*.- Navidad: tiempo para ayudar a los pobres
*.- Llama a luchar vs soberbia y prepotencia
*.- Sólo por amor justificaría muerte asistida 
*.- No a la polarización, nos llevará a la desgracia
 
Por: Enrique D. Sánchez Díaz
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TIJUANA BC 16 DE DICIEMBRE DE 2019 (AFN).- El Arzobispo FRANCISCO MORENO BARRÓN llevó un mensaje de humanismo y sensibilidad a los integrantes del Grupo 21, al conminarlos a seguir con su objetivo de analizar el acontecer político, social y económico de Tijuana, porque encierra valores morales y cívicos muy importantes.

En momentos en que la realidad nos muestra una situación de violencia, la corrupción, pobreza y desigualdad, es importante ver nuestro entorno, cuidar a la familia, los valores y auxiliar al prójimo.

En un mensaje de fin de año, por la proximidad de la Navidad los invitó a voltear a ver a los demás, a luchar contra la soberbia y la prepotencia que persiste en el mundo, para buscar ayuda para los desprotegidos y los pobres.

“Nadie puede vivir sin esperanza”, así invitó a poner los ojos en el débil y desprotegido, a los que sufren la marginación social, escucharlos, darles una palmada de aliento y apoyarlos”.

Muchas veces ayuda más el amor, la comprensión y la misericordia, después de todo, remarcó el Arzobispo “el dinero no lo resuelve todo”.

Acompañado del padre JOSÉ ANTONIO AGUAYO, el Arzobispo metropolitano de la diócesis que abarca la península, se pronunció contra el aborto porque atenta contra la vida en el vientre materno de otra vida; asimismo condenó la eutanasia o muerte asistida, salvo casos terminales en el que impere un acto de amor y caridad para un enfermo que sufre.
 
LA VIDA ES UN DON DE DIOS, DESDE EL NACIMIENTO HASTA LA MUERTE NATURAL
 
Sobre el polémico tema de la eutanasia, el Arzobispo, nativo de Salamanca, Guanajuato que llegó a Tijuana el 11 de agosto de 2016, dijo:

En principio, la vida es un don de Dios, es un don que nos ha sido confiado para administrarlo. No somos dueños absolutos de nuestra vida sino tenemos que administrar lo que Dios nos ha confiado.

Y a la luz de la palabra de Dios la Iglesia enseña y yo tengo que decirlo claramente: la vida humana comienza en el momento de la concepción hasta la muerte natural.

“Esto significa que es Dios quien nos la vida y que nos pide cuentas de ella” y continuó con una larga explicación.

El tema justamente se complica cuando se combina con el sufrimiento existencial, cuando tiene que enfrentar el ser humano condiciones ahora sí que casi infrahumanas en el dolor.

Ante situaciones particulares que se viven, me parece que en este sentido el principio sigue valiendo que la vida, es un don de Dios, que la vida humana es desde el principio hasta el final.

¿Por qué enfatizo eso?, porque ahora no solo se atenta contra la vida en el vientre materno, cuando se trata de otra vida y científicamente esto está probado. Solo que esas voces nos quieren acallar y se les da voz, micrófono, a aquellos que están actuando con intereses económicos internacionales y otras cosas que se mezclan aquí.

MORENO BARRÓN quien llegó luego de ser Obispo en Tlaxcala, dijo que también es importante defender la vida de los ancianos, de los adultos mayores y por lo tanto condenar lo que se le llama la eutanasia.

En la situación particular cuando ya los encontramos enfrente de una situación particular, un caso determinado, yo creo que es muy importante ver, analizar ese caso en sus implicaciones, de toma de conciencia de la persona en sus implicaciones físicas frente al dolor.

Con su sotana obispal negra, grecas guindas y un gran crucifijo en el pecho, el representante del Papa en Baja California dijo que todo esto tiene que ser necesariamente una combinación de la ciencia médica y de la moral, pero al final de cuentas entre la ciencia médica y la moral, la conciencia de la persona o de las personas responsables, la conciencia como la última norma de moralidad.
 
LA DECISIÓN DEPENDE DE LA CIENCIA, PERO MÁS DE LA MORALIDAD DE SUS PARIENTES
 
Nosotros tenemos una voz interior, de nosotros todos, que nos dice lo que es bueno y lo que es malo. Hay personas que tienen deformada la conciencia, pero estamos llamados precisamente a formarla como personas y en nuestro caso también como personas de fe, una conciencia recta bien formada, tenemos obligación de seguirla, porque es la norma ultima de moralidad. 

Pero obviamente una conciencia deformada no nos obliga, no podemos apegarnos a ella. Aquí el reto grande sería que estas instituciones que van surgiendo, no surjan como grandes negocios económicos, no surjan en esos enfoques, meramente mezquinos de intereses de terceras personas o políticas internacionales.

Sino que verdaderamente estuvieran en búsqueda de responder a la persona en sus aspiraciones más profundas de vida, aún para las personas de fe. Por lo tanto, yo diría ante un caso particular hay que conocer la situación física-médica por lo tanto científico-médica de la persona.

Y a la luz de su fe, las implicaciones morales, y en medio la conciencia de quienes están a su cuidado que tienen que tomar una determinación, porque no es el médico ciertamente el que lo tiene que hacer, a veces la persona tampoco está consciente y tiene que ver a quienes tomen esta resolución.
 
NUNCA POR UNA DECISIÓN DE DESHACERNOS DE UN ESTORBO, SERÍA INMORAL
 
Aquí podríamos profundizar señalando algunos criterios, porque a veces esa decisión si se toma por ejemplo ya para quitarnos el estorbo del abuelo, ya estamos cansados de atenderlo vamos a buscar la forma. Estoy poniendo ejemplos dramáticos, pero suceden.

Obviamente que ya por sí misma la decisión, va hacer una decisión inmoral.

Por ejemplo, si ya la condición de la persona está de tal manera disminuida y realmente no hay ninguna esperanza, sino que solo dándole medicamentos extremadamente fuertes, especializados y muy costosos, donde muchas veces la gente tampoco tiene esos recursos para hacerlo, entonces yo creo que allí entra, repito la conciencia como última norma de moralidad.
 
TAMPOCO POR MEDIO DE UNA INYECCIÓN, SINO DEJAR QUE SE MANIFIESTE DIOS
 
Pero nunca con la intensión de atentar contra la vida humana y contra esa persona, sino como un acto de amor y de caridad, que no significa tampoco entonces ponerle una inyección para que se muera, sino que significa a la mejor gradualmente dejar que se manifieste Dios y que seguramente será pronto.

Porque son casos extremos en que depende casi de un hilo, si por ejemplo ya no le administran esto que lo tiene con una vida artificial, en cualquier momento Dios va a disponer de él y su familia puede quedar tranquila.

Es complejo, disculpen que les di así una idea, hasta les abrí unas nuevas perspectivas, pero creo que son temas de moral que no tenemos por qué sacarle la vuelta.

Finalmente sobre el tema, Monseñor MORENO BARRÓN, definió que la muerte es una situación de tránsito, “porque Dios nos creó para la inmortalidad”.
 
LA POLARIZACIÓN ES UN DERROTERO QUE NOS LLEVARÁ A LA DESGRACIA: ARZOBISPO
 
Sobre la polarización social que afecta al mundo, y también empieza a sentirse en México, el Arzobispo MORENO BARRÓN, comentó: La polarización social nos lleva necesariamente al derrotero de la desgracia.

“Necesitamos en medio de nuestras convicciones, de nuestros valores, cada quien desde su trinchera unir esfuerzos. Y en estos tiempos de Navidad y de Año Nuevo son un llamado a la conciencia de las personas, de las familias y de la sociedad, para darnos cuenta que nuestra vocación es unirnos para encontrar los caminos del verdadero progreso”.

Cuando marginamos a alguien, cuando tomamos actitudes opositoras contrarias diametralmente, lo único que estamos haciendo es golpearnos y ese golpe se nos devuelve a nosotros mismos. Lo que hacemos a otros, nosotros acabamos por sufrirlo, necesitamos actitudes nuevas, pero eso requiere corazones nuevos.

Finalmente Monseñor MORENO BARRÓN condenó también la intención de aprobar el aborto y los matrimonios igualitarios.

“Todo eso necesariamente se tendrá que enfrentar, pero yo creo que no tenemos que renunciar a verlo desde el punto de vista de nuestra conciencia moral. No puede ser algo meramente visto desde el punto de vista legislativo, se tiene que percibir la sensibilidad del pueblo para que legislen en estos temas”.

Enrique Sánchez Díaz es un experimentado periodista local, con cerca de 50 años de trabajo ininterrumpido, en los más importantes medios de información regional, varios de los cuales ha dirigido, y formado a nuevos profesionales del medio. También ha sido funcionario público.

Esta columna no refleja la opinión de Agencia Fronteriza de Noticias, sino que corresponde al punto de vista y libre expresión del autor.