*.- Ruta Informativa

Foto: Antonio Cruz, SinEmbargo

Los charcos de sangre de las personas asesinadas y los encarcelados que luchan por la justicia en México es una muestra palpable que no hay justicia en México y mucho menos Ley.

 Luis Raúl González Pérez, Abogado General de la UNAM reveló que de acuerdo con la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE), se estima que el 33.9% de los hogares en México tuvo al menos una víctima de delito durante 2013.

En ese mismo año existieron 22.5 millones de víctimas mayores de 18 años, lo que representó una tasa de 28,2 personas por cada cien mil habitantes, superior a la registrada en años previos. Menciona además que durante 2013 se cometieron 33.1 millones de delitos, asociados a 22.5 millones de personas, lo que representa una tasa de 1.5 delitos por víctima, dijo Luis Raúl González Pérez, Abogado General de la UNAM.

Las decenas de ejecuciones extrajudiciales y los fosas con cuerpos son parte de la vida cotidiana, que hasta dejamos de sorprendernos.

Los miles de desaparecidos en cada sexenio en todo el territorio nacional sin investigación alguna.

Y una impunidad que casi llega al 100%; ni la profesionalización de cuerpos policíacos y muchos menos la investigación son realmente impulsadas en el país.

Hoy en día mendigamos la información porque los encargados de tenerla se niegan y ponen trabas para hacerla pública.

El dinero que debe servir al pueblo tiene como destino el despilfarro y robo, que es igual al fin de cuentas.

A  días del mes de la desaparición de 43 jóvenes de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa, el país parece dar avisos de despertarse por la situación política y social de Guerrero, tiene contagiado a México.

Los reportes de prensa señalan que el “Ejército Mexicano y la Policía Federal avanzaron en el control de distintos municipios tanto de Guerrero como del Estado de México” y me pregunto ¿y el resto de la república?

El portal Sin Embargo describe lo siguiente: Familiares, amigos, estudiantes, organizaciones, activistas, intelectuales, políticos, medios de comunicación nacionales e internacionales mantienen la presión sobre Aguirre y sobre el Presidente Enrique Peña Nieto, de quien cuestionan la situación de violencia que se vive no sólo en la entidad, sino en todo el país.

El Gobernador michoacano, Fausto Vallejo, tuvo que ceder su cargo a un mandatario interino, luego de que una enfermedad le imposibilitó seguir al frente de la entidad. Su salida coincidió con la exhibición de un video donde se observa a su hijo, Rodrigo Vallejo, en una reunión con el líder del cártel de “Los Caballeros Templarios”, Servando Gómez, alias “La Tuta”.

Hoy se pide la cabeza de Ángel Aguirre, gobernador de Guerrero. ¿Pero eso es suficiente?

La clase política está en crisis, sus discursos acartonados no satisfacen a la sociedad, es el mismo retrato de siempre.

La clase política en el país anda más preocupada en la reelección legislativa y de presidentes municipales hasta por 12 años.

En medio de todo eso se convoca a paro nacional a los universitarios y normalistas de todo el país para exigir justicia y que el Estado mexicano localice a los normalistas desaparecidos.

Ya todos somos Ayotzinapa.