Palco de Prensa
Por : Gilberto LAVENANT
A 5 días de que concluyan las campañas de los candidatos a diputados federales y a 9 de que se lleven a cabo los comicios correspondientes, es momento oportuno para “hacer cuentas”. De hacer el “corte de caja”.
Muchos coinciden, en que esta fue una campaña “desangelada”, fría, insípida. Y tienen razón.
Oficial, o públicamente, la mayoría de los candidatos presumen que les ha ido excelentemente. Que en principio, fueron rechazados, al identificarse como candidatos. Pero que las cosas cambiaron cuando juraron, “por su madrecita”, que eran ciudadanos, disfrazados de políticos. La verdad, es difícil creerles.
Ninguna de las campañas de los diversos candidatos, despertó interés en los electores. A lo más, rompieron la monotonía cotidiana de colonias y fraccionamientos. En especial, en las alejadas de las zonas centrales de la ciudad. En donde se requiere ser muy valiente, para subsistir.
No hay duda, las campañas estuvieron pésimas. Y no precisamente por culpa de los candidatos. La mayoría, hicieron lo que les fue posible. Lo que les alcanzó, con “los 20 pesos” que les dieron.
Los factores que afectaron el proceso electoral y que propiciaron su “enfriamiento”, son múltiples y variados. El económico, en especial.
Son ridículas, las cantidades que recibió la mayoría. Aunque hubo quienes no recibieron ni siquiera un peso. Recorrieron calles, “a golpe de calcetín”. Podría decirse, que “sacaron a pasear al perico”. Tuvieron que hacer efectivo aquello de que “el que tiene más saliva, traga más pinole”.
La mayoría tuvo que recurrir a los simulacros. Montaban escenarios en diversos puntos de su distrito, para la toma de fotos. Dicen que algunos “actores”, en solamente unos días, hicieron “carrera artística”. El “guión” indicaba que rodearan al candidato o candidata, para la foto que se difundiría, pregonando la “gran aceptación” que tuvieron.
Es importante destacar, que el alto número de electores, en cada distrito electoral, indica que es difícil creerles. Sobre todo cuando afirman que realizaron una campaña “puerta por puerta”. Ni siquiera haciendo eso de “corridito”, literalmente, les alcanzarían los 60 días.
En total, se distribuirán 2 millones 595 mil 562 boletas, correspondiendo, a Mexicali 751 mil 595. A Ensenada 374 mil 575. A Tecate 81 mil 308. A Playas de Rosarito 84 mil 788 y a Tijuana 1 millon 303 mil 296.
Pero veamos el número de boletas que se asignarán a los distritos de Tijuana. El principal, el Distrito IV, correspondiente a la zona este, que serán 352 mil 805. Le sigue el VIII, con 347 mil 451. Después el VI, con 319 mil 504 y finalmente el V, con 283 mil 536.
El distrito más grande de Tijuana, el IV, donde los principales protagonistas son Jorge Ramos, del PAN y Rosa Aurora Martínez, del PRI, tiene 21 mil 770 electores menos que todo Ensenada y 2.12 veces más que los de Tecate y Playas de Rosarito, juntos.
Oficial, o públicamente, la mayoría de los candidatos presumen que les ha ido excelentemente. Que en principio, fueron rechazados, al identificarse como candidatos. Pero que las cosas cambiaron cuando juraron, “por su madrecita”, que eran ciudadanos, disfrazados de políticos.
La verdad es que ni un año completo les alcanzaría para recorrer sus respectivos distritos electorales y el doble, o mucho más, para tratar de convencerlos, dialogando con ellos “puerta por puerta”.
Si bien es cierto que muchos candidatos, hombres o mujeres, se muestran optimistas, tal vez como una estrategia, a fin de no darse por vencidos, antes de conocer los resultados electorales, a la mayoría de ellos se les nota el desencanto y decepción. Habrá quienes, no volverán a participar en alguna otra contienda y otros, que pretenden hacer carrera política, aunque no logren el triunfo, en esta ocasión, comentan que esto fue como un ensayo, para los siguientes procesos electorales.
Algunos de ellos, con visible cansancio en sus rostros, confiesan que no se imaginaban que los distritos electorales fuesen tan grandes y reconocen que si aspiran a seguir una carrera política, tendrán que operar de tiempo completo.
Todos coinciden en que hoy, más que nunca, es enorme la decepción de los ciudadanos respecto de los políticos. Que no quieren saber nada de ellos, ni de los partidos políticos en general.
Que van a tener que llenar un “cochinito”, para cubrir ellos mismos sus gastos de campaña, porque a la mayoría, en esta ocasión, no les dieron, “ni para las aguas”.
Muchos candidatos juran, que a gran número de electores, en especial aquellos que se resisten a acudir a las urnas a votar, casi les arrancaron el compromiso de que si votarán, pero que de ninguna manera lo harán a favor del PRI o del PAN. Que los consideran iguales.
Si se asignara el papel de cajero al INE, al hacer el “corte de caja” de este proceso electoral, tendría que reconocer, que “salió cajeado”.
