Palco de Prensa
Aunque para muchos mexicanos, parece que pasó desapercibido, el anuncio del restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba, es de reconocerse la trascendencia de tal hecho.
Esta fue una batalla desigual, que se prolongó durante más de 50 años.
Por un lado, Estados Unidos, una de las principales potencias económicas del mundo. Representativa del sistema capitalista, el de la libre empresa. Un sistema democrático republicano.
Por el otro, Cuba, un pequeño pueblo, de los más pobres del mundo, sometido bajo un sistema prácticamente dictatorial, disfrazado de democracia socialista, pero de los últimos vestigos del comunismo, en el que no existe la libre empresa, ni la propiedad privada.
Son dos contrastes enormes. Es como si un grandulón, jugador de futbol americano, se pusiera a pelear con un niño.
Imaginen nada más. Estados Unidos de América, con una población de más de 316 millones de habitantes, en una superficie de 9 millones 371 mil 174 kilómetros cuadrados.
Cuba, con una población de apenas 11 millones 242 mil 628 habitantes, en una superficie de 110 mil 860 kilómetros cuadrados.
La tierra del Río Sam, una república federal constitucional. La de los hermanos Castro, un Estado socialistaunitario.
El anuncio de la reanudación de relaciones diplomáticas entre ambos países, fue hecho a un mismo tiempo, pero por separado, por el Presidente Barack Obama y por el mandatario cubano Raúl Castro.
Pero no es lo trascendente, el que ambos países reanuden sus relaciones diplomáticas. Aunque durante estos 50 años, en especial durante el tiempo que Cuba vivió bajo la tutela de la Unión Soviética, estuvieron a punto de protagonizar una conflagración mundial.
Lo trascendente, y que aún está pendiente, es el inminente fin del embargo de Estados Unidos en contra de Cuba. Lo que ha mantenido en un estancamiento económico a los cubanos.
La historia de Cuba, es una de opresiones y explotaciones por intereses extranjeros. Esta etapa, en especial, surge en 1959, con la aparición de un grupo de revolucionarios, encabezado, entre otros, por Fidel Castro Ruz.
El objetivo era derrocar al dictador Fulgencio Batista, quien había llegado al poder en 1952. Antes de lograrlo, Castro y los líderes revolucionarios, se comprometieron a realizar elecciones generales para todos los cargos del Estado, las provincias y municipios, en el término de un año y entregar el poder inmediatamente al candidato que resultara electo.
Sin embargo, bajo el argumento de que los gobiernos anteriores habían sido perjudiciales y corruptos, para el pueblo de Cuba, imperando la corrupción y siendo sumisos a Estados Unidos, por lo que se presumía que manipularía las elecciones, se mantuvieron en el poder. Hasta el 2006, básicamente por cuestiones de salud, Fidel cedió la Presidencia de Cuba a su hermano Raúl.
En 1959, el gobierno revolucionario decreta la eliminación total de la gran y mediana propiedad privada, manteniendo solamente las de inmuebles particulares, bienes de carácter personal y pequeños negocios.
Cuba se alía con la Unión Soviética y se declara estado socialista. Para evitar embestidas norteamericanas, toman el acuerdo de instalar misiles atómicos en la isla.
Ante esto, el 3 de enero de 1961, el Presidente norteamericano Eisenhower, antes de entregar el mando a Jhon F. Kennedy, corta las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba. Luego decretaría el embargo económico. Hace 53 años de eso.
La situación de Cuba, en lo económico, empeoró, con la caída de la Unión Soviética a finales de 1991. A partir de entonces, las escenas cubanas se quedaron congeladas. Ahí parece que el tiempo no transcurre. Vehículos y fachadas de edificios, parecen cosa del pasado.
El sistema político cubano, mantiene restringidos los derechos y libertades de los habitantes de la isla. Los ingresos de un ciudadano, son de aproximadamente 20 dólares mensuales, aunque en lo educativo y medicina mantienen niveles de excelencia.
La reanudación de relaciones entre Estados Unidos y Cuba, trae nuevos aires a la comunidad cubana.
La convivencia de dos pueblos, situados en puntos extremos, económicos e ideológicos, plantea la posibilidad de que el capitalismo norteamerticano se sensibilice y que el socialismo cubano ceda en su rigidez.
El pueblo mexicano, no es ajeno a este tipo de relaciones y situaciones. No lo puede ser.
Vale la pena revisar la historia del pueblo cubano y conocer su presente, para entender la trascendencia de estos hechos. En especial, el inminente fin del embargo económico.
50 años de hostilidades estadounidenses, no lograron vencer a Cuba. Ese es un gran ejemplo. Falta ahora ver que acaben las hostilidades del gobierno cubano hacia su gente.
