Procesos Políticos
Por: Abel Muñoz Pedraza
Advertencia:

Esta no es cualquier familia. Arropada por los privilegios que brindan la política y la televisión, la familia de moda ha sabido manejarse dentro de los estrechos márgenes que plantean la ética y la moral. Presa de críticas mal fundadas por comunicadores "poco objetivos", la "bonita familia" ha logrado imponer sus "valores" y "principios" de honestidad ante la sociedad mexicana.

Enrique.

Oriundo del municipio de Atlacomulco -el de mayor tradición política en el país a lo largo de la época moderna-, Enrique se ha convertido en un personaje importante y de "orgullo" para muchos. Su afiliación al partido de la prehistoria data de 1988, sin embargo, su ascenso dentro de la militancia fue meteórico. En 2000 logró posicionarse como un "hombre de confianza y lealtad" dentro de la estructura de gobierno en el ámbito estatal, lo cual le permitió seguir el camino de una carrera en la que todos ganan y, en 2005, alcanzar la posición más importante en el pódium gubernamental a nivel local.

Fiel a los principios del partido de la prehistoria, Enrique se concibe como un político moderno con la capacidad de transformar al país, lo cual lo anima a escalar más posiciones gubernamentales dentro de poco tiempo. Sus cartas fuertes a futuro, según él dice,  son el combate a la corrupción, la transparencia, la reivindicación de la mujer por medio del derecho a decidir sobre su cuerpo, la justicia y el abatimiento de la pobreza y la desigualdad social. Pero sin duda alguna, la apuesta más grande de Enrique, y en donde piensa concentrar todos sus esfuerzos, es la educación. Por tal motivo, estableció una alianza con la polémica Maestra, ya que ella es una creyente ferviente de que el combate a los bajos niveles educativos y a los escasos promedios de lectura, puede convertirse en la palanca de desarrollo que el país necesita.

Para lograr lo anterior, Enrique ha reiterado en varias ocasiones sobre la necesidad de alcanzar acuerdos entre las diferentes fuerzas políticas promoviendo los mecanismos más novedosos y jamás experimentados en el país, como son la implementación de la cláusula de gobernabilidad y la eliminación del tope de sobrerrepresentación legislativa del 8 por ciento, todos ellos acordes al contexto de pluralidad política que vivimos.

Como padre de familia, Enrique es un "modelo y un patrón" a seguir para la sociedad mexicana. Ante la lamentable pérdida de su esposa, Enrique logró encontrar el amor de nuevo para poder continuar con el proceso de crianza con sus hijos. La "educación" que imparte a sus hijos, principalmente a Paulina, dejan ver la prioridad que Enrique tiene por el respeto y la tolerancia como valores inherentes a la democracia. Desde un acto de "paternidad humilde", el padre les reitera con frecuencia a sus hijos que “deben de aprender a escuchar y no ofender a los demás”. Sin duda, las enseñanzas aprendidas dentro del partido de la prehistoria, han causado eco en la ardua tarea de "educar" a una familia día a día.

Gaviota.

Sus grandes interpretaciones en la vida cotidiana y detrás de las cámaras, han convertido a Gaviota en una mujer con una dualidad fascinante, prueba de ello es cuando Enrique le comenta al papa Benedicto XVI frente a las cámaras de televisa la intención de casarse con Gaviota en una visita oficial en el Vaticano.

Víctima de un matrimonio invalidado o anulado por el más alto jerarca de la iglesia católica, fue afortunada al conocer a Enrique –el amor de su vida- en una situación meramente laboral, ya que fue la imagen del gobierno prehistórico cuando Enrique cumplió sus 300 compromisos notariados. Gracias a esta casualidad y coincidencia, Gaviota tuvo la posibilidad de rehacer su vida a lado de un hombre honrado y exitoso.

La hija.

Paulina es el retrato de su padre. A su corta edad da grandes muestras de "madurez". "Preocupada" por las condiciones de vida que sufren las personas de su pueblo, ella se encuentra en una búsqueda constante por solventar las necesidades que atañen a la sociedad. Sus principales "virtudes" son la "generosidad" y la "tolerancia", esta última reflejada en la "apertura" que tiene hacia la crítica, todos estos valores inculcados por su padre. Es "enemiga" de la discriminación hacia las personas y los grupos vulnerables. También, está en contra de quienes se refieren a un sector de la sociedad como “bola de pendejos que forman parte de la prole y asalariados de mierda”.

No cabe duda que Pau está a la "vanguardia" de los derechos fundamentales de la humanidad. Su poca experiencia y corto recorrido por la vida, la han convertido en uno de los principales "ejemplos de vida" para cualquier joven de su edad.

El liderazgo político y el sentido de paternidad de Enrique, la personalidad dual de Gaviota, y el perfil humanitario de Paulina esperan "transformar" al país muy pronto, parece que es una buena apuesta… ¿o no?

Abel Muñoz Pedraza es estudiante de la maestría en Estudios Sociales con línea en Procesos Políticos de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) en la Ciudad de México. Es egresado de la licenciatura en Relaciones Internacionales de la Facultad de Economía y Relaciones Internacionales de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), campus Tijuana. Correo electrónico: [email protected]

Las opiniones expresadas en esta columna son responsabilidad del autor.