Carpa Política

Por: Andrés Tapia

Como hemos visto en estos últimos días, los integrantes del Partido Acción Nacional se han reunido en diversas ocasiones con sus simpatizantes, miembros activos, adherentes y sobre todo con sus consejeros nacionales, quienes como cuerpo colegiado forman el órgano interno con más poder en ese instituto político.

Sin embargo, existe otro poder del cual los panistas no estaban acostumbrados en tener rencillas o diferencias: el poder del Presidente de la República, mismo que se ha cansado de decir ante los medios de comunicación que no metería las manos en los procedimientos democráticos de su partido y mucho menos en la selección de la dirigencia y candidatos panistas.

Pues bien, pareciera que al presidente Felipe de Jesús Calderón Hinojosa se le han olvidado las derrotas que ha sufrido su partido, por seguir sus consejos o imposiciones. Hoy, el PAN enfrenta uno de sus momentos más críticos de la historia moderna como partido político; debe elegir entre el poder ciudadano o el poder presidencial que ha insistido en velar por intereses personales y de un grupo antes que seguir los principios e ideologías de su partido, tales como el tan mencionado por los panistas denominado “bien común”.

Valdría la pena que Calderón proponga replantear el cambio de este término por el de “Bien personal”, toda vez que se ha empeñado en seguir apoyando a solamente un grupo dentro de dicho partido.

Aún tenemos fresco el recuerdo que en las listas plurinominales siguen apareciendo personajes allegados al primer mandatario, quienes no han sido electos en ningún momento de sus carreras por la ciudadanía, careciendo de legitimidad, y por la confianza que la sociedad otorga con el poder de sus votos.

Son los casos de el ex Secretario de Hacienda y precandidato presidencial Ernesto Cordero; el ex secretario particular del presidente desde que fue líder de la bancada del PAN en la Cámara de Diputados, Roberto Gil; o su ex asesor en materia de reglamento interno en la misma Cámara Baja, José González Morfin, entre muchos otros.

Lo cierto es que, ante los ojos de los ciudadanos, Calderón Hinojosa insiste en dejar puestas las fichas sobre la mesa al interior de Acción Nacional antes que concluya su mandato, recurriendo a las mismas prácticas que buena parte de militantes del albiazul tanto habían criticado del Partido Revolucionario Institucional.

Sabemos que en las democracias modernas, quien ostenta la figura de primer mandatario delinea parte de la política nacional, siempre y cuando respete las reglas por las que se rigen sus sistemas políticos; y en esta ocasión, el presidente Calderón debería tener en consideración el respeto irrestricto a esas reglas y dejar que el próximo proceso de selección en 3 estados que tendrán elecciones, lo decida la mayoría de quienes integran su partido, y dejar a un lado el tratar de inflar a candidatos que carecen de toda oportunidad en ganar elecciones, ya que gozan de la misma experiencia que sus ex colaboradores, quienes jamás han ganado elecciones y están completamente alejados de la sociedad.

En caso de insistir en ese camino, estaremos viendo cómo se ladea un poco más el barco político blanquiazul con ayuda del Presidente de la República.

Como siempre les agradezco el tiempo de su lectura y estos a sus órdenes para cualquier comentario al correo de [email protected]; les mando un cordial saludo y por aquí nos seguiremos viendo.

(El autor es analista político y asesor legislativo en el Congreso de la Unión)