio ambiente, las zonas protegidas y por supuesto los recursos hídricos,  son procesos muy anteriores al TLC. No dependieron de la simple  voluntad de los presidentes en turno, ni siquiera de coyunturas específicas como la Segunda Guerra Mundial. Son procesos dispares y a veces contradictorios en los que instituciones y órganos de gobierno actúan en relación con los  procesos de construcción de tecnología, mismos que no son a veces del todo comprendidos por  quienes gobiernan. Para el caso de los ríos internacionales, sobran ejemplos de simplificación (Con Fox, Calderón y Peña Nieto, sobre todo)  que en el fondo son formas de aparentar que se sabe del caso ante las preguntas de los medios de información. 

¿Puede  un presidente, por capricho, modificar  un conjunto de estructuras, problemas, relaciones, conflictos y procesos de cooperación a los largo de 3,000 kilómetros? Tomar un artículo de un tratado es la respuesta fácil, mediática, inmediatista con el fin de aparentar que se tiene información sobre aquello de lo que se habla. 

Para el caso mexicano, inmerso en un sistema de negociación entre partidos de Estado, las soluciones son más presentistas. Pero en Estados Unidos, el sistema político está construido desde un fin específico: evitar el poder del tirano. Thomas Jefferson, entre otros, imaginaron un futuro para evitar las tragedias de los reyes que desde Europa  intentaban dictar normas para incidir en la vida de pobladores del otro lado del Atlántico. El Colegio electoral, el voto indirecto, la manera de elegir jueces y autoridades locales, tiene como  fondo quitarle poder al tirano. La larga historia con respecto a la esclavitud, es un posicionamiento de los estados en contra de las disposiciones del presidente en turno. Así, por ejemplo, Obama puede pedirle a un gobernador que le perdone la vida a un inculpado, pero el gobernador  tiene la soberanía plena y si decide su ejecución esta se realiza. No es un sistema como en México. 

¿Podría, Trump, tan fácilmente como propone, renegociar el TLC? ¿Alguien le avisó que existen otros acuerdos alternos en temas como el medio ambiente? ¿Tiene información  de que existen medidas locales que no puede modificar sin alterar derechos de por ejemplo, comunidades indígenas o zonas declaradas  parques nacionales? 

Si llegara Trump a la presidencia,  iba a aprender sobre el peso de la historia. Los derechos creados no se mueven a voluntad de una persona. Por eso se construyó el sistema sobre el cual quiere mandar: para evitar los caprichos del tirano. 

Esta columna no refleja la opinión de Agencia Fronteriza de Noticias, sino que corresponde al punto de vista y libre expresión del autor.

* Marco Antonio Samaniego López.  Doctor en historia por el Colegio de México. Su tesis doctoral, Los ríos internacionales entre México y Estados Unidos, fue galardonada como la mejor tesis en el año 2004 por la Academia Mexicana de Ciencias.