Carpa Política
Por: Andrés Tapia
Las pasadas elecciones, nos enseñaron a los mexicanos que no importa cuánto se quiera o se odie a un candidato, siempre y cuando exista el respaldo de un partido político y los medios suficientes para que el electorado opine de manera adversa en las urnas de lo que en muchos casos, sus voluntades atañían.
Es bien sabido que estas elecciones marcaron un parte aguas en el sistema político moderno al que nos enfrentamos, por cierto muy diferente al de hace tres o cuatro décadas, en dónde el ícono principal de ese propio sistema político siempre era el Presidente de la República en turno, mismo que contaba con todo el apoyo y respaldo no solamente de su partido, sino también del propio Congreso Federal, adecuando sus propias reglas y lineamientos para dar preferencia a cualquier petición que viniera emanada del titular del Ejecutivo Federal.
En aquel periodo, lo más importante en el País era legitimar las elecciones que habían pasado, en la que usualmente terminaba ganando por gran mayoría los candidatos del Partido Revolucionario Institucional; los medios de comunicación ayudaban al Presidente del País en turno para elevar su grado de aceptación entre la población, beneficiándose en esas administraciones como empresas y monopolios.
En la actualidad, el Presidente Electo, Enrique Peña Nieto, deberá aprender a convivir con un Congreso plural, en dónde su partido no cuenta con la mayoría calificada para ganar las votaciones por sí mismo, a su vez, deberá aprender que los lineamientos legales de ambas Cámaras han sido modificadas desde que ese Partido Político dejó la silla presidencial en manos del Partido Acción Nacional. Estas modificaciones dictan de un parlamento mucho más apegado al equilibrio constitucional que se enmarca en la división de los poderes del Estado.
Aún sigue existiendo de aquél viejo presidencialismo, la coptación de algunos medios de comunicación y la movilización de su Parido Político para modificar percepción que se tiene del candidato ganador en las pasadas elecciones, sin embargo, resulta preocupante el número de personas que asisten a las llamadas marchas “Anti- Peña”. Algunos acusan fraude en la elección, algunos otros denuncian coerción, compra y manipulación de votos y algunos más exigen el pago del voto prometido a favor de este propio candidato.
Medios de comunicación nacionales, han dado cuenta de las presuntas anomalías que esta elección presentó desde sus inicios, sin embargo, existen autoridades legales quienes serán encargados de acreditar o desvirtuar dichas afirmaciones, sin embargo, lo que más anhelamos millones de mexicanos es que el Gobierno desarrolle un papel digno y representativo, un ejercicio de la función pública que nos llene de orgullo, pero principalmente que ayude a superar el retraso en diversos sectores que aún se tiene y que realmente este sea un nuevo gobierno; aunque hay quienes siguen poniendo en tela de juicio este acontecer, toda vez que quienes integran las filas del PRI, son aquellos que no les bastó muchos años en el Gobierno para lograr hacer que el País avanzara, como dice el refrán “Perro viejo, no aprende truco nuevo” y esperamos ver que Enrique Peña conviva y abrace a su “Nuevo Presidencialismo” desde el máximo encargo que le han otrogado la mayoría de los votantes.
Como siempre, les agradezco el tiempo de su lectura y espero sus comentarios en [email protected] deseo sinceramente que todos aquellos, que lograron obtener triunfos en los resultados electorales, ayuden a hacer de este nuestro País, un mejor lugar y sean bienvenidos a esta vida pública que sin lugar a dudas es una CARPA POLÍTICA, les mando un cordial saludo!
