Palco de Prensa
Al margen de los programas gubernamentales, de carácter asistencialista, que eminentemente tienen fines electoreros y la mayoría de las veces están destinados a atender a la clientela electoral, cada día hay más indigentes en las calles, pidiendo limosna o comida. En Baja California, el número de indigentes, cada día aumenta.
Así lo percibe la ciudadanía y lo refleja la encuesta realizada al respecto por Manuel Lugo Gómez con su Imerk, cuyos resultados dió a conocer este lunes 26 de enero del 2015.
Wikipedia, la llamada Enciclopedia Libre, refiere que : “Se entiende por indigencia, el ingreso insuficiente para cubrir una canasta básica de alimentos, vestimenta, etc., para un individuo o un hogar”.
De ahí que indigente, es el más pobre de los pobres. Aquel que carece de una vivienda, porque no gana lo suficiente para comprar o rentar una. Por eso deambula por las calles y pernocta en cualquier rincón, en donde pueda guarecerse. Para quienes un cartón es el equivalente a una cama y un montón de periódicos, los usa de cobijas.
Aquellos, que literalmente son muertos de hambre, pues efectivamente perecen en plena vía pública, por no tener recursos ni siquiera para cubrir sus necesidades básicas alimenticias. Podría decirse, que ese tipo de personas, no están contemplados dentro de los programas asistencialistas de los tres niveles de gobierno, porque ni siquiera tienen credencial electoral para votar.
En el trabajo de Imerk, se destaca que aumenta el número de indigentes en Baja California. Que la falta de empleos, adicciones y migrantes deportados, son las principales causas. Que urge la implementación de programas que apoyen a este sector, al que ya identifican como un problema social.
Esto es el resultado del muestreo realizado a nivel estatal. Se aplicaron un total de 600 encuestas, lo que representa un 95% de confiabilidad y un mínimo porcentaje de margen de error. En cada municipio se aplicaron 120 encuestas.
El método de aplicación fue telefónico. Las entrevistas se aplicaron a personas mayores de edad, que habitan en viviendas particulares con teléfono. La información se obtuvo mediante la selección aleatoria de números telefónicos, en los directorios de los cinco municipios del Estado, explica el encuestador. La realización fue del 19 al 21 de enero del 2015.
Los encuestados respondieron a preguntas como las siguientes :
¿En las últimas cuatro semanas se le acercó una persona indigente pidiéndole algún tipo de ayuda? Un total de 280 personas, o sea el 46.7%, respondió que si, en tanto que 320, o sea el 53.3 %, respondió que no.
Del 46.7%, que respondió que se le acercó un indigente, pidiéndole ayuda, en cuanto al lugar, el 64.6% respondió que fue en la vía pública, el 26.1% en la casa, o sea tocando la puerta de su vivienda, el 7.5% en un lugar público y el 1.8% en su trabajo.
Por cuanto a los rangos de edad de los indigentes, el 55.7% indicó que eran adultos, el 20% jóvenes, el 19.6% ancianos y solamente el 4.6% eran menores de edad.
Por cuanto hace al tipo de ayuda solicitada, el 78.2% solicitó dinero, el 20% comida, el 1.1% trabajo, el 6.4% asilo y el 0.4% ropa.
Aunque el encuestador no lo observa, podría decirse que un alto porcentaje de los indigentes tienen problemas de adicción, sea de sustancias tóxicas o bebidas alcólicas, y por ello, piden dinero, precisamente para adquirirlas. La comida, es secundaria.
La respuesta de los encuestados a la solicitud de los indigentes, es más o menos favorable, según lo manifiestan ellos mismos. El 70% dice haberlos ayudado y el 30% dijo que no.
¿Considera usted que existe un problema de personas indigentes, en esta ciudad? El 84.2% respondió que sí y el 15.8% que no.
Al pregunar sobre los posibles orígenes, a quienes ven la indigencia como un problema social, el 25.1% dijo que la falta de empleo, el 24.6% las adicciones, el 23.2% los migrantes deportados de Estados Unidos, el 3.2% los problemas familiares, el 1.4% los grupos que los explotan, y el 0.2% porque no les gusta trabajar o estudiar.
Al respecto, podría decirse, que cualesquiera que sea el origen de la indigencia, lo cierto es que existe y que es alta. Su existencia, genera problemas diversos. El 46.6% considera que genera inseguridad en las calles. El 31.7% mala imagen en las calles. El 12.5% todo tipo de problemas y el 9.1 suciedad en las calles y lugares públicos.
Así mismo, el 99.3% considera que deben aplicarse programas gubernamentales, para abatir la indigencia. Pero ayudando a los indigentes y no con acciones policiacas para detenerlos “por no acreditar su manera honesta de vivir”.
La indigencia, según como la vea cada quien, es la capa superior o el nivel inferior de la pobreza. Los indigentes son aquellos carentes de opciones o posibilidades. Los que ya rebasaron la pobreza y ya no les queda nada. Ni siquiera ganas de vivir.
Los indigentes, son aquellos que nadie atiende, porque carecen de valor para el gobierno y para los partidos políticos, pues no votan. Son como fantasmas. Andan por doquier, pero nadie los ve. Nadie los ayuda. Nadie se duele de ellos.
