Palco de Prensa
Por: Gilberto LAVENANT
Lo más destacado de esta semana, lo fue el escándalo suscitado por el supuesto de que el Rector de la UABC, Felipe Cuamea Velázquez, metió 150 millones de pesos, de los recursos universitarios, a la Bolsa de Valores, tratando de incrementar los fondos de la institución.
Era inimaginable, que la Máxima Casa de Estudios de la entidad, que es una institución pública, con un presupuesto anual de aproximadamente 5 mil millones de pesos, casi similar al del Ayuntamiento de Tijuana, pero insuficientes para atender la demanda de educación superior, realizara este tipo de actividades bursátiles.
Primero, porque tratándose de recursos públicos, no se pueden usar en actividades o fines distintos a los presupuestados y contemplados en la ley. Segundo, porque, lo sabe todo mundo, en la Bolsa de Valores, así como se puede ganar, se puede perder.
Afortunadamente, para la UABC, si bien es cierto que tuvo ganancias y pérdidas, el saldo fue favorable, para la institución.
Esto trascendió, porque en la sesión del Congreso del Estado, celebrada el pasado jueves 4 de septiembre, en el interior del Palacio Municipal, el diputado Rodolfo Olimpo Hernández, Presidente de la Comisión de Fiscalización, denunció tales hechos.
La información, revelada por el legislador, acusaba al Rector Cuamea, de haber invertido 150 millones de pesos en la Bolsa Mexicana de Valores, conforme al dictamen del Organo Superior de Fiscalización, o sea el Orfis, correspondientes a la Cuenta Pública de la UABC 2012.
Se supo, que tales actividades bursátiles, fueron hechas en base a modificaciones a los estatutos internos de la universidad, efectuados durante la gestión del exrector Alejandro Mungaray, que facultan al Patronato Universitario a invertir los recursos, en donde puedan obtener mayores utilidades. Pero no precisamente en las de alto riesgo, como en este caso.
Lo dijo el diputado Hernández, que la ley orgánica de la UABC, establece claramente que los recursos públicos de la UABC, no pueden ser objeto de tales prácticas mercantiles.
A partir de tal revelación, el Rector empezó a ser acosado por los periodistas, tratando de arrancarle la confesión, de haber realizado actividades bursátiles con recursos universitarios, sin estar facultado para ello.
Todos los días, a partir del pasado miércoles 10 de septiembre, fecha en que el periodista Jaime Delgado, publicó información relativa a este asunto, en el periódico digital Periodismo Negro, el tema ha ocupado importantes espacios en los medios de difusión.
El periodista Antonio Heras, abordó el tema en su portal Lindero Norte, el jueves 11 y suscribe reportaje de esa misma fecha, de Proceso.
El propio diputado Olimpo Hernández, subió a las redes sociales, un video relativo a una entrevista televisiva con el Rector, observando que se niega a responder, al ser cuestionado sobre tales inversiones bursátiles.
Las notas informativas, así como el video, fueron replicados por el Observatorio Académico Universitario, que usualmente publica información relativa al funcionamiento de la Máxima Casa de Estudios, así como sobre la problemática educativa.
Seguramente, muchos imaginaron ver al Rector, sentado en el banquillo de los acusados, todo compungido, como los jóvenes estudiantes que son sorprendidos, haciendo un examen, con “acordeón en la mano” y por lo tanto en vías de ser reprobado y condenado. Quizás la separación del cargo, cuya gestión concluye el 27 de enero del 2015, o hasta la cárcel.
Por ello, resultó extraño que este sábado, el Rector acudió como invitado especial a la reunión del Grupo Político “Jesús Reyes Heróles”, que coordina Francisco de la Madrid Romandía. En Tijuana.
Resultaba absurdo, encontrarse involucrado en un escándalo y acudir a reunirse con un grupo político, priísta, a donde comúnmente concurren representantes de diversos medios de difusión. Parecía una osadía, o tal vez hasta una torpeza.
Obviamente, los periodistas no desaprovecharon la oportunidad y lo agarraron a preguntas “a bocajarro”. Pero no le sacaron nada. Como lo ha hecho en los últimos días, repitió lo que ya había dicho, que se abstendría de manejar este asunto a través de los medios de difusión y que se limitaría a responder directamente al Orfis o al Congreso del Estado.
Pero no manifestó nerviosismo alguno. Ni siquiera ante preguntas un tanto incómodas, como la de que si en esta ocasión no habría “línea” del Gobernador para decidir quien será el nuevo Rector.
Cuamea juró, que ni antes, ni ahora, habrá influencia externa alguna. Claro, eso despertó risas sarcásticas, pues se dice que el Rector llegó al cargo, bajo la tutela del Gobernador José Guadalupe Osuna Millán y el Secretario de Desarrollo Económico, Alejandro Mungaray. Ambos economistas y empleados de la UABC.
Y precisamente esta relación, parece ser el punto generador de este tsunami político, maquinado por el Gobernador Kiko Vega, para arrollar a todos aquellos que han sido sus rivales políticos, o sea los osunamillanistas, calderonistas y anexos.
Los conocedores del tema, afirman que, por instrucciones de Kiko, todo aquel que tenga “el sello” de Osuna Millán, está siendo desplazado de la función pública, lo mismo familiares, amigos o colaboradores del exgobernador. Y en este caso, al Rector Felipe Cuamea, “se lo llevan entre las patas”.
Mezclar política y educación, es explosivo.
