El anuncio de que la Copa del Mundo dejaría importantes obras en beneficio del país, tales como infraestructura, aeropuertos y las mejoras en la movilidad urbana, están muy lejos de la realidad. En el caso de los estadios de fútbol, muchas de las obras aledañas quedarán sin terminar.

 

Las construcciones se demoraron y provocaron un aumento de los precios previstos y con ello,  los prestadores de servicios  y las grandes empresas de construcción fueron los más beneficiados. El gobierno federal benefició a los contratistas al poner más de 35 mil millones de reales  provenientes de su arcas, (equivalentes a dólares 15 millones 774 mil 150). Ello en detrimento de los servicios públicos.

 

Los gobiernos habían demostrado ineficacia en el cumplimiento de la programación de las obras, pero fueron muy eficientes en su política de desalojos forzosos y el desplazamiento de las comunidades pobres e indígenas.

 

La Copa impulsó la especulación inmobiliaria

 

La especulación del suelo también actuó de forma agresiva en los trabajos previos a la Copa del Mundo. El precio de la tierra se sobrevaloró y, por tanto, las rentas aumentaron.

 

En el área de Itaquera, por ejemplo, el valor de los contratos de arrendamiento aumentó más de 140% en los últimos años, lo que provocó que los habitantes se vieran forzados a desalojar los barrios de la periferia y hasta las mismas ciudades. Ello significa vivir en condiciones precarias y con escasos servicios públicos.

 

Ante esta situación, el Movimiento de los Trabajadores sin Techo, convocó a la ocupación de terrenos de 150 metros cuadrados en Itaquera, a unos 3 kilómetros del estadio Arena Corinthias, lugar donde se realizará el partido inaugural de la Copa del Mundo. El terreno es propiedad de Living construcción, propietario de más de 3.9 mil millones en tierras, que utilizan para la especulación inmobiliaria.

 

Todavía más indignante, y muestra de cómo funciona el mercado financiero en el fondo, fue haber constatado que la tierra aparecía en los registros como "haciendas", lo que significa la obligación de pagar un impuesto de 57 reales por año. Todo esto bajo la contemplación de los concejales y el alcalde de São Paulo.

 

“Copa del Pueblo”

 

El terreno ocupado a unos pocos kilómetros del estadio Arena Corinthians fue bautizado como "Copa del Pueblo" y ya cuenta con 4 mil personas que se encuentran  viviendo en tiendas de lona. Esta concentración se ha convertido en un símbolo de la lucha de los pobres en la periferia y una queja ante el mundo, para demostrar que el Brasil que se está pintado en el extranjero, está lejos de la verdad.

 

Quienes siempre se han tenido que subordinar a los intereses de las grandes corporaciones y la justicia de los ricos, inmediatamente aceptaron la solicitud para ocupar el terreno cerca de la Arena Corinthians, y convencidos de acciones de resistencia, acamparon para protestar. Sin embargo, al inicio nos vimos obligados  a retirarse para evitar que se convirtiera en una tragedia, en una “Copa de Sangre”.

 

Por ello, el pasado 8 de mayo, el Movimiento de los Trabajadores Sin Techo (MTST) organizó una ocupación simultánea en las oficinas de los principales contratistas que se benefician del gasto de la Copa del Mundo: Odebrecht, Andrade Gutiérrez y la OAS.

 

Al día siguiente se produjo la ocupación de la construcción Living con el fin de obligarlos a renunciar a la toma de posesión de la tierra. La ocupación de los contratistas también inauguró la campaña "¡Copa sin pueblo, estoy en la calle de nuevo!". Ésta es impulsada por el MTST y Resistencia Urbana, con la colaboración de muchos otros movimientos sociales y sobre todo, con el apoyo de la ciudadanía.

 

La campaña “¡Copa del Pueblo, estoy en la calle de nuevo!", emula la disputa de la selección brasileña que intenta conseguir su sexta victoria en Copas del Mundo, pues el movimiento busca la defensa de también de seis derechos, los “hexaderechos” para la población: Vivienda, educación, salud, justicia, transporte y soberanía.

 

Copa del Pueblo marcó el inicio de las grandes manifestaciones contra la Copa del Mundo 2014, ya que además de las acciones de los movimientos de base, docenas de sectores tales como maestros, policías y carreteras se unieron a esta lucha.

 

Tal fue el impacto de las manifestaciones del 8 de mayo que la presidenta Dilma Rousseff, se vio obligada a sentarse con los representantes del MTST y miembros de la Copa del Pueblo y escuchar la agenda del movimiento.

 

15 de mayo: Día Nacional de las luchas

 

El segundo acto de la campaña “¡Copa del Pueblo, estoy en la calle de nuevo!” ocurrió en el marco de una jornada nacional de lucha contra los crímenes de la Copa. El Movimiento de los Trabajadores Sin Techo organizó el bloqueo de las principales carreteras de la ciudad de São Paulo, además de  provocar el cierre de la Radial Este, junto a la "Itaquerão”, como se le conoce popularmente al estadio Arena Corinthias.

En este sentido, los agentes del gobierno y de medios de comunicación pretendieron crear fricciones entre los residentes de la ocupación Copa del Pueblo y los seguidores del Corinthians. Esta campaña vergonzosa y sórdida contó con la ayuda de los intelectuales del PT, como el profesor Emir Sader, quien en su página de Facebook pidió a los integrantes de Gaviões da Fiel, el grupo más grande partidarios organizados del Sport Club Corinthians Paulista, pelear con el MTST. Sin embargo, esta campaña que impulsaba el enfrentamiento pronto fue sepultada.

 

Tras una semana de huelga de autobuses, los profesores y los trabajadores del acero en el área metropolitana de São Paulo, ocurrió el tercer acto de la campaña “¡Copa del Pueblo, estoy en la calle de nuevo!”.

 

20.000 salieron a las calles

 

Más de 20 mil personas, en su mayoría sin techo de más de 15 ocupaciones de MTST en São Paulo marcharon bajo una intensa lluvia durante casi tres horas del “Largo da Batata” hasta al “Ponte Estaiada”, uno de ejemplos de que las inversiones públicas se concentran en las zonas donde viven los ricos.

 

Este fue el acto más grande en torno al tema de la Copa del Mundo desde que iniciaron las manifestaciones en junio de 2013, pero con la diferencia es que ahora se trata de un movimiento con una agenda clara y real: la vivienda.

 

Otra evento sobresaliente de la campaña "Copa del Pueblo, estoy en calle de nuevo” fue la organización y la disciplina de los militantes de Movimiento de los Trabajadores Sin Techo. El que no se haya registrado ni un sólo incidente es digno de mención.

 

Las más de 20 mil personas que tomaron el “Ponte Estaiada”, volvieron con el semblante de alegría, mostrando fuerza y confianza en la lucha. Esto demuestra que la táctica de quebrar vidrios en sucursales bancarias y ventanas, provocando un enfrentamiento con la policía, no contribuye en el fortalecimiento de las acciones.

 

El Movimiento de los Trabajadores sin Techo es el principal movimiento popular en Brasil  y el único en condiciones y disposición (si no se cumple con nuestras demandas) para perjudicar el mundial. Y tal como lo dijo uno de los coordinadores del MTST, concluyo señalando: “Si el gobierno no acepta nuestras demandas, la ciudad se parará el 12 de junio".

 

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