Palabras más, palabras menos
Por: Ricardo Romero Reyes
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TIJUANA BC 14 DE AGOSTO DE 2020.- Parecen lejanos los años, en los que el Partido Revolucionario Institucional resultaba ser un fuerte contendiente cuando de elecciones se trataba, aunque la realidad es que, ante la incredulidad de algunos y el gozo de muchos otros, a día de hoy dicho partido se debate entre competir dignamente y perder el registro en 2021.

No hay más para el PRI en Baja California, su imagen esta ridículamente deteriorada, la peor en su historia, no se han podido recuperar del tremendo golpe que significo el sexenio de Enrique Peña Nieto y sus niveles de aceptación están por los suelos, en cualquier sondeo o encuesta aparece en los últimos lugares. Además, es un partido al que le resulta insuperable el trauma de haber perdido desde 1989 el estado, siendo incapaces desde entonces de articular un verdadero movimiento ganador.

Para colmo, lejos de entender que la situación como instituto político es de “renovarse o morir”, hacia el interior del mismo las viejas prácticas que tanto critica la sociedad y que tanto les han perjudicado, siguen siendo el pan de cada día, hoy al PRI de Baja California lo amenaza el brutal dedazo que desde el centro pretenden imponer con careta democrática y preocupa la evidente sumisión con la que se han manejado ante semejante atropello.

Desde la elección de 2018 está convertido en la tercera fuerza a nivel nacional, para 2019 en el ámbito local los numero fueron totalmente rojos, un 4.6% en la elección a gobernador, en lo referente a ayuntamientos un 4.8% y en la elección para diputados un 5.4%, que en lo global lo convierte en la quinta fuerza política de nuestro estado, detrás de MORENA, PAN, PRD y ya superado por Movimiento Ciudadano.

Si de perfiles hablamos, son pocos los militantes y simpatizantes que con su capacidad, luchas sociales y trayectoria se convertirán en un factor determinante para inclinar a favor del PRI la decisión de las y los ciudadanos el siguiente año:

Jorge Hank sin duda representa la mayor de las esperanzas de cara a 2021, sorprende el grado de aceptación y simpatías con las que cuenta, aun cuando resulta ser una figura política muy controversial, si decide participar mucho podría ayudar a su querido PRI.

Román Cota, Regidor en el actual Ayuntamiento de Tecate, podría ser otro, juega mucho a su favor la juventud y la imagen que proyecta al saber responder con madurez a las responsabilidades políticas y sociales que a su corta edad ha tenido que asumir.

Karim Chalita, convertido a día de hoy en dirigente estatal del Movimiento Territorial del PRI, con su perfil empresarial y reconocida trayectoria en el ámbito público, está destinado a asumir mayor protagonismo, abonando de manera importante a los objetivos del revolucionario institucional para el próximo año.

Jorge Astiazarán, ex alcalde de Tijuana y con un perfil muy alejado de lo político, fue de los pocos gobernantes priistas en el estado que ha terminado su gestión municipal sin escándalos de corrupción y personales, resultaría muy interesante para la causa priista verlo en 2021.

De los demás, poco o nada, el PRI estará obligado a voltear hacia la ciudadanía en general, para encontrar algún perfil interesante de cara a las siguientes elecciones, aunque sinceramente, quiero ver al o la valiente que se anime a dedicar tiempo, dinero y esfuerzo a una causa casi perdida.

Con un panorama como el que se vislumbra no todo es malo para el Revolucionario Institucional, pues veo hoy en día un PRI más unido en Baja California, la oportunidad de que resurja dicho instituto político en la elección del siguiente año, radica precisamente en lo bajo que han caído, tienen poco que perder y mucho que ganar, por lo que deben sentirse con mayor libertad para verdaderamente innovar en el quehacer público y político, enfocarse en erradicar de una vez por todas su viejos vicios y aprovechar esta oportunidad para realmente darle mayor presencia a su militancia.

Además, contra todo sigue siendo un partido que cuenta en sus filas con innumerables jóvenes, por lo que, si se detecta a sus mejores perfiles y se les encamina desde ya, bien podrían resultar en una grata sorpresa, la apuesta debe ser en ese sentido, empoderar a sus jóvenes.

Costará al PRI sangre, sudor y lágrimas reconstruir la confianza que perdió de las y los ciudadanos, la responsabilidad está en su militancia y sus liderazgos, si lo hacen en tiempo record, podrán levantarse, limpiar su imagen y comenzar a ver hacia arriba, de lo contrario, estamos ante el ocaso de un histórico en Baja California.

Ricardo Romero es Consejero Nacional de Movimiento Ciudadano, egresado de la Universidad Iberoamericana y cuenta además con amplia experiencia dentro de la Administración Publica, síguelo en sus redes sociales FB: /ricardorr2019 e IG: @ricardoromero2019. 

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