¿Quién es dueño del agua?
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¿Quién es dueño del agua?

Tijuana BC - jueves 24 de septiembre de 2020 - Marco Antonio Samaniego.
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Por: Marco Antonio Samaniego

TIJUANA BC 24 DE SEPTIEMBRE DE 2020.- El tema de la presa La Boquilla   es una de las constantes en los referentes a la distribución del recurso hídrico. Varios de los entrevistados, afirman que defienden “su” agua que está en “su” presa.  Es decir, parten de un error básico: el agua es propiedad de alguien (¿de la zona? ¿El estado?)   en la que esta cae y se debe distribuir entre ¿nosotros? Pero no se indica quien es el “nosotros” o cómo se llena la presa que, indican varios entrevistados, ellos han cuidado. 

Como respuesta a esos argumentos, diferentes organismos públicos o personas en lo individual, han indicado que, como lo señala la Constitución, el agua es de la nación, por lo que no es propiedad de nadie, ni de ningún sector en lo particular. En términos legales, esto es totalmente cierto. Pero, además, debemos agregar que las corrientes internacionales están sujetas a tratados de orden internacional y en este caso el de Aguas Internacionales entre México y Estados Unidos de 1944.  Enfatizo en el nombre del tratado, donde se le da un carácter de internacionalidad a las cuencas, concepto que viene desde el Tratado de Guadalupe- Hidalgo de 1848. 

Así, pues, el agua es de la nación, pero en las cuencas internacionales la nación debe atender el principio de que nadie es dueño del agua, sino de derechos, que se han determinado en el tratado de 1944. Esos derechos se ejercen anualmente con entregas en puntos acordados previamente y en tiempos, en este caso, relacionados con la capacidad instalada. Por eso, con menos capacidad, México entrega en ciclos de cinco años, mientras que, Estados Unidos, con mayor capacidad, lo hace de manera mensual, a partir de una tabla que presenta la Comisión Internacional de Límites y Aguas a su contraparte, la International Boundary and Water Commission. Por tanto, Estados Unidos puede afectar de inmediato las poblaciones d Baja California. Es decir, si el principio de “su” agua se impone, el “su” de quien sea, en noviembre del presente año, nosotros no tendríamos el vital liquido de inmediato. Adiós economía regional. Adiós a la frontera como la conocemos.

Los recortes aplicados por la CESPT, de los que todos nos quejamos, son nada en comparación con lo que podría suceder si la idea de la propiedad del agua del alguien, del que sea, se impone. Simplemente, esta ciudad se reduciría a lo que los dos pozos utilizados en este momento podrían abastecer, lo que significa abandonar en poco tiempo numerosas actividades económicas, aunado a problemas de salud pública y la imposibilidad de la vida en las ciudades. ¿De qué tamaño sería el daño? Dependería de la cantidad que Estados Unidos decidiera. Proporcional a lo que no se les entregó, o mayor por alguna decisión unilateral. Pero aquí el tema es que quien no cumplió con el tratado sería México. Si bien se están buscando formas de realizar la entrega en las presas internacionales, Amistad y Falcón, el problema es el principio, esta es mía porque está aquí, en la presa que corresponde al distrito de riego. 

Por otro lado, el problema de “su” agua, es que existen otros agricultores, ganaderos o inversionistas que pueden aplicar el mismo principio a sus regiones. Es decir, La Boquilla, no se llena y acumula el agua del agua de lluvia que cae sobre ella. Depende de su llenado de afluentes que trasladan el recurso de otros lugares. Cuando se decide dónde hacer una presa, se estudia cuántos afluentes pueden alimentarla. Para el caso de la Boquilla, son más de cincuenta, varios de ellos llegan de Durango. Así, si aplicamos el principio de que el agua es de ellos, entonces los productores de las corrientes tributarias van a realizar obras que detengan el agua, bajo el argumento de que es “suya”. Dicho de manera simple, ese principio (que tiene como nombre oficial soberanía absoluta, pero que no se aplica para el caso del tratado de 1944 y que es contrario al derecho internacional sobre corrientes superficiales) se les puede fácilmente aplicar desde los ribereños superiores, y entonces sí, Adiós agua.  Es decir,  el agua de La Boquilla no se originó en el distrito de riego, sino que llegó de lugares alejados, donde otros productores, la vieron pasar.  

La inversión para construir una presa es siempre significativa. En este caso, La Boquilla es de capital canadiense, con fines hidroeléctricos.  La empresa, se negó a aportar agua a los agricultores durante varios años, con el fin de privilegiar la producción energética.  Sin embargo, por varias negociaciones, debió permitir la apertura de zonas agrícolas y establecer ciclos de entrega de agua a los productores. En 1960 fue nacionalizada como parte de la estatización de la producción de energía eléctrica. Desde entonces, ciudades como Camargo y Delicias, mantienen un frágil equilibrio que se ha visto influido por coyunturas políticas.  Este aspecto es relevante, pero a nosotros nos interesa destacar que el problema es pensar que alguien es dueño, es “su”, y por tanto, pueden decidir sobre ella. 

Uno de los productores entrevistados indicó que ellos habían ahorrado el agua al reducir los cultivos de tres a uno, anualmente. El argumento puede resultar atractivo. Pero no mencionó que esa agua no fue ahorrada, sino que recorrió varios cientos de kilómetros, dependiendo del afluente, y llegó al vaso de la presa desde lugares lejanos.  Así, “su” agua, fue antes de otro, ubicado en la parte superior de la cuenca, y que, de tener recursos, le puede aplicar el mismo principio de “su” agua. 

No hay pues dueños del agua. Hay concesionarios que pueden tener derecho al usufructo siempre y cuando exista, pero bajo el principio del uso racional y equitativo, no el de aquí esta y es mía. Si esa idea triunfa en el largo plazo, entonces estarán muchos, pero muchos, incluidos los agricultores beneficiados por la presa La Boquilla, en enormes problemas. 

* Marco Antonio Samaniego López.  Doctor en historia por el Colegio de México.

Esta columna no refleja la opinión de Agencia Fronteriza de Noticias, sino que corresponde al punto de vista y libre expresión del autor

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