Por: Marco Antonio Samaniego
TIJUANA BC 27 DE MARZO DE 2020.-Para quien esto escribe, fue sorpresivo que ante una pregunta tan sesgada y con los acarreos que se podían presentar, se tomara la decisión de cancelar el proyecto de la cervecera Constellation Brands. La pregunta aludía a continuar la inversión o no tomando en cuenta la inversión ya realizada, pero no sobre se alude al tema del agua en lo específico. Por ello, supuse, aquí ya está tomada la decisión para argumentar el tema de la apertura de empleos y no observar el tema como un problema de falta de investigación y seriedad ante un tema de particular importancia.
Desde el sábado 21, aparecieron denuncias en las redes sociales sobre los acarreos de votantes. Algunos fueron llevados al serles facilitados el transporte. Por ello, que votaran 36 781 personas en contra de la instalación de la cervecera, es un dato relevante. Es prácticamente una tercera parte o la mitad de los votos que obtuvieron algunos de los presidentes municipales que gobiernan en la actualidad y no se diga de diputados, que con menor votación hoy ocupan una curul en la cámara de diputados local (donde el silencio con respecto al tema debe llamar la atención).
Por otra parte, 8 547 personas decidieron, por voluntad propia, o por un recurso como señala su contra parte, dar su voto para que el proyecto continuara. La cifra tampoco es de despreciarse, ya que implica que el tema sí fue de relevancia para más de 36 000 personas, en un contexto de solicitud de permanecer en las casas el mayor tiempo posible en medio de la pandemia que nos aqueja.
Los comentaristas nacionales, con opiniones que sólo contextualizan la postura del sector empresarial han dado una sentencia inmediata. Es un error dar marcha atrás porque se indica a los inversionistas que México no es un buen lugar para invertir. En los editoriales en la mayoría de los medios hasta en los programas televisivos, la cantidad de comentarios en ese sentido han sido numerosos. La pregunta, resumida es ¿Cómo es posible que, en tiempo de recesión económica, se elimine una inversión de 1 400 millones de dólares?
La respuesta no va sólo a una forma de gobernar, sino a un conjunto de acciones que han afectado a los agricultores del valle Mexicali desde hace varias décadas. Siempre, es un poco de agua menos, muy poco cada vez, pero es permanente. Desde la eliminación de los excedentes acordados en el tratado de 1944, como en las minutas que ha re direccionado el agua para mejorar el medio ambiente. Lo mismo con los problemas generados con el temblor del 4 de abril de 2010. Y no se diga, la constante sangría a las ciudades de la zona costa. En todo ello, las cifras siempre son pocas, pero crecen un poco cada cierto tiempo. Un tema relacionado con ello, es que los procesos de infiltración, que se traducen en perdidas, son un gran problema que no se ha tratado con seriedad.
Por ello, apuntamos, lo que falta desde hace muchos años, es investigación e instituciones con autonomía que lleven a conocer con mayor detalle las condiciones del manto freático. En las cifras que se ofrecen desde hace cuando menos dos décadas, se indica que la recarga anual es de 520.5 hm3 mientras que las concesiones son de 783.12 hm3, es decir, una diferencia negativa de 265.12 hm3 cada año. Es decir, existe un abatimiento notable, ´pero es una cifra que se repita, y todo indica que es de los tiempos del ingeniero Alberto Paredes, quien falleció hace dos décadas. Incluso, en los argumentos de los dirigentes de Mexicali Resiste, se repite con frecuencia que existe una veda establecida en 1965, es decir, hace 55 años. ¿Y los datos de hace, digamos 5 años?
Es decir, si no se genera investigación más allá de los datos que se presentan en coyunturas como la presente, en realidad es poco lo que se va a lograr. Es darles vuelta a datos que no se confirman de manera pública y eficaz. Es generar discursos que poco van a ayudar a administrar el recurso que no existe en Baja California, sino que nos llega de las montañas de Colorado y Wyoming, principalmente.
Por cierto, todos lo que opinan desde los diarios llamados nacionales, no parecen conocer la información precedente. Indican que hay escasez y ya, pero escasez hay en muchos lugares, como la Ciudad de México, Hermosillo, Monterrey, Caborca, La Paz, Los Cabos y cincuenta ciudades más. En Tecate, donde se produce cerveza, quien la consuma, toma agua del río Colorado. Es decir, el tema tiene especificidades de tiempo y lugar, y no sólo porque López Obrador tuvo una ocurrencia. Vincularlo con el aeropuerto de Texcoco es un error. Hace un mes los funcionarios federales de la 4t concluyeron que en Mexicali había tanta agua que la mandaban a Tijuana. Creo que estos se fueron con la cola entre las patas, y supongo que así deben seguir.
Y luego nos enteramos en la mañanera del miércoles, que los permisos concedidos eran actos de corrupción del pasado gobierno estatal. Así como si nada (que contradictorio de un párrafo a otro) López Obrador nos informa que estuvo dispuesto a mantener esos actos de corrupción, en el caso de que la consulta hubiera resultado positiva para Constellation Brands. Es decir, si hubo actos de corrupción ¿cómo hacer una consulta que pudo haber sancionado tales actos? Es decir, de no haber acudido las 36 7821 personas, en día de coronavirus, con información mínima en su contra y con los acarreados de la contraparte, ¿se hubieran permitido los actos de corrupción?
Dicho de otra manera, la movilización social es un elemento fundamental en las decisiones de la 4t. Y en los argumentos vertidos, aún hay mucho que decir, porque el tema no va a terminar aquí. Yo soy de la opinión que la solución es científica, con investigación independiente, con volúmenes más precisos, con datos más recientes y con instituciones creíbles. De no ser así, en poco tiempo habrá un nuevo conflicto, en el tema que siempre ha generado conflictos.
* Marco Antonio Samaniego López. Doctor en historia por el Colegio de México.
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